Armando Enríquez Vázquez
En los últimos días la prensa española ha popularizado la palabra Escrache, para denominar a un tipo de manifestación dirigida de manera directa en contra de una persona, un grupo de personas, una empresa o una institución mediante ir directamente a su domicilio o a sus oficinas y exponerlo, manifestándose con pancartas, llamando a los medios de comunicación.
Lo que se llama escrache, no es nuevo y como tal surgió en 1995 en Argentina. El organismo de derechos humanos llamado HIJOS, (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), convocó a manifestarse frente a la residencia de muchos de los implicados en la Guerra Sucia, que resultaron indultados por el entonces presidente Carlos Menem, con la intención de que todos en Argentina supieran quienes habían participado en el genocidio.
El vocablo de acuerdo con la Academia Argentina de Letras en su Diccionario del habla de los argentinos, está definido de la siguiente manera: denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos o de corrupción que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos. Pero la palabra aparece como lunfardismo, o sea el habla popular de los argentinos, desde 1879 aunque su significado entonces se relacionaba con estafar a una persona a través de un billete de lotería falso.
Esta forma de protesta se ha popularizado durante las últimas semanas en España, donde cientos de personas se han manifestados a las afueras de bancos, casas de banqueros y funcionarios, así como de algunos políticos, en referencia a los casos de desalojo por incumplimiento de pago de hipotecas en plena crisis financiera en España.
La reacción de los medios no se ha hecho esperar y mientras algunos se limitan a documentar las protestas, no han faltado las acusaciones y diatribas al escrache, calificándolo de acoso, antidemocrático, así como de atentar contra los derechos humanos de aquellos que son escrachados. Siendo sinceros es a este tipo de acciones a donde los gobiernos están llevando a los ciudadanos, es parte de la nueva forma de ejercer la democracia, o forma parte de las semillas de una nueva democracia más incluyente por retórico que esto suene.
Pero el escrache no sólo se ha llevado a cabo en Argentina y España, muchos países del continente americano han tenido demostraciones similares en su territorio a lo largo de este siglo; Chile, Perú, Uruguay, incluso en nuestro país, no encontré el dato preciso pero recuerdo en algún momento una manifestación en contra de un académico o magistrado en Coyoacán.
No sé si sea una manera correcta o no de manifestarse y me queda claro que pueden llegar a pagar justos por pecadores o crear una ola masiva de escraches injustificados, pero ¿No preferirían que se manifestaran enfrente de la casa de alguien a parar avenidas de las ciudades o carreteras por más de siete horas, con los males que todo esto conlleva?
Publicado el 8 de abril de 2013 en blureport.com.mx
Imagen: enpositivo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario