Hace poco vi la serie de HBO The Newsroom la reflexión sobre lo que pasa en la industria de noticias en los Estados Unidos tristemente es muy similar a lo que pasa en nuestras pantallas televisivas.
Armando Enríquez Vázquez
La primera década del siglo XXI, nos trajo el estreno de una película reflexiva, basada en personajes reales de la historia reciente de los Estados Unidos, acerca de la coerción del poder de censura del gobierno norteaméricano sobre los medios en tiempos del McCarthismo y la fuerza de la verdad. Good Night and Good Luck. Dirigida por George Clooney y con la actuación en el papel principal de David Strathairn, intepretando al periodista Edward Murrow y su cobertura sobre las acciones del nefasto senador.
En la serie The Newsroom, producida por HBO, el discurso inicial de Jeff Daniels, protagonista de la serie, promete algo que la serie no es, una serie acerca de cómo se encubre la verdad en los medios informativos de los Estados Unidos. Lo que sí es la serie, además de un melodrama digno de Ismael Rodríguez, así de bueno, es una reflexión de cómo las noticias sólo están basadas en los ratings, en como antiguos conductores de noticias, que comentaban y editorializaban sobre la nota han desaparecido para dar espacio a lectores de telepromter, con más ganas de ser la mascota favorita de la audiencia y de los ejecutivos de la cadenas de televisión que de informar y como los negocios de los dueños de las estaciones de televisión, son los que dictan la pauta de los pseudo-periodistas que aparecen en pantalla.
Curiosamente cuando vi la mayoría de todas estas películas jamás pensé que algún día trabajaría como productor de un noticiero. Hoy que, ya estoy lejos de la producción de noticias, y no por mi voluntad, para desarrollar nuevos proyectos, estas películas y serie me han hecho reflexionar y recordar. La mayoría de los noticieros en las cadenas de televisión y radio en México sirven a los oscuros propósitos de los dueños de las cadenas. Televisa, MVS, Cadenatres, cada uno ha tenido que silenciar a quién por decir la verdad viola sus acuerdos y coqueteos con el poder, en el caso de MVS esa misma presión a la inversa, y gracias por los rating que no se perdieron, los obligó a revocar su decisión. Pero a diferencia de los casos de las películas y series mencionadas, yo ví a gente tan tonta, capaz de pegarse un tiro en el pie para silenciar a su voz más importante y con mayor credibilidad, por ser incómodo ante el poder naciente de las elecciones pasadas, no por insultar, ni calumniar, simplemente por cuestionar, que terminaron sacrificaron su propio canal y su rating por ser mascotas del PRI. Claro tienen lectoras de noticias que ni siquiera saben leer el teleprompter y su seriedad informativa radica en los chismes de espectáculos que son el perfecto reflejo de sus directivos y dueño. Porque para ellos más vale el servilismo y los negocios turbios que la credibilidad, experiencia y el nombre de un verdadero periodista.
Yo los incito a ver cada una de esas películas y la serie The Newsroom, disfrutarlas como
entretenimiento y después si quieren reflexionar y comparar con el panorama
nacional donde tantas películas o series acerca del tema se podrían hacer y sin
embargo la censura y los intereses de dueños de los medios se interponen con
una idea tan insultante como es la de hacer televisión interesante para los
mexicanos que sólo quieren ver sus telenovelas y futbol con, eso son felices, y para los que crean que la
frase surgió en Avenida Chapultepec o en los foros de San Ángel, mejor los
invito a que busquen en La televisión más abierta que nunca.
Una versión abreviada fue publicada en blureport.com.mx el 3 de Abril de 2013
Imagen:suizer.com
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