Hace un par de semanas observé como una cuadrilla de trabajadores del Distrito Federal pegaban enormes carteles frente de mi casa. Más tarde me enteré de que se trataba de una convocatoria a tomar parte en una consulta ciudadana sobre el presupuesto de la ciudad. La consulta se llevó a cabo el pasado domingo 13 de Noviembre en ciertas plazas y parques en donde se instalaron casillas para la consulta, lo único que se le pedía al ciudadano para participar en la misma era presentar la credencial del Instituto Federal Electoral.
La consulta se llevó a cabo sin pena ni gloria, sin mayor promoción. Yo solo vi dos carteles pegados a menos de 100 metros uno del otro, no hubo cobertura por parte de los medios. Ni propaganda en radio o televisión. El domingo en cuestión busqué en vano donde externar mi opinión.
Hace un par de semanas también el titular de la COFETEL, Mony de Swaan, anunció la realización de una consulta pública a nivel nacional acerca de la necesidad de abrir el espectro de la televisión abierta y otorgar una o dos concesiones más de cadenas nacionales. La consulta se realizará a través de Internet en dos etapas. La primera de registro que inició la semana pasada el día 14 de Noviembre y que concluirá mañana 22 de Noviembre. Una vez registrado los interesados en participar podrán contestar la consulta del 23 de Noviembre al 7 de Diciembre accesando a través de la contraseña que la Comisión Federal de Telecomunicaciones enviará al correo electrónico de cada solicitante. Tras llamarlos personalmente y comprobar algunos de los datos solicitados en el registro.
Una vez más la difusión y cobertura mediática de la consulta ha sido muy pobre limitándose a difundir a través de notas en los diarios el comunicado de la COFETEL.
El poder decidir acerca del uso de los recursos económicos de la Ciudad o de la importancia de contar con nuevos contenidos y más canales de diversión para el grosso de la población, es cada uno en su exacta medida, de importancia, al final del día ambos asuntos repercuten en los niveles de calidad de vida del hombre de a pie o en la apreciación de los mismos.
Crear consultas populares para ambos temas está muy bien siempre y cuando el hecho de realizar estas consultas ciudadanas sirva para la reflexión de las autoridades en cuanto a las decisiones a tomar y una vez tomadas se nos informe cuales fueron los criterios que dictaron esa decisión y cuán importante fue la opinión ciudadana vertida en las consultas públicas para alcanzar dicha decisión. De otra manera estas consultas ciudadanas se convierten en pantallas de humo. En demagogia pura.
¿Cuáles son los motivos que me llevan a dudar de las buenas intenciones detrás de estas dos consultas públicas?
Para empezar la falta de difusión de las mismas. Si alguien quiere realmente oír la voz de la ciudadanía hace lo que este a sus manos para poder llevar la noticia a los ciudadanos. Más del 60% de los mexicanos no leen periódicos y solo 27 millones de 112 tienen acceso a Internet. Parece entonces que la estrategia de COFETEL no sólo es inútil sino amañada, y en cuanto a la del GDF que parece ser más directa, la realidad es que es de una pobreza muy sospechosa.
Lanzar una consulta pública es costoso, pero si realmente la voz de los gobernados es importante, entonces se debe apostar a hacerla bien. Si sólo es una manera de maquillar las decisiones ya tomadas, entonces es una estupidez y una cobardía.
Segunda. En el caso del gobierno federal. ¿Qué nos hace a todos expertos en el tema de telecomunicaciones? ¿No sería más importante en tal caso hacer una consulta pública acerca de nuestra percepción de la educación pública en nuestro país? ¿Acerca de la reforma política que queremos los mexicanos y no la que conviene a los partidos políticos?
¿Por qué de pronto es tan importante saber si a los mexicanos nos interesa tener más canales de televisión abierta? ¿No es más trascendente saber si estamos de acuerdo con que PEMEX uno de los mayores generadores de dinero en el país, siga siendo paraestatal corrupta y caja chica de políticos, sindicato y funcionarios? ¿Qué opinamos los mexicanos de la inversión extranjera en otras industrias estratégicas para el país como la minería?
Si este fuera el principio de una nueva manera de gobernar; Bienvenida. Desgraciadamente parecen ser sólo los estertores de gobiernos, tanto el federal, como el del Distrito Federal, autoritarios, ineficaces y carentes de la idea de gobernar, tarea para las que fueron electos.
Punlicado en blureport 21 de Noviembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario