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viernes, 1 de junio de 2018

La Gran Ciudad de México.




Es necesario comenzar a pensar una forma más eficiente e igualitaria para gobernar la enorme zona metropolitana de la capital del país.
Armando Enríquez Vázquez

No se trata de una apología de la capital del país, sino de una reflexión que todos los habitantes de la Metrópoli debemos hacer en los tiempos de elecciones y ante el cambio de gobierno que tendremos en los próximos meses en la capital y en el país; la necesidad de redefinir los límites de la ciudad y como esto puede ayudar a los diferentes problemas de una ciudad que tiene en su zona conurbada más de 20 millones de habitantes, de los cuales únicamente alrededor de 9 millones viven en la CDMX.
El principal problema se da en las zonas donde la Ciudad de México limita con el Estado de Mexico; Iztapalapa que es una de las zonas conflictivas y peligrosas de la CDMX colinda con municipios tan o más problemáticos como Neza o Reyes La Paz esto provoca abusos tanto del crimen organizado como de las autoridades de las diferentes entidades federativas que repercuten de manera directa en la seguridad de la mayoría de los habitantes de la zona. Ecatepec el municipio más poblado del país aporta trabajadores y estudiantes a la Ciudad de México que viven en ella durante el día y utilizan sus servicios. Sin embargo, la parte importante de sus contribuciones son para el Estado de México, lo más preocupante es que Ecatepec también aporta grupos criminales que atacan a la ciudadanía de la Capital Mexicana y se refugian en la entidad aledaña.
Más allá de los evidentes problemas de seguridad, existen otras situaciones que son igual o más graves y afectan al conjunto de mexicanos que vivimos en el área metropolitana de la Ciudad de México; como transporte público, manejo de basura y de agua, vialidad, tarifas y servicios, entre muchas otras cosas. La actual división política de la capital del país y los municipios cercanos resulta inoperante.  
Unificar el precio del transporte público para las personas que tienen que cruzar a diario entre las dos entidades es urgente, al igual que las reglas de operación del transporte público concesionado y afectar de una vez por todas los oscuros intereses de los dueños y las autoridades que con ellos se encuentran coludidos para seguir operando de la peor manera posible, al crear un transporte digno y seguro. Con choferes calificados y obedientes de las reglas.
Definir que los impuestos sean los mismos en toda la zona metroolitana, para evitar que parte de la recaudación de las entidades que la conforman se pierda por los beneficios tramposos que otorga una entidad sobre la otra en ciertos rubros como tenencia,  y que en materia comercial se puede y debe calificar como competencia desleal. Crear una policía con políticas idénticas para toda la zona conurbada.
El establecimiento de políticas públicas reales para los más de 20 millones de personas que compartimos la zona metropolitana implica algo que hasta el momento ni los miembros del PRD y mucho menos los del PRI están dispuestos a hacer: Redefinir los límites territoriales de la Ciudad de México.
Aceptar que el Estado de México llegue a perder municipios como Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl, Chalco, Iztapaluca, Naucalpan, Cuautitlán, Huixquilucan, Atizapán de Zaragoza, entre otros significa perder a la clientela del PRI en el Estado de México y ceder el estado a una situación más democrática, de la misma forma la llegada de clientela del PRI a la CDMX implica peligro para la mal llamada izquierda que gobierna la CDMX.
Evitar las manipulaciones demagógicas de la federación de la situación jamás será la solución. No debemos olvidar que para el problema de contaminación en la CDMX a Mancera le fue impuesto por Enrique Peña Nieto, y el pusilánime ex jefe de gobierno de la CDMX lo aceptó. Un consejo metropolitano que incluye a Tlaxcala e Hidalgo que nada tiene que ver con la capital del país.
La creación de una política pública que estandarice a las nuevas alcaldías de la Ciudad de México y a los municipios que colindan con ella es en beneficio de todos los ciudadanos y puede generar beneficios tangibles a la ciudadanía que compartimos este pequeño espacio de la nación más allá de los intereses mezquinos y usureros de los partidos políticos y sus pequeñas mafias de poder.
Aumentar territorialmente a la CDMX, así como unificar políticas en esta zona del país es un verdadero imperativo que como muchos otros a nivel nacional se relegan por intereses de grupo o de partido. Hablar de esto está prohibido entre los políticos de la Ciudad de México y los del Estado de México, lo que demuestra que la capital y los municipios que la rodean son vistos únicamente como un botín de políticos y líderes como René Bejarano, su mujer, el priísta Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre o los panistas de Benito Juárez que se han enriquecido con sus negocios turbios con las constructoras, o peor chapulines como Fadlala Akabani que utilizó a la delegación para abrir una sucursal de su mueblería y hoy quiere volver a Benito Juárez arropado por Morena.
Como ciudadanos debemos exigir a las autoridades que elegimos un plan para homologar las reglas de seguridad, vialidad, impuestos, policía, agua de la CDMX y los municipios conurbados pues resulta absurdo mantener las cosas como hasta el día de hoy se han empeñado el PRI y el PRD por mantener.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Reconstruir



Es momento que más allá de la solidaridad demostrada en las semanas pasadas, exigamos a los gobiernos federal y locales reglas claras y nuevas para construir en las zonas afectadas.

Armando Enríquez Vázquez

Haciendo a un lado los discursos demagógicos de Enrique Peña Nieto y el lado oscuro que estos tienen, así como de la profunda incapacidad más allá de los discursos vacuos de Miguel Ángel y los pretextos y excusas del corrupto Graco Ramírez, lo único cierto es que en México se debe iniciar la reconstrucción del país. Pero lo primero es ser totalmente transparente en que es lo que debemos reconstruir y que no. Ya en la repartición de los primeros recursos la semana pasada se detectó a no damnificados enviados por los partidos políticos de izquierda de la capital, PRD y Morena, medrando con los recursos de quienes fueron realmente afectados con tal de crecer su clientela electoral.
A pesar de las fotografías que desde el día 8 de septiembre tras el primer terremoto y once días después del segundo sismo con epicentro en Puebla y Morelos, el gobierno federal se ha centrado en la destrucción al interior de ciertas zonas de las ciudades y pueblos, pero nada ha dicho acerca de los daños sufridos por la infraestructura carretera y de comunicaciones. Las fotos de puentes caídos y carreteras dañadas están en las redes, junto con las historias de quienes intentaron llegar a comunidades apartadas en Morelos y Puebla, puedo imaginar que algo similar sucede en Chiapas y Oaxaca. No se trata en muchos casos de caminos nuevos que se hayan construido bajo este sexenio, pero lo corrupto del secretario de comunicaciones y transportes Gerardo Ruiz Esparza y los funcionarios federales, prefieren omitir los hechos con tal de que su dependencia no vuelva a llamar la atención.
En el caso de la CDMX (Marca Registrada) donde la corrupción en delegaciones como Benito Juárez, Cuauhtémoc, Tlalpan y Tláhuac ha quedado manifiesta; edificios de reciente construcción se colapsaron causando muertes. Los delegados no han dado la cara a las víctimas, ni han agradecido a todos aquellos que hicieron y coordinaron lo que ellos no quisieron o pudieron hacer, la única excepción a medias ha sido Claudia Scheinbaum. Debemos señalar que la responsabilidad de la tragedia corresponde a delegados corruptos de Morena, PRD y PAN, pero sobre todo al revanchista bando de construcción emitido por Andrés Manuel López Obrador cuando era jefe de gobierno, quien actuando como siempre con el estómago y no con el cerebros castigó a Benito Juárez con la plaga de constructoras, porque el voto no lo fue favorable en la delegación, mismo trato aplicó a la delegación Miguel Hidalgo, pero en aquella demarcación la actitud de los delegados panistas ha sido totalmente diferente a los de Benito Juárez y han sido muy estrictos en materia de construcción.
Desde 1985 y ahora lo comprobamos en 2017 en la Ciudad de México existen zonas de riesgo, mismas que por desgracia son en parte donde se han asentado las nuevas construcciones y la voracidad de funcionarios y constructoras. Es momento que más allá de la solidaridad demostrada en las semanas pasadas y la que habremos de demostrar en los meses que siguen con nuestros hermanos damnificados, exijamos a nuestros empleados en el gobierno de la Ciudad reglas muy claras para la construcción en la capital del país y en especial en las zonas más afectadas. Colonias como Narvarte, Del Valle, Roma, Condesa, Juárez, Miravalle, Álamos, entre otras, deben frenar toda la construcción que se están llevando a cabo y estas ser revisadas a conciencia, todos y cada uno y se deben incluir hoy zonas como Coapa, Villa Coapa, Xochimilco que resultaron profundamente afectadas pero que la opacidad de las autoridades delegacionales y la falta de interés de los medios de comunicación tradicionales han omitido.
Lo que dicta la lógica tras lo que hemos sufrido en este último sismo, es que construcciones mayores de cuatro pisos no deben ser permitidas en estas colonias. Los grandes edificios de más de seis y siete pisos, en otras zonas de la ciudad, deberán de cumplir una reglamentación mucho más estricta que tenga como objetivo principal proteger la vida de los habitantes y usuarios de dichos edificios. En muchos de los predios de la Roma, Condesa, Narvarte y demás colonias afectadas se debe valorar la opción de crear zonas verdes de esas que Miguel Ángel Mancera se ha encargado de destruir y talar.
La inclusión de las delegaciones más sureñas de la capital como Tláhuac y Xochimilco en las que los delegados de Morena han demostrado su completa inutilidad y sólo ha quedado de manifiesto el malestar de los habitantes de Xochimilco, por ejemplo, sacando a patadas al corrupto embajador de la opacidad de Morena.
Por su parte Claudia Scheinbaum quien intenta salvar su candidatura a la jefatura de gobierno de la CDMX ha levantado demandas en contra de quien resulte responsable de funcionarios y ciudadanos para intentar limpiar el escándalo de la escuela Rebsamen, como si fuera lo único dañado en Tlalpan, falta muchas aclaraciones acerca de Galerias Coapa, donde un Liverpool y un Sears están a punto de colapsarse, del Tec de Monterrey y quienes son los responsables de que los puentes al interior de esa escuela se hayan derrumbado causando la muerte de 5 estudiantes y de las zonas habitacionales de esa zona que están severamente afectadas.
Es cierto que la tragedia del pasado 19 de septiembre no tiene comparación con la de hace treinta y dos años; el reciente sismo no fue de la misma magnitud del ocurrido en 1985, tampoco tuvo la misma duración. Esto debe obligarnos a reflexionar sobre lo que podría ocurrir en la ciudad con un desastre similar al de 1985. Es por eso qué resulta impostergable replantear el reglamento de construcción de la ciudad, y definir las zonas y el tipo de construcción que se puede llevar a cabo en cada zona de la Ciudad, sin pensar en revanchismo, ni clientela como lo ha hecho el PRD y ahora Morena. En la Ciudad de México no va a dejar de temblar y los números indican que en cualquier momento podemos esperar que otro terremoto de gran magnitud la sacuda.
De la misma manera somos nosotros los que podemos acabar con todos esos parásitos que viven gracias a nosotros y que de nada o poco hacen cuando verdaderamente se necesita que actúen y coordinación. Por qué no se reconstruye con las clásicas tarjetas de empresas afines al corrupto Peña Nieto y sus funcionarios, es con verdaderas ganas de ver a México de pie.
Hay que reconstruir la ciudad, las zonas dañada, pero ante todo un gobierno y unos gobernantes de la capital y del país, que cada día se han mostrado más incompetentes y mezquinos.

publicado en blureport.com.mx el 11 de octubre de 2017
imagen DeathTo Stock.com

domingo, 30 de diciembre de 2012

Responsabilidad



Los primeros actos de un gobierno indican mucho del rumbo que habrá de tomar ese gobierno y lo que veo en el gobierno de Miguel Ángel Mancera desgraciadamente no parece alentador.

Armando Enríquez Vázquez 

¿Hasta Donde Miguel Ángel esta maniatado por las tribus del PRD? ¿Hasta cuando lo van a apoyar o a traicionar? Estas preguntas se hicieron a lo largo de la pasada campaña electoral en el DF, cuando el candidato del partido gobernante en la capital del país, no era miembro del PRD, si no un candidato ciudadano que le dio un triunfo claro y contundente a la izquierda como ninguno de sus militantes hubiera podido  darles.
Hoy parece que los primeros errores de un gobernante al que no apoya más que ciertos dirigentes del partido comienzan a suceder y el PRD como siempre muestra algo que lo ha caracterizado la irresponsabilidad y el crear fuego amigo.
Aprovechando las vacaciones y la falta de lectura de noticias, los asambleístas del PRD quisieron por un momento jugar con poner un impuesto sobre el alumbrado público. Y más tarde se salieron con la suya  modificando las leyes penales de la Ciudad para concertar la liberación de los que el día primero de Diciembre causaron destrozos en la Ciudad. Lo que muestran estas acciones es una gran falta de responsabilidad de las autoridades del DF y de los asambleístas del DF.
Primero, por más que el Jefe de Gobierno diga que la idea del los impuestos sobre el alumbrado público son responsabilidad de la Asamblea Legislativa del DF y los siempre irresponsables legisladores de la capital digan que es una orden del gobierno del DF. La verdad tiene que ser puesta ante la opinión publica. Los impuestos que los capitalinos pagamos son para crear y mantener la infraestructura de nuestra ciudad, como sucede en todo el mundo. El alumbrado Público es uno de los servicios para los que pagamos impuestos. Los impuestos de los ciudadanos no son para pagar los vergonzantes salarios de nuestros vergonzantes asambleístas, ni sus prerrogativas. Ni para tapar los hoyos fiscales que haya podido dejar la administración pasada, ni para pagar los próximos seis años de campaña de AMLO y/o de Marcelo Ebrard. Los ciudadanos debemos dejar esto bien claro y exigir que al contrario de buscar nuevos impuestos idiotas, los asambleístas se reduzcan su dieta en más de un 40% y trabajen todos los días del año. Y aunque los asambleístas ya hayan reculado, es momento de recordarles que son nuestros representantes, que no son ni por mucho autoridades y mucho menos gobernantes. Y hay que recordarle a Mancera que lo elegimos los ciudadanos no los miembros del PRD.
Por otro lado modificar las leyes de la capital para permitir que los vándalos que el pasado primero de Diciembre destrozaron negocios y atentaron contra monumentos de la Ciudad pudieran salir de la cárcel de manera fácil, no sólo es una irresponsabilidad, si no que descara de manera inmediata que tras los actos del día primero esta la sombra de AMLO y ciertas tribus del PRD. Por si quedaba  alguna duda dos legisladores del PRD salieron a pagar las fianzas de los detenidos.
Aquí el cinismo es doble, el de los perredistas, lopezobradoristas y asambleístas por un lado y el de los inculpados por el otro. Hace ya dos semanas el gobierno del DF rectificó y liberó a aquellos que fueron víctimas de los atropellos de la policía y la pésima organización del operativo. Tras las rejas quedaron los rijosos comprobados.
Todas nuestras acciones tienen consecuencias. Saber aceptarlas y actuar de acuerdo a ellas es lo que nos hace responsables. Y si no, para eso están las leyes para que cumplas con normas mínimas de convivencia. Si atacas a ciudadanos y destrozas comercios con qué cara pretendes que no se te encarcele. Si pretendes cobrarme por servicios por los que ya te pagué como te atreves a pedir mi voto una vez más.
Hoy los tiempos han cambiado, como sociedad debemos exigir que esos 14 delincuentes sea encarcelados de nuevo y que los asambleístas de una ciudad modelo no la echen a perder por sus ambiciones de poder y dinero, por su mezquindad y por su apoyo a los grupos más radicales y criminales de su partido.
Me gustaría oír al Jefe de Gobierno hablar en defensa de los ciudadanos que para eso lo elegimos, al fin y al cabo él nos aseguró no estar casado con ninguna de las tribus, y lo escribo  en el sentido más peyorativo de la palabra, del partido que lo llevó a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México.

Publicado el 29 de Diciembre de 2012 en blureport.com.mx
Imagen:pinktentacle.com