Entre las mentes
precursoras de la revolución mexicana, Andrea Villarreal anarquista, ligada los
Flores Magón, es una de las mujeres más olvidadas por la historia del país.
Armando Enríquez
Vázquez.
Muchas de las biografías de Andrea Villarreal, la
identifican de manera inmediata con la figura de su hermano el general
revolucionario Antonio I Villareal, sin tomar en cuenta dos cosas; primero, que
su mismo hermano con el paso de los años la relegó y obvió su importancia en
nuestra historia y dos Andrea siempre fue una mujer independiente que labró de
forma personal su historia sin recurrir a la sombra protectora de su hermano
mayor.
Andrea Villarreal nació el 20 de enero de 1881 en Lampazos
de Naranjo, Nuevo León. Lampazos de Naranjo es un poblado a 168 kilómetros de
Monterrey. El poblado es muy antiguo, fue fundado en 1698 por Fray Diego de
Salazar. En esa población solitaria en medio de un árido terreno del norte de
México, al parecer siempre existió una tradición liberal, que apoyó a Juárez.
Entre esos hombres y mujeres de ideas liberales se encontraba el padre de
Andrea, y su hermano mayor Antonio Irineo; Prospero Villarreal. Villarreal dio
a sus hijos, una educación excepcional para la época y en especial en el caso
de sus hijas, en aquellos días la educación de las mujeres se limitaba a
prepararlas para dirigir un hogar si es que existía algún tipo de educación.
En 1887, Prospero Villa fue uno de los fundadores de la
Sociedad de Obreros de Lampazos y en 1900 también fue uno de los fundadores de
un club liberal en el poblado que denunciaba la traición de Porfirio Díaz a las
Leyes de Reforma al haberse aliado con el clero católico y se solidarizó así,
como muchos otros en el país, con Camilo Arriaga que en San Luis Potosí había
lanzado su Invitación al Partido Liberal.
En 1901, el general Bernardo Reyes y un grupo de sus hombres entraron en
Lampazos para arrestar a todos aquellos relacionados con el club, los
Villarreal tuvieron como muchos mexicanos de la época que exiliarse en Estados
Unidos.
Primero en San Antonio, Texas y más tarde en San Luis
Missouri, lo Villarreal continuaron con su lucha política. Andrea se destacó
como una brillante periodista que colaboraba en Regeneración y El Hijo del
Ahuizote, así como para los pasquines socialistas que se publicaban en español
en Estados Unidos como La Estrella de
San Antonio.
En el exilio conoció a los hermanos Flores Magón y a Juan
Sarabia, Desde el exilio apoyó con su pluma a diferentes levantamientos previos
a la Revolución de 1910. Se dice, también, que escribió una carta dirigida al
Presidente Roosevelt pidiendo la liberación inmediata de su hermano Antonio que
había sido detenido junto con los Flores Magón y Juan Sarabia.
Poco después los Flores Magón, se deslindarían de Andrea y
de su hermano Antonio por considerarlos traidores a la causa anarquista al
apoyar al capitalista Francisco I. Madero y su lucha. Una vez iniciado el
movimiento revolucionario, el cónsul mexicano en El Paso, mandó una carta al
gobierno mexicano denunciando las actividades de Andrea y la describe como una
mujer que apoya a Madero y que es muy peligrosa. Años antes un diario de San
Luis Missouri, la había caricaturizado con un puñal en la mano y atacando al
presidente de Estados Unidos pidiendo la liberación de Juan Sarabia. Andrea
Villareal fue una mujer de un carácter fuerte y de no callar sus opiniones.
Durante los años de la lucha armada, Andrea se dedicó a
traficar armas y pasarlas a los maderistas. Una vez concluida la Revolución,
Andrea regresó a Monterrey y vivió en la capital del estado de Nuevo León. En
1939 participó en un concurso de poesía que organizó el Casino de Monterrey y
el cual ganó, el segundo lugar fue para el dramaturgo Rodolfo Usigli.
Su vida transcurrió en su constante interés por la realidad
social de México, en especial de Nuevo León, y a pesar de que su hermano se
vendió al sistema posrevolucionario del botín instituido por los sonorenses,
Antonio I Villarreal fue secretario de agricultura y fomento del gobierno de Álvaro
Obregón y Gobernador de Nuevo León, Andrea vivó de manera humilde.
Andrea Villarreal, otra de las olvidadas por la historia
oficial, murió el 19 de enero de 1963 en su natal Lampazos de Naranjo.
publicado en mamaejecutiva.net el 5 de abril de 2016
imagen puntocriticocultura.blogspot,com
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