Uno de los juguetes favoritos de los niños es el oso de
peluche y como todos los niños son diferentes, sus osos deben ser únicos. Esta
empresa además construye emociones.
Armando Enríquez
Vázquez
Los osos de peluche son un antiguo juguete, que ha sido a lo
largo del siglo XX exaltado de diferentes maneras, en Estados Unidos se
popularizó a partir del presidente Teodoro Roosevelt y han creado una leyenda
maniquea y chauvinista al respecto, porque es muy de ellos creerse los únicos
en tener creatividad en el mundo.
Son diferentes países los que se atribuyen el origen de los
osos de peluche, lo cual de alguna manera es irrelevante porque el oso es un
antiquísimo totem y siempre ha estado en manos de adultos y niños de diferentes
formas. Pero dentro de la importancia que representan en el nicho del mercado
infantil los juguetes de peluche, en 1997 una mujer revolucionó el mercado con
su idea de poner una tienda de dedicada a la fabricación de osos de peluche en
un principio, hoy existen diferentes animales, muñecos y franquicias que se
vende de manera exitosa y los cuales pueden ser personalizados por los niños
hasta cierto punto. El nombre de esta exitosa empresaria es Maxine Clark.
Maxine nació en Coral Gables, Florida, el 6 de marzo de
1949, estudió periodismo y arte en la Universidad de Georgia y trabajó desde
1971 en diferentes empresas dedicadas a las ventas a tiendas departamentales,
en las que fue escalando la escalera ejecutiva. En 1992 era presidente de Payless
Shoesource, una empresa de venta de calzado por catálogo, aunque cuenta
también con tiendas física, así como venta en Amazon, puesto al que
renunció en 1996. Su gran idea vino a mediados de los años noventa del siglo
pasado cuando de compras con una amiga y su hija, y al no encontrar un juguete
diferente de un tipo especial que la niña coleccionaba, la niña expresó que se
podía hacer uno diferente en casa, gracias a su conocimiento del mercado y de
su gran olfato para las oportunidades, decidió crear una tienda en la que los
niños pudieran armar un oso de felpa a su gusto y de esta manera darle la
oportunidad al infante no sólo de crear un peluche a su gusto, si no de
llevarse una experiencia capaz de ligar al niño o niña de manera emocional con
su juguete, la cual se sella cuando el niño pone un corazón de plástico a su
peluche, que en versión actual tiene una versión que emite latidos.
En octubre de 1997, Build-A-Bear Workshop abrió las
puertas de su primera tienda en un centro comercial, llamado Galerías en la
ciudad de San Luis, en el estado de Misuri, en Estados Unidos. Hasta la fecha
las oficinas centrales de Build-A-Bear se encuentran en ese estado en la
ciudad de Overland y esa primera tienda aún se puede encontrar en Galerias en
San Luis. En menos de 10 años Build-A-Bear tenía presencia en cuarenta
estados norteamericanos y ciudades de Canadá. Hoy existen más de 400 puntos de
venta en todo el mundo, incluidos cinco en la Ciudad de México y el área metropolitana
del Estado de México y otra en Torreón Coahuila.
La primera idea para el logo de Build-A-Bear Workshop,
era un poco barroca y mostraba a varios osos de peluche construyendo a otro, en
él se ven escaleras, un carrete de hilo, una regla “L”, uno de los osos peina
el peluche del oso en “construcción”, mientras que otros dos le introducen el
corazón distintivo. La escena está encerrada por un marco azul circular y por
las frases Build-A-Bear Workshop y mientras que en la parte exterior del
circulo se lee: Where Best Friends are made. (Donde se hacen los mejores
amigos). Este logo se mantuvo hasta 2013, año que también marcó la salida de
Maxine Clark como CEO de Build-A-Bear Workshop. Entonces el logo se simplifico;
únicamente dos osos trabajaban en la construcción del oso gigante; uno esta en
una escalera, mientras que el segundo sólo esta introduciendo el corazón en el
oso. Desapareció el slogan manteniéndose únicamente el nombre de la empresa.
Este logo vivió sólo dos años y 2015 fue remplazado por uno donde sólo se ve la
cabeza sonriente de un oso de peluche enmarcada por un arco que dice Build-A-Bear,
mientras que en la parte inferior se lee Workshop, con cada letra de
diferente color y diferente textura. Este logo continúa siendo el que
representa a la empresa.
Build-A-Bear Workshop fue uno de los primeros modelos
de negocio que intentó personalizar el gusto de su consumidor además de crear
una experiencia personal del comprador. El uso del naciente comercio en
Internet, fue algo que Clark aprovechó para implementar un programa de
lealtad del cliente que le sirvió para investigar los intereses de sus
clientes y así desarrollar productos para los osos que resultaron exitosos,
gracias a ellos se confeccionaron nuevas ropas y accesorios para los peluches,
se crearon y ofrecieron diferentes animales y sobre todo fue fundamental para
comenzar a comprar franquicias. Las primeras fueron Disney y la Liga Mayor de
Baseball.
El proceso como lo ideó Clark inicia en el momento que el
niño elige el cuerpo del personaje o animal, rellena el muñeco con un material
sintético y el niño le pone ojos y lo viste como quiere, o al menos eso le
hacen pensar al niño y al padre pues las franquicias sólo ofrecen paquetes más
o menos rígidos de accesorios y vestimenta, lo que ha vuelto a los osos
bastante más estandarizados de lo que
Clark en un inició planeó. Claro son tantos los paquetes qué, al niño le queda
la idea de que su oso en único, personalizado.
En 2006
Maxine Clark publicó un libro titulado: The Bear Necessities of Business:
Building a Company with Heart. No
se trata de una autobiografía, si no que pretende que los entrepreneurs tengan
las herramientas y la visión correcta para construir su propio negocio,
basándose en la experiencia de Clark.
Clark es aún la principal accionista de Build-A-Bear
Workshop, pero desde que dejó la dirección de la misma se visto envuelta en
diferentes proyectos con niños y mujeres emprendedoras.
publicado en thepoint.com.mx el 17 de febrero de 2020
imagen buildabear.com
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