A ninguno de
los candidatos parece realmente importarle la Ciudad, más de lo que le ha
importado a las administraciones pasadas.
Armando Enríquez Vázquez.
En plena campaña
electoral por la jefatura la Ciudad de México, la capital ha sufrido al menos
seis emergencias ambientales, entre ellas una de las más larga en la historia
de la capital, afectando la vida diaria y la salud de los capitalinos. Los
candidatos callan al respecto y se enfocan en atacarse unos a otros por sus
corruptelas y sandeces sin importancia.
Los gobiernos de
la Ciudad de México y antes del Distrito Federal se han negado a hacer estudios
o a decir en caso de que estos existan de cuál es el impacto real de la
contaminación en la vida del habitante de la capital.
La incidencia de
cáncer, enfisema pulmonar, y otras enfermedades respiratorias no están medidas
por las autoridades de la ciudad y tampoco aceptan sobre todo en la
administración de la Candidata Claudia Sheinbaum que haya impactos de las
contingencias en la salud de la ciudadanía.
Desde los ochenta
bajo la regencia del PRI cuando hubo una muerte masiva de aves por la
contaminación en la ciudad, ningún gobernante se ha atrevido a enfrentar el
problema y todo lo que tenemos son paliativos que nacen de un programa hoy
obsoleto llamado “Hoy no circula”. Cómo si el único problema fueran los vehículos
de combustión interna y los parques industriales del norte de zona
metropolitana no fuera otra fuente importante de gases contaminantes.
Si bien una de
las mejores alternativas para circular en la ciudad es el metro. La falta de
mantenimiento y de inversión que los gobiernos de la mal llamada izquierda
mexicana lo han convertido en un transporte chatarra. El metrobús una verdadera
opción carece de logística y por lo tanto de pronto su disponibilidad como en
el caso del metro es azarosa pero como en el caso del subterráneo en general es
funcional, a diferencias del metro, el metrobús es un transporte que aún tiene
mantenimiento y luce limpio tanto en estaciones como en las unidades.
Durante la pasada
administración de Claudia Sheinbaum, alrededor de 22 días y 14 con los cuatro
que van del 13 de mayo de 2024 corresponden al gobierno de Martí Batres,
incluyendo la contingencia más larga en la historia de la ciudad, han sido
muestra clara del desprecio de Morena por el bienestar ciudadano. Morena,
obviamente, no es el único responsable del desastre, PRD y PRI tienen parte de
la responsabilidad, pero también nosotros los ciudadanos formamos parte de los
responsables, al adquirir automóviles a la primera provocación para no dejar de
circular y sobre todo al ser incapaces de ejercer nuestra ciudadanía y exigir a
los funcionarios electos que hagan su trabajo.
Así también,
debemos revisar y exigir al próximo gobierno de la capital, la urgencia de
reforestar la capital en lugar de continuar con la tala indiscriminada de los
bosques cercanos a la mancha urbana que en el caso de Tlalpan fueron los
gobiernos del PRD y Morena los que permitieron la tala clandestina en el
Ajusco. Y fue durante el gobierno de Sheinbaum que el corte de los árboles de
la Ciudad de México ha eliminado zonas de sombra y de equilibrio del
ecosistema.
La falta de árboles, no solo contribuye a factores como la
elevación de la temperatura de la superficie de la Ciudad que aumenta por el exceso
de asfalto y concreto y la falta de áreas verdes, y a la desertificación de la
misma. Eso ya sin mencionar las afecciones directas a la fauna de la capital.
Hay reglas y pasos muy claros que esperemos el gobierno
entrante, sin importar las siglas del partido, lleven a cabo para mejorar a
mediano y largo plazo la calidad del aire de la Ciudad de México. Plantar árboles
en las aceras y crear pequeños corredores verdes que eviten el rompimiento y
abombamiento de las aceras. Reforestar los bosques aledaños y proteger los
mantos freáticos, recuperar el agua de lluvia es también importante para
restaurar los micro ecosistemas capitalinos.
En materia de aire es necesario implementar una política de
que impida el excesivo cableado que impulsa a empresas como la CFE y sobre todo
a Total Play a utilizar un cableado subterráneo y prohibirles el podar los árboles
a diestra y siniestra.
El uso comunitario del automóvil y la incentivación para
utilizar tanto el transporte público como vehículos eléctricos, no autos
solamente, bicicletas en distancias cortas y medias. Y muy importante revisar y
acabar con tantos microbuses chatarra que ya se han pagado muchas veces y sus
sustitución por unidades en la posibilidad del concesionario eléctricos.
También es urgente el regular la circulación de trailers y
camiones de varios ejes que no deben circular por las vías internas de la
ciudad y menos durante el día. Camiones de basura y repartidores solamente en
la noche.
Tal vez estas sean medidas que no son tan espectaculares
como el cablebús, o los programas sociales cada día más necesarios y menos
efectivos, pero sin duda son de vital importancia para la Ciudad y evitar una
posible catástrofe de magnitudes impensadas.
Una ciudad cuya solución a lo largo de su existencia ha sido
entubar ríos y poner extraños jardines verticales de plástico, estamos en un
momento en que si queremos aminorar los efectos del calentamiento global y
restaurar en lo que se pueda el ecosistema lacustre de la ciudad.
http://www.aire.cdmx.gob.mx/descargas/ultima-hora/calidad-aire/pcaa/pcaa-historico-contingencias.pdf
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