Armando Enríquez Vázquez
No cabe duda que Internet como proveedor de contenidos es el
gran ganador de la pandemia, lo logrado a lo largo de la década, y que
obviamente no tiene vuelta atrás se aceleró. Los youtubers y los
bloggers vieron la posibilidad de atraer nuevas audiencias sobre todos en
aquellos hasta el momento reticentes por ocupación o edad que no eran grandes
consumidores de los contenidos en Internet.
Para muestra solo basta ver el incremento desproporcionado
en la publicidad que se exhibe en Youtube en estos días. Sin embargo,
los videos de Youtube o de cualquier plataforma, especialmente Netflix,
Amazon Prime, Disney, Crunchi Roll y todas las demás implican que la
audiencia se siente y tenga el tiempo para poner su atención en ellos. Una de
las grandes ventajas, hasta la fecha, del radio sobre la televisión es que
escuchar, no implica detenerse y dejar de hacer otras actividades. El problema actual
del radio en México, es que fuera de un loop continuo de noticias y programas
deportivos, no tiene mucho más que ofrecer. Hoy la oferta de música de cualquier
estación de radio ha sido fácilmente sustituida por los play list
personalizados.
En los días del work office y después de algunas
horas de saturación musical se antoja tener contenidos que ofrezcan algo más
que los tonos amarillistas, oficialistas o sesgados de todos los noticieros de
radio. Historias y narraciones ficticias o no, comedia o drama diferentes a los
contenidos de siempre en las bandas de AM o FM, es ahí donde entra el podcast.
El formato del podcast va cobrando relevancia y se ha
convertido este año en una excelente opción para poder llevar a cabo diferentes
actividades y escuchar, el podcast es la evolución de los formatos
radiofónicos, con la ventaja y la característica imperativa del Internet del On
Demand, y obviamente unido a la libertad y creatividad de autores y
productores en una competencia que es democrática y en una gran cantidad de las
propuestas depende del gusto de quien creó y desarrolla el podcast.
La oferta es rica en historias de crimen y paranormales,
temas siempre muy atractivos que siempre estuvieron en la radio hasta la
llegada solemne, absurda, poco creativa, pero muy segura para los serviles
dueños de las estaciones de radio. Serviles frente a políticos, y a las
políticas de los anunciantes.
Mientras que en la radio y televisión uno de los problemas
es tener las mismas voces y opiniones en ambos medios, eso sin contar los
diarios, creando eso a lo que ellos de manera soberbia y pomposa autodefinen
como comentocracia y que no dejan de estar subordinados a los dueños de los
medios, que, como ya quedó claro arriba, a su vez en muchas ocasiones se
encuentran subordinados a otros poderes e intereses políticos y económicos.
Creando un disco rayado y sesgado que no permite el dialogo. El podcast es
democrático al menos eso pretende, pero uno de los problemas es la repetición ad
nauseum de temas. Por ejemplo, el abuso y repetición en diferentes voces de
temas de asesinos seriales o fenómenos paranormales. Entonces lo relevante,
como debe ser en un mercado de oferta y demanda, se vuelve quien, como y cuando
lo cuenta. En un muy amplio espectro de todos colores y matices, lo que hace la
diferencia es la empatía que pueden provocar los conductores en el escucha.
Algo que no hay que perder de vista es que las audiencias de los podcasts en
estos meses han crecido en los sectores de mayor edad y muchos están buscando
contenidos más allá del chiste barato o de la vulgaridad que provoca la risa
fácil y de la misma manera investigadores, comunicadores, periodistas y
creadores al verse encerrados se han vuelto hacía el formato.
También están la originalidad y creatividad que otro tipo de
podcasts, herederos de la radionovela y de los reportajes de fondo ofrecen a
los escuchas.
El podcast nació en 2004, cuando un programador de videos de
MTV de nombre Adma Curry, junto con Dave Winer, un desarrollador de sistemas, crearon
ipodder. Curry continúa produciendo podcast en formato profesional
llamado No Agenda Show que se empezó a transmitir en 2007. Curry va
marcando una agenda que defiende la libertad que tiene todo mundo de expresar
sus ideas. Algo que Curry de manera muy clara no mezcla con la libertad de
expresión. Curry incluso creó un premio anual para el formato. El podcast ha
sido un formato tremendamente popular en Estados Unidos, y en México ha
encontrado en este año de pandemia a muchos mexicanos produciendo y escuchando
podcasts de todo tipo. El podcast no necesita producirse en un estudio y
tampoco consume mucha postproducción, existen exitosos podcasters en el mundo
que graban encerrados en el closet de su cuarto o en un cuarto y hoy muchos lo
hacen a través de teléfonos y de Zoom.
El podcast tiene todos los géneros del radio, sin tener que
pasar por la censura o agenda de las estaciones, los patrocinadores o del
gobierno. En otras entregas ya he hablado de algunos podcasts de ficción que se
han convertido en series de televisión y lo mismo sucede con investigaciones
periodísticas que se han convertido en documentales en las principales
plataformas de video.
Las cadenas y medios tradicionales creen haber evolucionado,
al menos eso dicen y lo repiten hasta el cansancio al pegar su programación
para que esté disponible On Demand, tristemente desvirtuando lo que es
un podcast. Uno de esto mal llamados podcasts aparece entre los más exitosos en
México; el programa de radio Martha Debayle cortado en sus secciones que además
marcan los cortes comerciales. La comunicadora y empresaria ha diversificado la
presentación de sus contenidos diarios. Pero sin ofrecer novedad ni entender
las ventajas del podcast. Sólo se limita a promover en plataformas distribuidoras
de podcast como Spotify, su producción. El
podcast nacional más escuchado de acuerdo con chartable.com, una
aplicación que ayuda los anunciantes y casas productoras, es Leyendas
Legendarias conducido por los comediantes juarenses José Antonio Badía y
Eduardo Espinosa quienes en tono desenfadado y muy natural hablan de crímenes y
fenómenos paranormales, creando un podcast atractivo y popular, que destaca de
los miles de podcasts sobre crímenes o fenómenos paranormales por la
personalidad de estos showmen. Seguidos por los clásicos y poco
innovadores standuperos y comediantes populares con los jóvenes. Llama
la atención un podcast muy interesante del que hablaré en la siguiente entrega
llamado La Verdadera Historia de México.
El podcast está vivo y evolucionando. Para muchos
anunciantes pequeños es una buena opción y para los medios tradicionales
representa la oportunidad de realmente permitir contenidos que no se atreven o
pueden poner en sus concesiones y ganar audiencias que están cansadas de su
oferta diaria.
publicado en roastbrief.com.mx el 12 de octubre de 2020
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