La más importante de
las revolucionarias españolas de la
Guerra Civil, exiliada en la URSS y qué tomó su sobrenombre una festividad
católica.
Armando Enríquez Vázquez
Pensé en ser religiosa y abandoné la fe. Quise ser
maestra de niños y fui propagandista revolucionaria; soñé en la felicidad y la
vida me golpeó con dureza, en lo más íntimo, en lo más entrañable.
Dolores Ibárruri,
La Pasionaria.
Memorias
Nació en el
pueblo minero de Gallarta en Vizcaya el 9 de diciembre de 1895, sus padre era
un minero de derechas identificado con el movimiento Carlista que trato en
varias ocasiones validar a la rama de los borbones que representó en su momento
el infante Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII que nunca
reconoció la sucesión del rey, y muchos años después se autoproclamaron rey de
España, también el hijo y el nieto
Carlos de Borbón, lo que condujo a tres guerras en España en el siglo
XIX.
Dolores aspiraba a ser maestra pero la pobreza en su casa,
la obligó a abandonar la escuela y dedicarse a trabajar como sirvienta y como
costurera. En 1916 se casó con un obrero socialista y un año después le impacto
el triunfo de la revolución bolchevique en la Rusia zarista. Se afilió primero
al PSEO y más tarde formo parte de la escisión en el partido que dio lugar al
Partido Comunista Español. Comenzó a destacar como una gran oradora y
articulista en los medios comunistas españoles.
De hecho el sobrenombre de La Pasionaria, se lo puso ella
misma pues su primer artículo apareció firmado con ese seudónimo por haberse
publicado durante la Semana Santa. El artículo se publicó en el periódico El minero vizcaíno en el año de
1918. Dolores se convirtió en una figura importante dentro del comunismo
español. De 1916 a 1928 La Pasionaria tuvo seis la mayoría de los cuales
murieron durante sus primeros años de vida. Sólo Amaia y Rubén habría de crecer
a una edad adulta. Rubén encontró la muerte en el sitio de Stalingrado en plena
II Guerra Mundial, enfrentando al ejército nazi.
Dolores Ibárruri, fue detenida y encarcelada en varias
ocasiones por sus actividades políticas, por sus discursos beligerantes. En
1930 es elegida como miembro del Comité Central del Partido Comunista Español.
Al año siguiente se muda a Madrid, pero el gusto le dura poco pues es arrestada
como sospechosa en estar involucrada en un atentado. En 1933 recupera la
libertad forma la Agrupación de Mujeres Antifascistas. En 1934 sus actividades
políticas la obligan a huir a Paris. Finalmente en 1936 al constituirse la
República Española, Dolores Ibárruri fue electa como diputada por la provincia
de Asturias.
Al iniciar la Guerra Civil Española, La Pasionaria da su
célebre discurso: No pasarán. En el
arengaba a la población española a no permitir el avance de las tropas
fascistas y a luchar por la República Española. Ese año Dolores despliega una
gran actividad dentro y fuera de España en pro de la República. Lo que le vale
en 1937 ser nombrada Vicepresidenta de las Cortes.
Luchadora inagotable, mujer en una sociedad machista hasta
el amor que siente por el joven ferrocarrilero Francisco Antón, diecisiete años
menor que ella, es criticado no solo por los miembros del gobierno republicano,
si no por sus camaradas de partido.
En 1939 cuando los fascistas ganaron la guerra, Dolores
Ibárruri se exilió en la Unión Soviética. En 1942 fue nombrada Secretaria
General del Partido Comunista Español, puesto que ejerce desde el exilio, y al
cual dimite en 1960, pasando la batuta a aquellos jóvenes encabezados por
Santiago Carrillo, que luchaban desde la
clandestinidad, en la España franquista. Ella se quedó con el título
honorario de Presidenta del Partido.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975,
Dolores Ibárruri comienza a buscar regresar a su país y tras el proceso de
transición republicano, La Pasionaria llegó a España en 1977. Como resultado de
las primeras elecciones democráticas en España tras casi cuarenta años de
cruenta dictadura, Dolores Ibárruri fue electa de nuevo diputada por Asturias.
Dolores Ibárruri murió en Madrid el 12 de noviembre de 1989
a los 93 años de edad. Figura mítica del comunismo español y de la Guerra Civil
española. Mujer emblemática de la lucha de género a La Pasionaria diversos
poetas le cantaron. Miguel Hernández, Pablo Neruda, Ernest Hemingway la
describe en su novela sobre la Guerra Civil Española, ¿Por quién doblan las campanas? En 1963, el poeta Rafael Alberti le
compuso los siguientes versos:
UNA
PASIONARIA PARA DOLORES.
¿Quién
no la mira? Es de la entraña
del pueblo cántabro y minera.
Tan hermosa como si uniera
tierra y cielo de toda España.
del pueblo cántabro y minera.
Tan hermosa como si uniera
tierra y cielo de toda España.
¿Quién
no la escucha? De los llanos
sube su voz hasta las cumbres,
y son los hombres más hermanos
y más altas las muchedumbres.
sube su voz hasta las cumbres,
y son los hombres más hermanos
y más altas las muchedumbres.
¿Quién
no la sigue? Nunca al viento
dio una bandera más pasión
ni ardió más grande un corazón
al par de un mismo pensamiento.
dio una bandera más pasión
ni ardió más grande un corazón
al par de un mismo pensamiento.
¿Quién
no la quiere? No es la hermana,
la novia ni la compañera.
Es algo más: la clase obrera,
madre del sol de la mañana.
la novia ni la compañera.
Es algo más: la clase obrera,
madre del sol de la mañana.
Publicado en thepinkpoint.com.mx el 28 de marzo de 2014.
imagen: lacasadelarcerojo.es
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