Armando Enríquez Vázquez
Curiosamente a través de la lectura de una novela llegue a este descubrimiento, los chinos están en África y llegaron para quedarse. A diferencia de los japoneses a finales del siglo XX, cuando se les veía a lo largo y ancho del planeta con sus cámaras fotográficas y en grupos recorriendo el mundo, los chinos están empezando a poblar el mundo y a invadir las diferentes economías.África siempre ha estado más lejos de todos nosotros que la misma China y hablar de África es como pasar un rasero sobre un enorme continente y pensar únicamente en la exótica África negra. Pero África es como todo continente un gran número de países con diferentes historias, razas, religiones, orígenes, idiomas, tradiciones y desarrollo. A lo largo de las últimas décadas algo nos han rebelado los extraordinarios textos de Kapuscinski. Sin embargo, África continúa siendo un misterio, el lugar donde la corrupción y el VIH son los amos. El lugar donde habitan leones y elefantes y uno de los lugares más exóticos para vacacionar.Desde siempre África ha sido un continente de donde Occidente ha tomado bienes para satisfacer la avaricia europea y más tarde la norteamericana. La justificación racista de la iglesia católica para permitir las atrocidades de la esclavitud fue muy sencilla; los negros no tienen alma. Más tarde y cansado de exportar y explotar seres humanos vino la utilización de las riquezas naturales de África, no sólo maderas, minerales, caucho, sino el marfil y las pieles que siempre han llamado la atención de los europeos a donde quiera que han llegado. La gran mayoría de los pueblos africanos pasaron el siglo veinte liberándose del colonialismo europeo para caer en manos de dictadores y “emperadores” locales sangrientos y corruptos, siempre al borde de l esquizofrenia. Presidentes que se han perpetuado en el poder, clanes antagónicos cobrándose antiguas rencillas a machetazo limpio. Tanto europeos, como norteamericanos, no han más que continuado su guerra por controlar África para explotarla, sin importarles y menospreciando en todos los sentidos a la población originaria del continente. Por más ideologías con las que se intente disfrazar los conflictos en África, detrás sólo existe la más pura y vil mezquindad. La doble moral de los gobiernos Europeos y norteamericano, quienes siempre invocan a la “democracia” y los derechos humanos pero han vuelto a África no sólo su cajón de recursos, sino el gran laboratorio humano donde se han puesto a prueba y en practica medicina sobres seres humanos, donde se han vendido armas en aras de la libertad, se ha comercializado con placebos como efectivas medicinas. Endeudando a los gobiernos africanos a través del Banco Mundial y los demás organismos usureros de Occidente. A occidente sólo le interesa hacerse de los bienes africanos a la brevedad y entonces ha perpetuado la leyenda “negra” de África y sus habitantes.Durante la primera década de nuestro siglo, un nuevo jugador ha ido tomando posiciones estratégicas en África, se trata de China. Los chinos han llegado a África con dinero y pobladores, se habla ya de más de un millón de chinos distribuidos por el territorio africano, de hecho para 2006, en Nigeria existían ya más chinos viviendo en ese país, que el número de ingleses que lo habitaron durante el auge del imperio inglés.China es hoy en día el principal socio comercial de África y sus inversiones sobrepasan los cien mil millones de dólares anuales. Sus principales socios comerciales son Angola, Sudáfrica, Nigeria, Zambia, Sudán, Guinea Ecuatorial.Oro, petróleo, cobalto, coltán, madera, pero también territorio por poblar para una población que rebasa los mil millones de seres humanos y es que el desarrollo económico de China, el gigante de Asia enfrenta hoy grandes tensiones sociales, sobretodo en las áreas rurales, pues la desigualdad social entre los habitantes de las zonas urbanas y las rurales comienza a ser muy marcada, la prueba está en las recientes manifestaciones que han seguido a las del mundo árabe.Hay quienes ven en las relaciones entre China y los países africanos una nueva colonización del continente y comienzan a preocuparse ante el hecho. Lo cierto es que la pérdida de negocios y el debilitamiento de los organismos económicos como el FMI en esas regiones son la preocupación principal de los occidentales. Por otro lado, para los países y los líderes africanos la disyuntiva entre China y los países occidentales no ha resultado difícil. El hecho y el recuerdo de la explotación y la doble moral con la que europeos y norteamericanos han tratado a los africanos, es razón más que de peso para que la llegada de la inversión china y las relaciones con la potencia Oriental se fortalezcan. La llegada de un capital que al parecer no conlleva las grandes cargas de intereses características de los organismos occidentales y el hecho de que los chinos que llegan a África trabajan brazo con brazo con los nativos crea una empatía entre africanos y chinos.Después de la revolución maoísta, China inicio relaciones con diferentes naciones africanas. Que se fortalecieron en la década de los sesenta. Y se cimentaron con mayor fuerza cuando en los ochenta y noventa con el fin de la guerra fría los diferentes ejes del poder desaparecieron y dejaron a África en el olvido. Hoy la inversión China esta en la mayoría de los países importantes del continente y entre sus principales asociados se encuentran hombres como Robert Mugabe presidente de Zimbabwe desde 1980, Joseph Kabila, presidente de la República Democrática del Congo y quien lleva en el poder diez años, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo presidente desde 1979 de Guinea Ecuatorial, Omar al Bashir de Sudán, obviamente a los chinos los derechos humanos no les importan a la hora de hacer negocios, como tampoco a los occidentales quienes escandalizados por los socios de China tratan de recuperar su negocio en África acusando a los orientales de falta de respeto a los derechos humanos y a la democracia. La corrupción y la ilegalidad siguen siendo el marco para hacer negocios en la mayoria de los países africanos, pero los chinos han sabido vender su ambición en África disfrazándola de cooperación y asistencia. La venta de armas chinas es igual de inescrupulosa como lo fue en su momento la venta de armas de Norteamérica.China va ganado terreno en África, a pesar incluso de cierta oposición de los africanos menos beneficiados por los préstamos de dinero o de las inversiones multimillonarias y que ven sus fuentes de ingreso amenazadas por la oleada de chinos que llegan a sus países.El futuro del continente negro comienza a volverse rojo y la olas migratorias chinas que han tomado Indonesia comienzan a cruzar el Océano Índico para llegar a las costas africanas como uno de los claros síntomas de que los tiempos y la economía mundial esta por cambiar.
Publicado en Blureport.com.mx 7 de Marzo de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario