Los primeros actos de un gobierno indican mucho del rumbo que habrá
de tomar ese gobierno y lo que veo en el gobierno de Miguel Ángel
Mancera desgraciadamente no parece alentador.
Armando Enríquez Vázquez
¿Hasta Donde Miguel Ángel esta maniatado por las tribus del PRD?
¿Hasta cuando lo van a apoyar o a traicionar? Estas preguntas se
hicieron a lo largo de la pasada campaña electoral en el DF, cuando el
candidato del partido gobernante en la capital del país, no era miembro
del PRD, si no un candidato ciudadano que le dio un triunfo claro y
contundente a la izquierda como ninguno de sus militantes hubiera
podido darles.
Hoy parece que los primeros errores de un gobernante al que no apoya
más que ciertos dirigentes del partido comienzan a suceder y el PRD como
siempre muestra algo que lo ha caracterizado la irresponsabilidad y el
crear fuego amigo.
Aprovechando las vacaciones y la falta de lectura de noticias,
los asambleístas del PRD quisieron por un momento jugar con poner un
impuesto sobre el alumbrado público. Y más tarde se salieron con la
suya modificando las leyes penales de la Ciudad para concertar la
liberación de los que el día primero de Diciembre causaron destrozos en
la Ciudad. Lo que muestran estas acciones es una gran falta de
responsabilidad de las autoridades del DF y de los asambleístas del DF.
Primero, por más que el Jefe de Gobierno diga que la idea del los
impuestos sobre el alumbrado público son responsabilidad de la Asamblea
Legislativa del DF y los siempre irresponsables legisladores de la
capital digan que es una orden del gobierno del DF. La verdad tiene que
ser puesta ante la opinión publica. Los impuestos que los capitalinos
pagamos son para crear y mantener la infraestructura de nuestra ciudad,
como sucede en todo el mundo.
El alumbrado Público es uno de los servicios para los que pagamos
impuestos. Los impuestos de los ciudadanos no son para pagar los
vergonzantes salarios de nuestros vergonzantes asambleístas, ni sus
prerrogativas. Ni para tapar los hoyos fiscales que haya podido dejar la
administración pasada, ni para pagar los próximos seis años de campaña
de AMLO y/o de Marcelo Ebrard. Los ciudadanos debemos dejar esto bien
claro y exigir que al contrario de buscar nuevos impuestos idiotas, los
asambleístas se reduzcan su dieta en más de un 40% y trabajen todos los
días del año. Y aunque los asambleístas ya hayan reculado, es momento de
recordarles que son nuestros representantes, que no son ni por mucho
autoridades y mucho menos gobernantes. Y hay que recordarle a Mancera
que lo elegimos los ciudadanos no los miembros del PRD.
Por otro lado modificar las leyes de la capital para permitir que los
vándalos que el pasado primero de Diciembre destrozaron negocios y
atentaron contra monumentos de la Ciudad pudieran salir de la cárcel de
manera fácil, no sólo es una irresponsabilidad, si no que descara de
manera inmediata que tras los actos del día primero esta la sombra de
AMLO y ciertas tribus del PRD. Por si quedaba alguna duda dos
legisladores del PRD salieron a pagar las fianzas de los detenidos.
Aquí el cinismo es doble, el de los perredistas, lopezobradoristas y
asambleístas por un lado y el de los inculpados por el otro. Hace ya dos
semanas el gobierno del DF rectificó y liberó a aquellos que fueron
víctimas de los atropellos de la policía y la pésima organización del
operativo. Tras las rejas quedaron los rijosos comprobados.
Todas nuestras acciones tienen consecuencias. Saber aceptarlas y
actuar de acuerdo a ellas es lo que nos hace responsables. Y si no, para
eso están las leyes para que cumplas con normas mínimas de convivencia.
Si atacas a ciudadanos y destrozas comercios con qué cara pretendes que
no se te encarcele. Si pretendes cobrarme por servicios por los que ya
te pagué como te atreves a pedir mi voto una vez más.
Hoy los tiempos han cambiado, como sociedad debemos exigir que esos
14 delincuentes sea encarcelados de nuevo y que los asambleístas de una
ciudad modelo no la echen a perder por sus ambiciones de poder y dinero,
por su mezquindad y por su apoyo a los grupos más radicales y
criminales de su partido.
Me gustaría oír al Jefe de Gobierno hablar en defensa de los
ciudadanos que para eso lo elegimos, al fin y al cabo él nos aseguró no
estar casado con ninguna de las tribus, y lo escribo en el sentido más
peyorativo de la palabra, del partido que lo llevó a la jefatura del
gobierno de la Ciudad de México.
Publicado el 29 de Diciembre de 2012 en blureport.com.mx
Imagen:pinktentacle.com
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