El pasado 5 de Junio murió uno de los más brillantes escritores 
del siglo XX, el hombre que nos convirtió a todos en Marcianos, que nos 
hizo regresar al jurásico y cazar dinosaurios, creador de mundos e 
historias maravillosas. 
 Armando Enríquez Vázquez
Hace más de treinta años ya,  cuando junto con los personajes del último cuento de las Crónicas Marcianas
 me asomé a los canales de Marte para descubrir a la nueva raza de 
marcianos, estuve seguro como lo estoy hoy de haber leído uno de los 
grandes libros de la literatura.
 Entonces me convertí en ávido lector de Ray Bradbury.   Por mis manos y mis ojos pasaron, Las maquinarias de la alegría, El país de Octubre, El hombre ilustrado, Farenheit 451 y la maravillosa Dandelion’s Wine, cuya traducción al español lleva como título El vino del estío. Bradbury era, en ese entonces no sólo mi escritor favorito, si no una de las mentes más modernas a la que había tenido acceso.
Verne me había enseñado los submarinos, 
los vuelos en globo y las maquinas de dueño del mundo. Pero nadie me 
había llevado al espacio exterior hasta ese momento. H.G. Welles había 
traido a los marcianos a la tierra. Por eso cuando en los años ochenta 
leí en algún lado que Bradbury, no manejaba, y que nunca se había subido
 a un avión mi admiración y curiosidad por él crecieron.
Bradbury nunca en su vida manejó un 
automóvil, debido a que a los dieciséis años fue testigo de un terrible 
accidente automovilístico en donde seis jóvenes murieron. Bradbury quedó
 afectado por algunos meses.
A pesar de reconocer la importancia del 
automóvil, Bradubury, también lo consideraba uno de las armas más 
peligrosas que tenía a su alcance la humanidad. Nada más hay que ver el 
número de personas que mueren anualmente víctimas de los automóviles.
En cuanto a su aversión a volar quedó 
superada una vez que, según sus propias palabras en una entrevista que 
concedió a la revista Playboy en 1996: “Fue un viaje desastroso, el 
auto se descompuso en tantos pueblitos sureños y al chofer le tomó tres 
días llegar a Florida. Tras la segunda ponchadura de llanta, escuche la 
voz. Fuerte y clara proveniente del Cielo: “¡Vuela tonto, vuela!” 
Durante tantos  años estuve preocupado de levantarme a la mitad del 
vuelo, corriendo por el pasillo y gritando: Paren quiero bajarme”.  
Ahora vuelo todo el tiempo.” A Ray Bradbury, curiosamente, le 
disgustaban muchas cosas de la tecnología, odiaba internet y cuando 
alguien alguna vez le preguntó si tenía un Kindle, respondió: “No creo 
en esas cosas. Los libros electrónicos no huelen. Un libro nuevo huele 
de una forma maravillosa y un libro viejo huele aún mejor.”  Ray 
Bradbury, además escribió programas de televisión y películas. Adaptó Moby Dick para la película de John Huston.
Bradbury fue sin duda una de las mentes 
más atractivas de nuestra era. Este año Bradbury cumpliría 91 años, 
muchas de las cosas acerca de las que  escribió en los años cuarenta y 
cincuenta hoy son una realidad. El mismo lo pudo ver, para su molestia, 
con sus propios ojos. Incluso sus libros inspiraron gadgets que hoy ya 
nos parecen anticuados. Por ejemplo, un ingeniero de Sony afirmo que los
 Walkman eran una idea surgida después de leer acerca de alguno de los 
implementos tecnológicos de los que Bradbury escribe en Farenheit 451.
El mismo día de su muerte, me enteré del 
proyecto Mars One, que está invitando a gente a ir a Marte de ida y sin 
regreso en el año 2023. El proyecto, porque sólo es eso hasta ahora un 
proyecto, lejano a las ideas de Ray Bradbury de hombres buscando por 
nuevos lugares donde vivir y más cercano a sus pesadillas, pretende 
crear un reality show de la primera colonia terrestre fuera de nuestro 
planeta. Si los participantes no regresan al parecer no importa. Sólo 
unos cuantos serán elegidos para viajar y otros miles de millones desde 
la tierra veremos a la distancia su ir y venir por un nuevo planeta.  La
 mente torcida de los hombres puede imaginar mil y un artimañas para 
desvirtuar lo que en otras épocas y para muchos de nosotros es nuestra 
última frontera, la conquista del espacio.
En ese sueño patético que es convertirse
 en parte del mundo desde el sofá de nuestra casa, tal vez todos podamos
 ver una nueva raza de marcianos asomarse al horizonte del planeta rojo 
en nuestras pantallas de internet en el año 2023.
Publicado rn blureport.com.mx el 15 de Junio 2012 

 
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