Una gran parte de los mexicanos y de los miembros de las comunidades de actores, actrices, productores están de plácemes frente al estrepitoso derrumbe de la empresa de Chapultepec y San Ángel.
Armando Enríquez Vázquez
“Mal empieza la semana
para aquel que ahorcan en lunes” dice un singular adagio, de la misma
manera una empresa que anuncia ganancias no a costa de ventas, sino de recortes
de personal se encuentra en graves aprietos y ese, como todos sabemos, es el
caso de Televisa. Mal muy mal habrá de iniciar 2018 para lo que sea que vaya a
ser Televisa.
Pero ese no parece ser el mayor de los problemas que tiene
la empresa de telecomunicaciones. Desde el anuncio de Emilio Azcárraga Jean de
la salida de la presidencia de su empresa las acciones de la misma se han
desplomado de manera significativa y para muchos el hecho de que el dueño haya
decidido ceder el mando a dos personas diferentes, lejos de dar certeza a la
continuidad de la empresa parece ser una señal de una posible división, en el
mediano plazo, en al menos dos empresas diferentes. La misma estancia de Isaac
Lee como el que preside la división de contenidos de la empresa, pudiera
sugerir que en un momento dado Televisa podría ser devorado por Univisión y no
al contrario como se pensó siempre o crear una tercera empresa alejada de lo
que piensan Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia.
Televisa no ha dado pie con bola desde hace ya más de una
década. La percepción de los mexicanos de la marca es una de las peores. Por
otra parte, la plataforma de Internet de Televisa conocida con el ridículo
nombre de Blim, no sólo llegó tarde al mercado, si no qué como se recordará lo
hizo de la peor manera; lanzando la versión tropicalizada y con el lenguaje
chabacano de Televisa de la exitosa serie española de Antena 3 Grand Hotel. Algo similar sucede con el
rebranding de Cablevisión o con un nombre idiota como es el de Izzi.
Todo son especulaciones y rumores hasta el momento en el
otrora gigante de la comunicación en México. El reto no es fácil; sin
televidentes, con una, o todas sus marcas, desprestigiadas y cada día con menos
personal creativo, con los inversionistas abandonando un barco que da indicios
de hundirse gracias a la arrogancia y prepotencia de su dueño y sus cuates
vueltos vicepresidentes. El ejemplo más claro es el de la gradual desaparición
del otrora poderos José Bastón quien en septiembre dejó de manera definitiva de
formar parte de la empresa. Parece difícil que Televisa pueda resurgir de sus
cenizas, sobretodo cuando sus apuestas son actores tan pobres como “El Burro
Van Rankin” o productores poco talentosos como Rosy Ocampo. Una gran parte de
los mexicanos y de los miembros de las comunidades de actores, actrices,
productores están de plácemes frente al estrepitoso derrumbe de la empresa de
Chapultepec y San Ángel, pues creen ver nuevas oportunidades de trabajo, o de
contenidos más interesantes, lo que no es necesariamente cierto. La poca falta
de creatividad que hasta el momento ha demostrado Isaac Lee, quien parece más
el auditor que recibirá los escombros de Televisa a nombre de Univisión, otra
empresa que no se caracteriza por la calidad de contenidos puede ser un síntoma
de hacia dónde pretenden orientar la producción de la compañía.
Conquistar o reconquistar los espacios aire y de internet,
no sólo va a ser muy complicado para los dos presidentes y el vicepresidente de
contenidos. Ya no hay tiempo actualmente para posicionar canales de televisión
abierta o de paga.
En el hipotético caso de que la empresa se fracture y en un
plazo corto Azcárraga se vea obligado a vender uno, dos o todos sus canales, creo
que la crisis sería aún peor. La televisión abierta parece estar dando sus
últimos estertores, el fracaso económico de ImagenTV es un claro ejemplo de que
hacer televisión y vender tiempo aire ya no es el jugoso negocio con el lucró
Azcárraga Milmo en los ochenta y los noventa.
Algo similar sucede con la televisión de paga, ¿para qué
quiero cien canales sí sólo veo cinco o seis de ellos? Disney volvió a reportar
perdidas este año, incluso en su canal deportivo ESPN y ha decidido enfrentar de
manera directa a la competencia real: Netflix. El nuevo campo de batalla del
entretenimiento y los contenidos se encuentra en Internet y la empresa, o
empresas, que a partir de enero dirigirán Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia
necesita de manera urgente volver a hacer un branding de Blim, incluso no dejar
huella de esta plataforma si quieren ganar suscriptores, y también acabar con
los contenidos idiotas y simplones que reproducen en su plataforma. El público
de Internet no es el mismo de la televisión abierta y cada día es mayor la
brecha entre ambos.
Emilio Azcárraga Jean, Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia,
incluso Isaac Lee están obligados a hacer creer a todos que Televisa ve la luz
al final del camino, pero esa luz no necesariamente representa la salida de un
túnel, tal vez se trate del pase a mejor vida de la empresa de
telecomunicaciones.
publicado el 13 de noviembre de 2017 en roastbrief.com.mx
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