Un compuesto presente
en los plásticos se encuentra en centro de la polémica por los graves daños a
la salud con la que se le están atribuyendo.
Armando Enríquez Vázquez
Durante las últimas décadas los plásticos han estado en el
centro de muchas discusiones sobre la sustentabilidad. Esto debido a que su
degradación y reincorporación al medio ambiente es muy lenta y tarda miles de
años. La presencia de plásticos en diferentes ecosistemas a la mitad de los
Océanos, así como la existencia de la llamada Isla de Basura o Isla de
Plástico, que flota en el centro del Océano Pacifico Norte es más que una
prueba de esto. Los restos encontrados en el estómago de peces, aves y mamíferos. El papel
de trampas que juegan muchos de los residuos que desechamos sin mayor cuidado,
parece poco importante para los gobiernos de nuestro planeta. Finalmente el
plástico es uno de los grandes productos del siglo XX.
Pero el plástico no sólo resulta dañino por sí mismo,
algunos de sus componentes pueden ser incluso más peligrosos que el plástico.
Tal es el caso del Bisfenol A
conocido por sus siglas como BPA y que se encuentra presente en muchos tipos de
plásticos como el PVC, los plásticos de tipo ABS con los que se fabrican los
garrafones de agua de 19 litros, defensas de automóviles, tuberías, así como en
las resinas epoxicas.
Este componente ha sido señalado desde hace mucho como un
agente carcinógeno, y ahora de acuerdo con estudios de endocrinólogos y
toxicólogos; el Bisfenol A puede
estar relacionado con problemas en el sistema endocrino, y puede especialmente
dañino para los infantes, sin embargo muchos juguetes y las mismas botellas y
biberones para bebés suelen contener Bisfenol
A. La regulación en Europa planea implementar medidas restrictivas contra
el uso del compuesto y en Canadá y Dinamarca ya existen prohibiciones para su
uso en juguetes y botellas. Pero incluso los recipientes donde acostumbramos
guardar la comida o en donde ponemos el lunch escolar de nuestros hijos pueden
contener Bisfenol A, por lo que se
recomienda el uso de recipientes de vidrio sobre los de plástico.
Los estudios efectuados tanto en Estados Unidos, como en
Europa, relacionan al Bisfenol A con desordenes
de comportamiento, cáncer de seno, como lo demostraron las pruebas efectuadas
por Ana Soto, una bióloga celular en la Universidad de Tuft de la Escuela de
Medicina de Boston. Cáncer de próstata, daños a los fetos humanos, efectos en
la fecundidad, todo esto en pruebas con animales de laboratorio. Hiperactividad
y una mayor sensibilidad a drogas ilegales fueron otros de los hallazgos que se
encontraron en animales sujetos a pequeñas dosis de BPA. Incluso existen estudios
que suguieren que pequeñas dosis de sustancias como el BPA, a los que se conoce
como disruptores endocrinos pueden ser más perjudiciales que dosis altas.
Desgraciadamente a gobiernos como el de los Estados Unidos
este tipo de evidencias los tienen sin cuidado y al contrario, en los últimos
meses se ha desatado una polémica tratando de minimizar los hallazgos de sobre
las características perjudiciales del Bisfenol
A. Lo cual sólo perjudica a los consumidores y beneficia a los grandes
fabricantes de plásticos.
En México se ha hecho caso omiso a los estudios y resultados,
incluyendo algunos hechos en universidades nacionales, como el que llevó a cabo
la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en colaboración con el Instituto
Potosino de Investigación Científica y la española Universidad de Granada,
publicado en junio de 2011 en el Bulletin
of Environmental Contamination and Toxicology sobre el BPA y que demostró la presencia del
compuesto en biberones, juguetes y
envases para comida que consumimos en nuestro país.
Publicado en blureport.com.mx el 23 de Septiembre de 2013
Imagen:earthtimes.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario