Una menuda
salvadoreña, asmática pero con ganas de ver el mundo inspiró al escritor
Antoine de Saint Exupery a retratarla como la rosa de su obra literaria.
Armando Enríquez
Vázquez.
Consuelo Suncín, nació en la pequeña localidad de Armenia en
El Salvador 16 de abril de 1901. Su padre militar retirado y terrateniente, el
Coronel Félix Suncín Monchez, quien según una de sus nietas se dedicó a ejercer
algo llamado medicina natural basado en un sexto sentido que según él, lo
diferenciaba de cualquier otro ser humano.
El coronel, tuvo tres hijas que sobrevivieron, sus hijos
varones murieron de acuerdo a la nieta sin ser específica cómo, ni a qué edad,
ni cuantos varones hubo en la familia Suncín. La madre, Doña Ercilia Sandoval,
habiendo quedado huérfana a muy temprana edad fue internada en un convento
donde conoció al militar y se casó con él.
Consuelo nació con
asma y su padre temiendo que fuera a morir como sus hermanos se dedicó cuidarla
con tal de vencer la enfermedad. No le
permitía tener novio a pesar de considerar que estaba en edad casadera, por
poner en riesgo su vida. A pesar de la enfermedad al parecer Consuelo creció de
manera normal, pero su aprensivo padre, cuando la joven cumplió la edad de 19
años su padre decidió enviarla a San Francisco para que viviera en un mejor clima que favorecería su condición
médica. Aunque las primeras semanas de du estadía las pasó Consuelo en un
hospital para curar su asma. Fue en San Francisco donde Consuelo conoció al que
fue su primer marido. Además del inglés, la salvadoreña comenzó a estudiar
pintura y artes plásticas por lo que frecuentaba una tienda especializada en
artículos para artistas y para pintores brocha gorda llamada William Fuller.
Ricardo Cárdenas, mexicano, trabajaba como asistente en la tienda. Consuelo se
enamoró de él, y en 1922 se casaron. Pocos meses después se divorciaron en un
viaje a Mérida Yucatán, pero Consuelo un poco dada al dramatismo y la fantasía
circuló la versión de que Cárdenas, era un militar revolucionario y había
muerto en un accidente de ferrocarril. Lo importante es que Consuelo se mudó a
vivir a la Ciudad de México, estudió derecho en la Universidad Autónoma de
México y esta ciudad fue donde conoció y se volvió amante de José Vasconcelos.
Cuando el intelectual salió exiliado con rumbo a Paris en 1924
se llevó no sólo a su familia sino a su amante a la cual mantenía en secreto en
un departamentito parisino. Consuelo, cansada de ser la casa chica de Vasconcelos, comenzó a llevar una vida propia, entre
los intelectuales latinoamericanos que vivían en la Ciudad Luz, conoció
entonces al escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, treinta años mayor
que ella, del que se enamoró y con el que se casó. Por segunda ocasión su
matrimonio fue breve, nueve meses después del enlace nupcial el escritor murió
de un derrame cerebral, en el año de 1927. Consuelo decidió entonces vivir en
Buenos Aires. En la vida bohemia de la capital argentina Consuelo conoció al
Conde Antoine de Saint Exupéry, que en esa época trabajaba como piloto
comercial de servicios de mensajería. El Francés vivía en Buenos Aires desde
1929. En 1931 Saint Exupéry publicó su novela “Vuelo Nocturno” que los lectores
recibieron con gusto y el escritor ganó el Premio Femina, que desde 1904 otorga
un jurado compuesto sólo por mujeres. Ese mismo año Saint Exupery se casó con
Consuelo a quién había conocido un año antes. Un amigo mutuo de nombre Benjamín
Crémieux fue el que los presentó. El escritor quedó enamorado de la
salvadoreña. Pero el matrimonio no fue miel sobre hojuelas para la pareja y en
1938, Consuelo decidió abandonar a Saint Exupéry por una temporada y dirigirse
a El Salvador, a visitar a su madre y hermanas dieciocho años después de haber
abandonado su país. Antoine se propuso entonces atravesar el continente
americano en su avión pero sufrió un accidente en Guatemala.
Consuelo interrumpió se estadía en la casa familiar y viajó
a Guatemala para estar al lado de su esposo. Y pasó el largo tiempo de su
convalecencia a su lado. Hay quienes quieren ver en esta estancia en Guatemala
la inspiración del francés para escribir su historia más importante: El Principito. Pero no hay que olvidar
que años antes en 1935 cuando su avión sufrió una avería en el desierto del
Sahara, donde se dice que a causa de la deshidratación el escritor sufrió de alucinaciones,
mucho de eso está plasmado también en su obra maestra. Tanto guatemaltecos como
salvadoreños se pelean ser la inspiración de los volcanes que hay en el
asteroide que habita el pequeño príncipe.
Lo que queda claro es que la fragilidad de la rosa que
acompaña al Principito en la soledad de su asteroide es una metáfora a la
pequeña salvadoreña que estaba a su lado durante los difíciles meses de
recuperación en el país centroamericano. La relación entre los esposos, al
parecer, o al menos eso cuenta Consuelo en sus memorias; Mémories de la Rose, nunca
fue fácil y ella fue rechazada por la aristócrata familia de Saint Exupéry, y
al parecer por los franceses en general. En el libro ella lo acusa de infantil
y egoísta, pero Saint Exupéry ya estaba muerto para entonces y ya no podía
defenderse y sin embargo plasmó en la Rosa del Principito una personalidad melodramática
y orgullosa, como lo era la de Consuelo, además el capello de cristal con el que el Principito resguarda a la Rosa es
una metáfora de la fragilidad de Consuelo por su condición de asmática. El
Principito fue publicado en 1943. A pesar de las infidelidades del escritor,
asegura en el libro que su rosa es única y especial y por ella que siente un
verdadero amor.
El avión de Saint Exupéry fue derribado en 1944, mientras
hacía un vuelo de reconocimiento sobre Alemania para recabar datos de
inteligencia, pero el escritor estaba amargado no sólo por sus constantes
fracasos aéreos, sino porque el mismo Charles de Gaulle públicamente lo acusó
de trabajar para los nazis. Consuelo quedó viuda por tercera vez.
Consuelo Suncín murió el 28 de Mayo de 1979 en Francia. 20
años después sus memorias fueron publicadas por primera vez.
Publicado en thepinkpoint.com.mx el 23 de Julio de 2013
Imagen newstyle-mag.com
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