Una de las primeras
mujeres en aparecer como reportera de televisión en Estados Unidos se limitó
siempre a creer, que una noticia es una noticia y no tiene género.
Armando Enríquez
Vázquez
Cuando la televisión abierta comenzó a llevar a cabo sus
transmisiones jamás pensó en que una mujer pudiera hacer reportajes de tipo
político y presentarlos a cuadro, sin embargo, ante la ausencia de reporteros
hombres en una asamblea de la ONU, no le quedó otra a la cadena ABC, que
designar a Pauline Frederick para que lo hiciera, este hecho sucedido en 1948
marcó un hito en la carrera de la periodista, el camino que la había llevado a
ese momento ya la anunciaba como una de las periodistas más importantes de sus
días.
Pauline Frederick demostró a los directores y dueños de los
medios masivos de comunicación en Estados Unidos que una mujer sí puede tener
credibilidad como reportera y periodista. Incluso en 1976 se convirtió en la
primera mujer en ser moderadora de un debate presidencial en Estados Unidos. Y
para todas las mujeres reporteras de televisión es sin duda una referencia en
la lucha por romper con el techo de cristal de la información y la televisión.
Pauline Frederick nació en el pueblo de Gallitzin en Pensilvania,
el 13 de febrero de 1908. Frederick comenzó su carrera como periodista mientras
estaba estudiando la preparatoria y cubría algunas notas para medios locales
del pueblo de Harrisburg, donde ella vivía.
Estudió en la American University de Washington, ciencias
políticas y se graduó con una maestría en derecho internacional.
Cuando buscó trabajo como periodista, le fueron asignados
temas que los editores de los medios consideraban para mujeres, los temas de
relevancia eran sólo para reporteros hombres. Entre esas asignaturas existió
una conferencia de mujeres centrada en cómo conseguir un marido. Frederick
realizó su trabajo de la mejor manera y hasta fue felicitada por él, pero
muchos años después confesó que no se había tratado de ningún tipo de noticia,
y que una noticia era una noticia, sin importar el género del reportero que la
cubre, y que en aquella ocasión no había habido ninguna noticia, de hecho, ella
no había aprendido nada de esa conferencia de mujeres y que muy probablemente
lo mismo había sucedido a las asistentes.
Los diplomáticos de Washington rechazaban ser entrevistados
por Frederick, por lo que comenzó a entrevistar a las esposas de los
diplomáticos, en 1939 la directora de programas para mujeres en NBC, la
contrató para entrevistar a la esposa del presidente de Checoeslovaquia, en el
momento en que aquella nación era invadida por los ejércitos Nazi. Más tarde
Frederick se convirtió en reportera de la II Guerra Mundial, cubriendo en los
juicios de Nuremberg. Viajó al norte de África en 1945 y fue la primera reportera
extranjera en transmitir desde China en 1945, cuando las fuerzas de Mao
retomaron la lucha para imponer el comunismo en el país del lejano oriente. En
1948 hizo la cobertura para televisión de las convenciones políticas de Estados
Unidos. Durante los primeros años de su carrera ninguna de las grandes empresas
de radiodifusión le ofreció un contrato de planta, a pesar de su trabajo los
dueños y directivos seguían pensando en que las audiencias no creían en la
credibilidad de una reportera.
Finalmente, primero ABC y después NBC le ofrecieron un
contrato. Frederick trabajó por veinte años como la corresponsal de NBC en la
ONU, de 1953 a 1974. Comenzó a trabajar ese mismo año para la cadena de
radiodifusión pública de Estados Unidos (NPR) como comentarista y analista
internacional hasta 1980.
Pauline Frederick se casó en 1969 a la edad de 61 años, con
el periodista Charles Robbins.
El 6 de octubre de 1976 Frederick se convirtió en la primera
mujer en moderar un debate presidencial en Estados Unidos, entre el presidente
Gerald Ford y su oponente Jimmy Carter. También, fue la primera mujer en ser
electa presidente de la Asociación de Corresponsales de la ONU y recibió
diferentes reconocimientos a lo largo de su vida incluyendo 23 Doctor Honoris Causa que le otorgaron
diferentes universidades.
En una entrevista que le concedió a la escritora Judith
Marlane, Frederick comentó: “Cuando un hombre envejece se le considera un
interesante, mientras que una mujer cando envejece y comienza a lucir algunas
arrugas se piensa que llegó al final”.
Murió el 9 de mayo de 1992 en Lake Forest, Illinois.
publicado en mamaejecutiva.net el 12 de junio de 2017
imagen:alchetron.com
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