La serie tiene formato de thriller alejándose de la inglesa. El oscuro gótico se convierte en un brillante y estética visión perversa de California. Con referencia a películas como L.A. Confidential, Chinatown, El aviador y Zoot Suit.
Armando Enríquez Vázquez.
En 2014 la BBC
estrenó la serie Penny Dreadful, creada por el guionista y productor
estadounidense John Logan y con un gran reparto que incluyó a Eva Green, Josh
Hornet, Billie Piper, Rory Kinnear y Timothy Dalton. La historia situada a
finales del siglo XIX es un pastiche de historias de terror; vampiros,
espiritismo, posesiones, hombres lobos. La serie que tuvo muy buenas críticas, aunque
no pudo superar las tres temporadas y quedó como sucede en muchas series
inconclusa, para mi gusto la serie fue sobrevalorada y todos los talentos
utilizados fueron desperdiciados.
Por eso tarde
mucho en acercarme al spin off titulado Penny Dreadful; ciudad de ángeles,
que sucede en Los Ángeles en la década de los treinta, anterior a la II Guerra
Mundial y me llevé una gran y agradable sorpresa. Lo cierto es que no se le
puede llamar un spin off porque nada tiene que ver con la primera y el único
actor que repite es Rory Kinnear en un papel totalmente diferente al de la
serie inglesa. Mientras que en la primera interpretaba a la criatura del doctor
Frankenstein, en la situada en California es un emigrante alemán que vive en
Los Ángeles y es líder de la comunidad alemana en la ciudad.
La serie tiene un
formato de thriller alejándose de la primera serie llena de forma exagerada de
situaciones sobrenaturales. El oscuro gótico de la primera parte, se convierte
en una brillante y estética visión de una perversa California. Con claras
influencias y referencia a películas como L.A. Confidential, Chinatown, El
aviador, que escribió el mismo Logan, y hasta una innegable influencia, en
las coreografías del salón de baile de los pachucos y la personalidad del
principal pachuco Fly Rico (Sebastián Chacón), de la extraordinaria cinta de
Luis Valdez Zoot Suit. La historia se basa en la dualidad de la vida y
la muerte, del orden y el caos, mal representado porque se utiliza a la Santa
Muerte como un agente benévolo. La historia tiene que ver también con la diferencia
entre la religión y el fanatismo. Acerca de la muy libre de interpretación del
cristianismo que existe entre millones de mexicanos que hacen un sincretismo
con el pasado indígena, la ingenuidad patológica de ciertos sectores
anglosajones que creen en pastores o personalidades que crean cultos-negocio y
la fe ciega de los fanáticos como en el caso de la serie los seguidores Nazi.
Entre los grandes
aciertos de la serie se encuentra la forma de abordar el problema de los
mexicanos migrantes y nativos, y la representación política de pachucos y aaquellos
mexicanos y mexico-americanos que históricamente se definían como chicanos, un
término que les daba identidad y los diferenciaba de los demás migrantes de
Latinoamérica, lo que más tarde en los años setenta anuló de manera muy
maquiavélica Nixon al implementar y rasar a la población hispano hablante sin
importar su origen diluyendo a la innegable mayoría de origen mexicano con el
término hispano.
La historia es
interesante, las líneas narrativas atrapan al espectador, pero sobre todo las
actuaciones hacen una serie sólida. Natalie Dormer, que interpretó a Marjorie
Tyrell en Juego de Tronos, destaca con los diferentes papeles y
caracterizaciones que tiene en la serie como las diferentes caras del caos de
la provocativa pachuca a la invisible pero maquiavélica secretaria del concejal
de Los Ángeles enamorado de un agente Nazi. Adriana Barraza como la matriarca
de la familia mexicana, que sirve de unión entre los hijos, todos con
diferentes intereses, además de ser una chamana poderosa protegida por su
nahual; el coyote. La experimentada actriz norteamericana Amy Madigan como la
madre explotadora de la predicadora y que tiene una de las secuencias más
aterradoras de la serie, cuando desde un rincón oscuro recibe a su hija, la
Hermana Molly (Kerry Bishé), de su escapada con el detective Santiago Vega
(Daniel Zovatto). Una secuencia de una sutileza y brutalidad pocas veces vista
en la televisión norteamericana.
También está el veterano
actor teatral Nathan Lane que hace del policía judío compañero del mexicano, un
par de indeseables dentro de un cuerpo policiaco anglosajón.
El ingrediente
del racismo infaltable en una narrativa interracial en Estados Unidos se
fortalece con la presencia de agentes encubiertos Nazi y la comunidad
germano-americana simpatizante con Hitler. La corrupción rampante en Los
Ángeles, ya muy trillada en muchas otras cintas y series, también esta presente
en Penny Dreadful, ciudad de ángeles.
Las conspiraciones políticas y las alianzas entre las
diferentes esferas de poder, mientras la unión familiar y el amor se contrapuntean. Mientras que el elemento
sobrenatural se reduce por lo pronto en esta primera entrega a ese delicado
balance entre el caos y la normalidad. El enfrentamiento entre el ying y el
yang para poner a los hombres a prueba sobre todo a Santiago premio que ambos
extremos quieren. El caos representado por Natalie Dormer y el trágico orden de
la Santa Muerte interpretada por Lorenza Izzo, se encuentra como historia
bíblica en el centro de la trama. La Santa Muerte que protege a Santiago desde
la infancia, cuando su hermana siniestra quema al padre de Santiago en los
campos de la pisca frente a los ojos de Santiago y intenta infructuosamente de
tocar el corazón del detective para qué cometa algún exceso que lo expulse del
paraíso.
Penny Dreadful, ciudad de ángeles vale la pena verse.
Imagen Amazon Prime
publicado originalmente en roasbrief.com.mx en enero de 2021
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