Desde hace algunas décadas una de las preocupaciones de médicos y científicos es la mayor resistencia de las bacterias a los medicamentos. Hoy existe una nueva posibilidad para atacar a los diminutos seres que nos enferman sin darles la opción de mutar y resistir el medicamento. La respuesta además es natural son bacterias
Tal vez a finales de la década de los ochenta en un documental de Discovery Channel , vi la historia de una científica que en la Rumania de Caucescu, había descubierto bacterias en el drenaje de Bucarest que atacaban cepas de bacterias dañinas al organismo humano. La mujer hablaba de las posibilidades de utilizar estas bacterias para atacar enfermedades en los seres humanos. La historia entonces me pareció interesante y durante muchos años permaneció como una historia más de las que vemos en los canales de la televisión.
También durante las últimas décadas los científicos han especulado con un hecho muy real y preocupante, las bacterias a lo largo de los años se vuelven resistentes a los antibióticos, los medicamentos que utilizamos para combatir enfermedades requieren cada día de un agente activo de mayor potencia y su efectividad se ve disminuida con el paso de los años. Por eso oímos hablar de antibióticos de primera, segunda, tercera generación y más. Se ha llegado al grado de decir que probablemente el lugar menos propio para un enfermo es un hospital y alguna vez leí en alguna revista de divulgación científica acerca de la posibilidad de que en un futro habrá que cerrar hospitales enteros por el tipo de “superbacterias” que se pueden llegar a desarrollar en un ambiente tan hostil para ellas.
La semana pasada me encontré con un artículo que hablaba de una “Bacteria Vampiro”. Su nombre científico es Micavibrio aeruginosavorus, como en el caso de las investigaciones rumanas que recuerdo haber visto hace tantos años, esta bacteria habita los drenajes y se alimenta de otras bacterias. Al parecer la alta contaminación de su hábitat y la necesidad de otras bacterias en el medio ambiente la convierten en un sujeto difícil de aislar y estudiar. Sin embargo, en un estudio de la Universidad de Virginia se ha podido lograr aislar al organismo y se estudia ya su genoma. Micavibrio aeruginosavorus ataca a su víctima succionando todos los nutrientes de la bacteria a la que se adhiere. Micavibrio aeruginosavorus “se pega” a las paredes celulares de su huésped, como una sanguijuela. De ahí el sobrenombre de “Bacteria Vampiro”. Este es un comportamiento inusual en una bacteria, las cuales por lo general toman los nutrientes del medio ambiente en el que se desarrollan.
Micavibrio aeruginosavorus ataca a cepas de bacterias específicas. Al parecer una de las presas favoritas de Micavibrio aeruginosavorus es una bacteria llamada Pseudomonas aeruginosavorus, la cual causa serias infecciones pulmonares en pacientes de fibrosis cística.
Los científicos esperan que estudiando el genoma de Micavibrio aeruginosavorus se pueda algún día “combatir el fuego con fuego”, a través de ingeniería genética desarrollar bacterias capaces de atacar a otras muy especificas y poder inyectar los microorganismos a humanos, logrando atacar la cepas de bacterias dañinas a nuestro cuerpo sin dañar a aquellas que son benéficas para nuestro organismo y también viven en él. Los estudios se encuentran en sus primeras fases pero, existe optimismo que esta sea una de las maneras con las cuales se puede atacar la mutación de bacterias, por extensión el surgimiento de nuevas “superbacterias”.
Existen otras bacterias depredadoras de bacterias que están siendo estudiadas, sus hábitats son de lo más variado, raíces, la tierra, heces fecales, ríos, estuarios, las aguas del drenaje. Todas ellas están siendo evaluadas como posibles antibióticos naturales. Algunas de ellas son:
Las bacterias del tipo Bdellovibrio, de las que existen tres especies; Bdellovibrio starrii, Bdellovibrio stolpii y Bdellovibrio bacteriovorus. Estas bacterias actúan de manera similar a Micavibrio aeruginosavorus, adhiriéndose a la membrana celular de su víctima y alimentándose de ella, este grupo de bacterias se utiliza hoy en día para purificar aguas contaminadas.
Algunas de sus presas favoritas incluyan a bacterias dañinas para los seres humanos como la Escherichia.
El grupo Myxococcales que incluye varias familias y géneros; viven tierra, el agua, y atacan a otras bacterias en grupo. De acuerdo a un investigador de la Universidad de Jerusalén, la mayoría de la myxobacterias muestran características de depredadoras y se alimentan de una gran variedad de bacterias vivas y muertas.
Las Cloroflexi son un tipo de bacterias que tienen procesos similares a las de la plantas y producen energía a partir de la luz solar, entre ellas el género Herpetosiphon es depredadora, como las Myxococcales atacan en grupo paralizando y inhibiendo el crecimiento de su víctima.
Vampirococcus es una singular bacteria, que se alimenta de Chromatium, una especie de bacterias foto trópicas, como Micavibrio aeruginosavorus se adhiere a la membrana celular de su presa y devora su interior.
Durante muchos años se pensó que las bacterias eran todas parásitos, dañinas para nuestra salud, hoy se sabe que en el mundo de las bacterias existen micro ecosistemas en los que habitan depredadores y presas, tal y como sucede en los macro ambientes que conocemos. La pregunta es muy sencilla. ¿Podemos utilizar a estos organismos para atacar a las bacterias que nos enferman?
La manipulación genética y el conocimiento de sus diferentes genomas pueden darnos la respuesta, por lo pronto los estudios están en marcha y existe la esperanza de poder atacar algunas enfermedades sin tener como efecto secundario la evolución de las bacterias en organismos más resistentes y por tanto dañinos.
Al parecer el conocimiento de Micavibrio aeruginosavorus es algo que tiene más de treinta años, y me pregunto a falta de haber encontrado información acerca de aquella científica que recuerdo en una clínica muy pobre de Bucarest, si no estarán sus investigaciones atrás de todo esto.
Publicado el 7 de Noviembre de 2011 en blureport.com.mx
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