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jueves, 1 de agosto de 2019

Todo el mundo tiene cola que… beber.



En el caso de la Guerra de las Colas, no existe un frente, hay muchos infiernitos que intentan acabar con los gigantes.

Armando Enríquez Vázquez.

Al hablar de la competencia de Coca Cola, inevitablemente uno piensa en Pepsi, antes llamada Pepsi Cola. Pareciera que todas las semillas de cola, si es que realmente se siguen utilizando en este tipo de bebidas son propiedad de estas dos empresas. El mayor aporte de la nuez de cola es la cafeína. Hoy la industria utiliza cafeína o estimulantes sintéticos para elaborar las mal llamadas bebidas de cola.
A lo ancho y largo del mundo se ofrecen innumerables refrescos de cola que de una manera más o menos modesta intentan desde una especie de guerra de guerrilla ganar pequeños nichos locales o regionales de mercado a estos dos gigantes de la industria refresquera, en especial a Coca Cola. Diferentes etiquetas rojas con tipografías blancas en letras garigoleadas, o simples, pero la gran mayoría de ellas copiando de manera llana y sin pudor, intentan engañar o al menos despistar sobre su verdadero origen. La famosa y mítica guerra de los refrescos de cola no se limita a dos enormes corporativos.
Coca Cola, el origen de todos los refrescos de cola, ha presumido durante décadas el ser hecho a partir de una fórmula secreta que la leyenda urbana dice que únicamente conocen dos hombres al mismo tiempo y tienen prohibido volar en el mismo avión. Algo en la receta parece ser un secreto a voces puesto que existen cientos de imitadores en el mundo. Muchas versiones de todo tipo de la original bebida de cola existen y eso me hace dudar de la exclusividad de una receta que hoy carece de las dos plantas que le dieron nombre, la nuez de cola y la hoja de Coca. Por lo que Coca Cola es una extraña bebida, dañina como ella sola y adictiva. Su éxito tiene que ver con otras cosas que el simple arraigo a una marca mundial y tal vez sea con los ingredientes secretos que han sustituido a los naturales.
La famosa y mítica guerra de los refrescos de cola no se limita a dos enormes corporativos.
Entre los primeros refrescos de este tipo que me vienen a la mente se encuentran las dos marcas que se ofrecen en el mercado nacional Red Cola y Big Cola. Red Cola es una marca nacional creada por Embotelladora Mexicana, que produce y distribuye Jarritos también y son parte del Grupo Aga. De acuerdo con sus redes sociales Red Cola tiene presencia en la Ciudad de México, Guadalajara, Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, Puebla y Michoacán.
Por su parte, Big Cola es un producto de origen peruano, creado por Grupo Aje fundado en 1988 en la región de Ayacucho, Big Cola llegó a México en 2002 y en Perú se comercializa bajo el nombre de Kola Real. Tiene presencia en Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Colombia, Panamá, India, Indonesia, Vietnam, Brasil. Big Cola es el mejor ejemplo de éxito de una bebida de este tipo creada en Latinoamérica y tiene ya más de veinticinco años en el mercado.
Una marca regional existe en la ciudad de Guadalajara, es producida por Omnilife y se relaciona directamente con el equipo deportivo de la marca que son las Chivas de Guadalajara y la bebida lleva el nombre de Chiva-Cola, con el cursi lema es: ¡Sabe a Gloria!
Tal vez la competencia más antigua sea la producida por Royal Crown, conocida como RC, una marca fundada en Estados Unidos en 1905 y que 1907 lanzó Chero Cola una bebida hecha a partir de cereza y nuez de cola, en 1934 la bebida cambio de nombre a RC Cola, nombre que aun mantiene.



Otro antiguo competidor surgió en Alemania donde en 1931 se fundó Afri Cola una bebida con mayor contenido de cafeína, que existe hasta la fecha.
En España en los años ochenta del siglo pasado la refresquera La Casera, lanzó al mercado español La Casera Cola.
En la Bretaña Francesa existe un refresco de cola regional llamado Breizh Cola, desarrollado por Stéphane Kerdodé y Eric Ollive y embotellado por la empresa Phare Ouest. Se presenta como un refresco de cola alternativo, lo que quiera que esto signifique.
En 1994 el mismo Sir Richard Branson aliado con una empresa canadiense llamada Cott se puso a vender Virgin Cola. La aventura terminó en 1998, aunque la marca vendió hasta 2007.
Durante los años en que la geopolítica dividía al mundo en dos sistemas políticos y se hablaba de la Guerra Fría, muchos productos de origen norteamericano eran inaceptables en los países del Este de Europa o que caían dentro del círculo pro-soviético, por no llamarlo maniqueamente comunista, pero el gusto por disfrutar un buen refresco de cola los alemanes orientales, llevó al gobierno a crear en 1956 e incluir dentro del plan quinquenal de desarrollo un refresco de cola que satisficiera a los consumidores de la República Democrática Alemana. Así nació Vita Cola, a más de sesenta años de haber sido creada Vita Cola se sigue produciendo y vendiendo en el territorio que fuera la DDR y en el sitio de internet de la bebida se orienta a los consumidores donde encontrar su bebida de cola favorita en el resto de Alemania. También, la antigua Checoeslovaquia produjo una bebida a base de cafeína inventada por Zdenec Blazek que se llama Kofola y compite de manera directa en países como Eslovaquia con Coca Cola y Pepsi. En Polonia nació Hoop Cola y en Rumania Adria Cola, sin duda el nombre más desafortunado para un refresco de cola surgió en Cuba donde la marca de este tipo de bebida se llama TuKola.
En 2003 se presentó la marca turca; Cola Turka para competir no sólo con Coca Cola, sino con la muy popular Meca Cola y la iraní Zam Zam Cola que une el nombre de las bebidas de Cola con el pozo sagrado para los musulmanes que se encuentra en la Meca y que fue abierto por el Ángel Gabriel.



Los refrescos de cola son adictivos y lucrativos así que estas batallas de las colas probablemente perduren todavía por mucho tiempo. Lo único que es cierto es que por el momento parece que nadie en el mundo se quedara sin beber algún refresco que clame, al menos en su etiqueta el tener entre sus ingredientes cola.

publicado en the point.com.mx el 1º de julio de 2019
imagenes: omnilife.com
                 meccacola.com
                 
                     

jueves, 13 de junio de 2019

Canada Dry una bebida popular a partir de una raíz.




Esta bebida refrescante se producía en Inglaterra, Irlanda y en Estados Unidos desde principios del siglo XIX, tal vez antes. La marca más conocida en canadiense.

Armando Enríquez Vázquez.

Saborizar el agua es uno de las obsesiones de la humanidad desde su origen, ya sea agregando granos tostados, hojas de diferentes plantas, jugo o pulpa de frutas. La popularización del azúcar promovió aún más este hábito.
La costumbre de hacer tónicos y bebidas vigorizantes con todo tipo de plantas era muy popular en el siglo XIX, fue Inglaterra o en Irlanda, sin que realmente se pueda precisar, donde se cree que se originó la bebida que hoy conocemos como Ginger Ale y que tiene como ingredientes principales, agua, azúcar y raíz de jengibre. Al menos en su principio. De ahí como paso lógico llegó a Estados Unidos, pero fue un canadiense el que creó la marca más popular de la bebida.
John James McLaughlin nació el 2 de marzo de 1865 en Enniskillen en la provincia de Ontario, Canadá. Su padre fue un exitoso constructor de carruajes, carretas. John a diferencia de sus hermanos que decidieron trabajar con su padre, se fue a Toronto y se tituló como farmaceuta en la universidad de Ontario en Toronto. De ahí John decidió hacer un postgrado en farmacéutica y migró a Estados Unidos. En Nueva York además de estudiar, trabajó en una de las principales farmacias de la ciudad, donde práctico su carrera, así como la administración porque llegó a dirigir la operación del lugar, pero lo más importante descubrió la fabricación de bebidas carbonatadas y minerales que ya tenían gran demanda entre la gente.
Cuando regresó a Toronto en 1890 decidió establecer no sólo una fuente de sodas, donde puso en practica sus conocimientos con las bebidas refrescantes, si no la producción de barras para otras fuentes de sodas en Canadá, así como implementos para estas mismas fuentes de soda. Mc Laughlin vendía una maquina que lavaba las botellas de vidrio cepillándolas y esterilizándolas, dejándolas listas para volver a ser llenada con el refresco. La fábrica creció y relocalizada en otra zona metropolitana de Toronto.
El ale es un tipo de cerveza, pero en el caso de la bebida hecha con jengibre por McLaughlin jamás se pensó en que fuera una bebida alcohólica.
Una de las obsesiones de McLaughlin fue desarrollar una bebida a partir de jengibre, que no contuviera alcohol y que asimilara al Champagne. No era la única bebida de jengibre en el mercado de la ciudad canadiense, pero gracias a la publicidad, en la que McLaughlin apelaba a la pureza de su producto en contra de la insalubre agua del sistema de agua de la ciudad y la innovación de introducir en Canadá los sifones para embotellar su bebida, rápidamente venció a su competencia. La primera versión del Canada Dry surgió en 1904. En 1907 la bebida tenía tal éxito que pronto McLaughlin la registro con el nombre de Canada Dry y ya desde su primera etiqueta la marca presumía su origen canadiense incluyendo el mapa del país y en esa primera etiqueta a un castor, el animal emblema de Canadá.



En uno de sus carteles publicitarios se podía leer; “No cometa suicidio bebiendo el agua del sistema público de la ciudad.” En un principio la bebida de John era mucho más oscura que la actual y se le conocía como un Belfast Ginger Ale, con el tiempo la reducción de azúcar en la mezcla propició que el líquido resultante fuera mucho más transparente, McLauglin inició anunciando su bebida como un “Ale claro de Jengibre” y gracias al ingenio de su esposa Maud le integraron el lema: “Champagne de los Ginger Ales.” McLaughlin abrió nuevas plantas productoras una en Edmonton y otra en Winnipeg.
El 28 de enero de 1914 John James McLaughlin murió víctima de un infarto, McLaughlin sufría de problemas de salud desde muchos años atrás. Al morir McLaughlin tenía 49 años, sus hijos eran aun unos adolescentes, la empresa fue entonces dirigida por dos de los hermanos que establecieron una fábrica de la bebida en Nueva York. En 1923 la empresa fue vendida a P.D. Saylor and Associate, quien cambió el nombre de la empresa. Lo único canadiense en la empresa hoy en día es el nombre de la bebida y el mapa del país norteamericano en el logo.
En tiempos de la prohibición Canada Dry resultó una bebida ideal para suavizar el sabor de la famosa “ginebra de bañera” como se conocía a las bebidas alcohólicas de factura casera.
Para 1939 existían 14 plantas fuera de Estados Unidos o Canadá. En 1982 la empresa fue comprada por Dr. Pepper, Snapple Group, en 1986 fue adquirido por Cadbury Schweppes, que a su vez se convirtió en 2014 en Keurig Dr. Pepper.
En 2004 para celebrar los cien años de Canadá Dry llevó a cabo diferentes actividades en la ciudad que lo vio nacer: Toronto.
 Debido a diferentes cuestionamientos, el principal de ellos que el jengibre no aparece el listado de ingredientes de la bebida, que han llevado a demandas tanto en Estados Unidos, como en Canadá, la marca ha tenido que retirar en el primer país y esta pensando en hacerlo en Canadá la leyenda; “Hecho con Jengibre de verdad”. Canada Dry se vende en países de América y Asia con su sabor original y nuevos sabores algunos de ellos regionales.


Publicado en the point.com.mx el 3 de junio de 2019
imagenes: wikipedia.org
                 canadadry.com

lunes, 31 de diciembre de 2018

¿En que se parecen ToniCol y Titán?




Una refresquera sinaloense con más de un siglo de existencia es la creadora de dos marcas importantes en el país y que se mantiene independiente.

Armando Enríquez Vázquez.

Muy probablemente hayas visto el famoso ToniCol ese refresco oscuro con sabor a vainilla que se encuentra sin dificultad en lugares de venta de productos naturistas y probablemente hayas oído o visto en alguna ocasión uno de los refrescos más populares de México llamado Titán.
El Titán es un refresco que como el Jarritos o el Peñafiel se hace en diferentes sabores y del que hay modalidades muy mexicanas como el refresco de Piña con su color amarillo.
Estas dos bebidas que parecieran tener consumidores totalmente diferentes son miembros de una de las empresas refresqueras más antiguas del país y que mantiene aún su independencia, cuando en esta etapa de la globalización otras han sido compradas por grandes corporativos que hasta han borrado su historia, el ejemplo más patente es como Coca-Cola ha desaparecido la historia de marcas tan mexicanas como Yoli, Sidral Mundet y del Valle.
De acuerdo con el sitio de Internet de Refrescos El Manantial, embotelladora de Titán y ToniCol es el resultado de la fusión de dos negocios locales fundados a finales del siglo XIX en El Rosario, Sinaloa y a la visión de un hombre llamado Ángel Solorza González.
Alrededor de 1880 El Rosario era una población de gran importancia en el noroeste mexicano. Situada a 69 kilómetros del puerto de Mazatlán, El Rosario era un centro minero y de gran actividad comercial. En la ciudad existían al menos dos embotelladoras de refrescos; La Azteca y La Eureka.
La primera era propiedad de Enrique Castañeda, La Azteca se anunciaba como fábrica de Aguas Gaseosas y Minerales, La Eureka que era su competencia era propiedad de Antonio Espinoza de los Monteros y entre las bebidas que se producían en La Eureka se encontraba una bebida perfumada de Vainilla a la que Antonio Espinoza de los Monteros decidió llamar Tony Co. Utilizando el diminutivo de su nombre y la abreviatura Co como en Company en inglés.



El 16 de octubre de 1911 en el poblado cercano de Potrerillos nació Ángel Solorza González, su padre era agricultor y cuando comprendió que no podría seguir viviendo de la tierra emigró con su familia a El Rosario. En 1925 cuando Ángel tenía 13 años por casualidad comenzó a trabajar en La Eureka lavando las botellas donde se envasaban los refrescos. En tres años fue creciendo en responsabilidades al interior de la empresa y llegó a manejar el primer camión repartidor de la empresa, en esos años Solorza desarrolla una buena amistad con Joaquín Espinoza de los Monteros hijo del dueño de la embotelladora. Por problemas familiares Ángel tuvo que renunciar a La Eureka que lo había comisionado a Mazatlán, pero él tenía que ver por uno de sus hermanos enfermo y regresó a El Rosario. Al poco tiempo se Enrique Castañeda le ofreció trabajo en La Azteca, quien además de su jefe se convirtió en mentor y amigo de Solorza. En 1936 ángel sirvió de intermediario entre el hijo de Antonio Espinoza de los Monteros, Joaquín, y Enrique Castañeda. Solorza quedó como administrador de la nueva empresa y entonces decidió estudiar por correo contabilidad en la Escuela Bancaria y Comercial de la Ciudad de México.
En 1941 Ángel fue nombrado presidente municipal interino de El Rosario y en 1942 entró a formar parte de la sociedad entre Castañeda y Espinoza de los Monteros con 20% de acciones de la empresa.
En 1950 la sociedad cambió de nombre por “EL Manantial” y en 1952 Ángel convenció a Joaquín Espinoza a registrar la fórmula, que hasta ese momento era de su propiedad, del Tony Co en favor de la sociedad. Como en el caso de Coca Cola y otras marcas, la fórmula de ToniCol sólo es conocida por un muy reducido número de personas. Solorza aprovechó para registrar también la marca “Del Yauco” y de esta manera comenzó a comercializar agua en botellones en la zona de El Rosario.



Tras la muerte de sus socios principales en 1953 y 1965, así como la decisión de los minoritarios de venderle sus acciones a Solorza para evitar la creciente presencia de sindicatos amañados y corporativistas en Sinaloa, Ángel Solorza se convirtió en dueño único de la embotelladora. Desde entonces Refrescos El Manantial se mantiene como una empresa familiar.
En 1970 la Secretaría de Salud obligó a Solorza a cambiar el nombre de Tony Co, por no tratarse de una medicina, después de varias ideas y un nuevo rechazó por parte de la dependencia gubernamental del nombre de Toni-Co y gracias a los consejos de su esposa Ángel Solorza remitió a las autoridades el nombre de ToniCol que fue aprobado. ToniCol tiene como logo un campesino sinaloense con sombrero y paliacate al cuello y su slogan hace clara referencia a la originalidad de la bebida al limitarse a: “Es diferente.”
Ángel Solorza murió el 18 de octubre de 1998.
Además de su marca emblemática, Refrescos el Manantial cuenta con las marcas Titán, una de las marcas más populares en México y que durante mucho tiempo fue competencia directa de Jarritos en el rubro de refrescos frutales. El agua Del Yauco que registró Ángel Solorza a mitad del siglo pasado, Tony una bebida dirigida a los niños que no tiene gas y además tiene la franquicia en Sinaloa para la distribución de los refrescos Orange Crush, Sangría Señorial y Manzanita Deliciosa.
ToniCol cuenta hoy con centros de distribución en Sinaloa, Guadalajara, la Ciudad de México y en Estados Unidos en el estado de Arizona. La historia de Ángel Solorza y Refrescos El Manantial aunque desconocida es sin duda una de éxito y ejemplo para muchas empresas de tamaño mediano en nuestro país.



imágenes: tonicol.com
                 wikipedia.org

miércoles, 7 de marzo de 2018

Mirinda y su origen hispano.




El refresco que conoces e identificas con el corporativo norteamericano de Pepsi, no es norteamericano, fue creado en España.
Armando Enríquez Vázquez.
Si algo podemos decir de Mirinda es que a lo largo de su historia como marca de PepsiCo es que ha dado bandazos tratando de colocarse en el gusto de los consumidores.
En los años 80 una rubia de pelo pintado y enfundada en un traje anaranjado que podría ser digno de una adversaria del Batman que estelarizaba dos décadas antes Adam West en la televisión, hasta con una ridícula capita anaranjada a mitad de la cintura anunciaba el refresco bailando alrededor de una enorme botella de Mirinda y a la voz de: “Hola ya estoy aquí soy Mirinda, te voy a refresecar…” tal vez esta fue la campaña con la que PepsiCo introdujo el refresco de naranja en el mercado mexicano. Por lo que he leído, en España la Chica Mirinda estaba asociada a diversas canciones pop de la época.
En la siguiente década Mirinda en México cambio de estrategia y ocupó la versión naranja de los famosos comediantes Los Hombres Azul; maquillados en Naranja para la marca en una serie de comerciales en tono de comedia.
Durante la primera década de este siglo Mirinda alistó sus baterías contra los niños y utilizó a los personajes de Pokemón en algunos de sus comerciales, y después creo una Mirinda de sospechoso color azul oscuro en honor a Batman.
Sin duda la marca tiene reconocimiento por el consumidor, a pesar de que su sitio web ha desaparecido, lo que me llevó a pensar que lo mismo había sucedido lo mismo con la marca en México, pero no el refresco se encuentra sano y salvo en los refrigeradores de las tienditas de la esquina o en las estanterías de los supermercados, pero la historia del refresco y su origen me llamaron la atención.
Lo primero que descubrí es que el refresco tiene su origen en la España de Franco, como Fanta en la Alemania de Hitler, ambas marcas son comercializadas hoy por una de las dos poderosas marcas rivales de cola. Fanta por Coca y Mirinda como ya mencioné por Pepsi.
El nombre del refresco se patentó en 1959, pero se desconoce el nombre del creador, el cual seguramente se ha perdido ya en la noche de los tiempos. Mirinda, no es una palabra invitada en la creatividad azarosa de su inventor, tiene idioma y significado. Maravilloso, admirable, es su significado y está en esperanto, ese idioma que surgió en 1887 de la mente de L. L. Zamenhof, un polaco que creía en la igualdad. Tal vez por eso no se conoce al autor de Mirinda, se me ocurre que puede haber sido uno de los pocos izquierdistas españoles que no abandonaron su patria tras el triunfo del sanguinario Francisco Franco, pero eso sólo es una teoría mía porque no creo que ni un seguidor de Franco supiera, quisiera o le interesara el esperanto que era asociado por origen universalista con las ideas de los comunistas.



Lo que sí se sabe con certeza es la fecha en que PepsiCo, compró la marca: 1970. Mirinda nació como un refresco con sabor naranja y al parecer también con sabor de limón.
En España existió durante décadas una competencia entre las marcas Fanta, Kas, que era otra marca española, y Mirinda. Esta competencia se prolongó hasta los años noventa cuando PepsiCo compró la marca Kas, también. En el mercado español, la fuerza y preferencia del consumidor por Kas marcó la decisión de la trasnacional y Mirinda fue eliminada del mercado español.
No así de otros mercados donde se vende aún esta marca, como México. Los sabores varían en los diferentes países, aunque predomina el de naranja.
Mirinda tiene mayor presencia en nuestro imaginario colectivo que en los estantes de las tiendas o supermercados. La lucha de la marca por posicionarse en el mercado mexicano está documentada en la gran variedad de sabores y fórmulas publicitarias que la marca ha intentado a lo largo de su presencia en nuestro país. Incluso los cambios y modernización constante del logo, muestra la lucha de la marca por mantenerse en el mercado.
De acuerdo con un estudio de la Alianza por la Salud Alimentaria publicado en mayo de 2013 Mirinda era uno de los refrescos con más azúcar en su contenido con 78 gramos, equivalente a 15.6 cucharadas del endulzante, en un refresco de 600ml. Además del azúcar el colorante es impresionante y tal vez sea por eso y porque lo refrescos tienen un mayor rechazo en los jóvenes de ciertos niveles socioeconómicos que es mejor contar la historia de Mirinda que beberla.


publicado en thepoint.com.mx el 27 de febrero de 2018

martes, 28 de marzo de 2017

Sumando Historias para crear una bebida y una marca.



El famoso refresco llamado Dr Pepper, no fue inventado por nadie apellidado Pepper y menos por un doctor sino por un farmaceuta en una fuente se sodas.

Armando Enríquez Vázquez

A finales del siglo XIX, las farmacias o droguerías en Estados Unidos no sólo vendían medicamentos y los encargados no solo mezclaban ingredientes para sanar, también preparaban bebidas refrescantes y servían helados a los clientes.
En uno de estos establecimientos llamado Morrison’s Old Corner Drugstore en el pueblo de Waco en Texas, un hombre llamado Charles Alderton. Alderton nació en Brooklyn en la ciudad de Nueva York el 21 de junio de 1857. Estudió en Inglaterra y la vida lo llevo hasta el sur de Estados Unidos, cuando tenía poco más de veinte años trabajaba en Waco, Texas en la mencionada droguería y frente a la euforía de los consumidores del pueblo por las bebidas carbonatadas, Charles se dedicó a experimentar cuando no estaba preparando medicamentos y en su tiempo libre.
Hay que mencionar que la popularidad de estas bebidas carbonatadas que se elaboraban en los mismos locales donde se vendían fue muy importante en la evolución de la industria refresquera y el caso de la bebida creada por Charles Alderton, no es la excepción.
Alderton sabía que los sabores favoritos eran el de vainilla, fresa y chocolate, por lo que de propuso crear nuevos sabores que fueran atractivos para los consumidores. Apuntó todos los intentos y recetas que creó hasta que finalmente logró una bebida que agradó no solo al dueño de la droguería, Wade Morrison, y a los clientes que comenzaron a llamarla Waco. Morrison decidió cambiarle el nombre a la bebida y la bautizó como Dr. Pepper, la razón es materia de muchas teorías y especulaciones, una de las más populares es que el Dr. Pepper original, era un amigo muy estimado por Morrison que decidió honrarlo al bautizar la bebida con su apellido, otra es que era el nombre del padre de una mujer a la Morrison quería conquistar y creyó erróneamente que bautizando la bebida con el nombre del que esperaba fuera su suegro lograría agradar a la chica y al padre de ella, pero no fue así. Sin embargo, la bebida conservó el nombre. En algunas versiones de esta historia tras el fracaso amoroso Alderton y Morrison quienes vivían en una región de Virginia del Oeste donde eran empleados del Dr. Pepper en una droguería se mudaron a Waco, pero esta parece ser la más fantasiosa de las versiones y la menos verosímil.



En 1885, se dio la patente y registro a la bebida. La popularidad de la bebida obligó a otras fuentes de soda de Waco a comprar el compuesto a Alderton y Morrison. Los socios fueron rebasados en su capacidad de producir por la gran demanda por el jarabe, en ese momento apareció el tercer personaje de gran importancia en la marca: Robert S. Lazenby. Lazenby era dueño de una compañía local llamada Circle A Ginger Ale Company. En ese momento, 1891, Alderton, abandonó en ese momento la sociedad y la empresa nueva que se llamó Artesian Manufacturing & Bottling Company continuó fabricando el refresco. No fue hasta 1904 cuando se hizo el lanzamiento de la bebida a nivel nacional. En la primera década del siglo XX Dr Pepper tenía como slogan El rey de las bebidas. La imagen de un doctor con sombrero de copa y monóculo se convirtió en la imagen de la bebida y tenía el nombre The Old Doc
En 1907, Lazenby compró a Morrison su parte de la empresa y se convirtió en el único dueños de la empresa.
En 1920, Dr. Pepper, lanzó una campaña basada en la teoría de que el azúcar ayudaba a combatir el cansancio de los trabajadores y por lo tanto beber un Dr. Pepper a las 10 de la mañana, otro a las 2 de la tarde y finalmente uno a las 4 de la tarde ayudaba a los trabajadores a llevar una excelente jornada laboral.
En 1923 Lazenby trasladó las oficinas y la operación de la empresa a la ciudad de Dallas. Hacía 1960 la discusión entre los distribuidores de refrescos comenzó con esa batalla que hoy conocemos muy bien; quien vende Coca-Cola no vende Pepsi y entre la discusión entraba Dr Pepper, que vio sus ventas reducidas de manera importante, hasta que en 1963 un corte federal declaró que el sabor diferenciado de Dr Pepper, lo hacían un producto que no podía ser considerado como refresco de cola, lo que abrió el mercado a la empresa sin importar que tipo de cola vendieran los establecimientos.
En los años 50 del siglo pasado Dr Pepper, eliminó el punto de abreviatura de Doctor y así quedó hasta la fecha. A partir de 1985 Dr Pepper ha cambiado de dueño varias veces y hoy es parte del corporativo Dr Pepper Snapple.
Dr Pepper es la marca más antigua entre las grandes refresqueras norteamericanas. Charles Alderton murió el 29 de mayo de 1941 en Waco, Texas.

publicado en the point.com.mx el 22 de marzo de 2017
imagenes: pinterest.com
                  drpeppermuseum.com

lunes, 14 de diciembre de 2015

El publicista que inventó un refresco.




Con uno de los nombres más extraños para un refresco y con un ingrediente aún más extraño fueron el origen de uno de las más populares bebidas de la actualidad.

Armando Enríquez Vázquez.

Entre las muchas historias extrañas que rodean a 7up, está la de que su inventor fue un albino y que el punto rojo del logo representa los ojos de este hombre.
Charles Lieper Grigg nació el 11 de mayo de 1868 en un poblado llamado Price’s Branch en el estado de Missouri. A los 22 años y tras la muerte de sus padres, Grigg se mudó a la ciudad de San Luis. Consiguió trabajo en mercadotecnia y publicidad de una empresa dedicada a fabricar bebidas carbonatadas llamada Vess Jones. Ahí Grigg desarrolló e invento por primera vez un refresco el cual se llamó Whistle. Whistle era un refresco de naranja, Grigg se peleó con el dueño de la empresa y renunció dejando su marca en la empresa.
La segunda empresa en la que trabajó, le permitió crear una nueva fórmula para un nuevo refresco, también de naranja, al que llamó Howdy. Consistente con su historia en Vess Jones, Grigg se volvió a pelear con la dirección de la empresa y renunció. En esta ocasión, Charles Grigg pudo llevarse su marca y fórmula con él y fundó junto con Edmund G. Ridgeway, quién financió el proyecto, la Howdy Corporation. Sin embargo, el éxito de Howdy se vio opacado por otro de los muchos refrescos de naranja de la época llamado Orange Crush y que estaba destinado a ser el rey del mercado en su categoría. Grigg comenzó a experimentar en bebidas de sabor lima-limón y en 1929, Howdy Corporation lanzó a la venta su nueva bebida: Bib-Label Lithiated Lemon-Lime Sodas.
El nombre con poco atractivo fue cambiado al poco tiempo por el de 7 Up Lithiated Lemon-Lime Soda, para finalmente llamarse simplemente 7 Up.
Lo curioso es que entre los ingredientes contenidos por el refresco originalmente se encontraba una sal de litio llamada citrato de litio. Las sales de litio son un elemento medicinal utilizado en el tratamiento de desórdenes mentales como el síndrome bipolar. En un principio la bebida no tuvo mucho éxito, Grigg lo atribuyó no sólo al complicado y absurdo nombre del refresco, si no al hecho de que este salió a la venta unas semanas antes del inicio de la crisis financiera de 1929, conocida como La Gran Depresión.
Grigg creó entonces una campaña en la que hacía mención de los beneficios del litio en el cambio de la actitud mental del consumidor, lo que curiosamente resultó ser una buena publicidad. El mismo Grigg creía que sacar al norteamericano medio de su estado de depresión ante la situación social y económica en la que vivía a través de una bebida carbonatada era una gran idea.



En 1936 con el éxito de 7 Up, Grigg cambió el nombre de la Howdy Corporation por el 7 Up Company. En los años cuarenta 7 Up se convirtió en el tercer refresco de venta en el mundo.
El 16 de abril de 1940 a los 71 años de edad Charles L. Grigg murió llevándose a la tumba con él un misterio; el origen del nombre del refresco. Algunos dicen que hace referencia a los siete ingredientes involucrados en la composición del refresco; agua, gas, lima, limón, aceites cítricos, azúcar y el citrato de litio. El up vendría del cambio en el estado de ánimo que producía la bebida, pero es sólo una especulación. Otros creen que el nombre surgió de la afición de Grigg por jugar dados y de la gran cantidad de sietes que el inventor habría lanzado para ganar dinero. Algunos piensan que el nombre se deriva del hecho de que las botellas en las que se vendía el refresco tenían capacidad de siete onzas.
Grigg no era albino y sus ojos nunca fueron rojos. De hecho, el punto rojo en el logo de la bebida fue agregado en la década de los setenta, treinta años después de la muerte de su creador.

publicado en the point el 7 de diciembre de 2015
imagenes:  etsy.com
                    instappraisal.com

sábado, 26 de octubre de 2013

Azúcar, impuestos, oportunidades.





¿Es el impuesto a refrescos y comida chatarra la opción para acabar con los futuros problemas del país? ¿Hay algo más por hacer?

Armando Enríquez Vázquez

La reforma hacendaria, que parece simplemente una nueva miscelánea fiscal, esta por ser aprobada y entre los nuevos impuestos que habremos de pagar se encuentra el impuesto para refrescos y los llamados alimentos chatarra.
En un principio y de entrada estos impuestos parecen más que razonables, y creo que tienen como fondo un principio de justicia; que los responsables del próximo gran problema de nuestro sistema de salud paguen parte de esa factura de la que sin duda alguna son responsables.
No será la mejor manera de desanimar el consumo de estos productos. Incluso tal vez este impuesto ni siquiera impacte de manera importante las ganancias de los productores de bebidas azucaradas y de productos poco o nada alimenticios. Como en el caso de los cigarros, este tipo de impuestos no lo han hecho. Como tampoco lo han hecho las campañas en contra del consumo de los productos derivados del tabaco, o la prohibición de la publicidad de cigarros.
Las bebidas azucaradas y los productos chatarra son sólo la punta del iceberg de una serie de pseudo alimentos que son cada vez más peligrosos en su consumo. Por ejemplo, al parecer los productos light son todavía más dañinos que los productos normales. Los edulcorantes artificiales se encuentran en medio de una fuerte controversia que involucra problemas tan serios de salud como cáncer y alzheimer. Como en toda polémica, las posturas acerca del aspartame se han polarizado, tan sólo el año pasado la Universidad de Harvard publicó un estudio en el que se relacionaba al aspartame con ciertos tipos de cáncer, para poco tiempo después en un comunicado de prensa declarar que los resultados del estudio no eran lo suficientemente convincentes para que estos fueran definitivos. Para muchos medios especializados en notas de ciencia, la actitud de la Universidad fue sorprendente. También se ha insistido en que algunos de estos substitutos del azúcar pueden influir en una mayor obesidad.
Por lo tanto el problema de una crisis en la salud de los mexicanos sigue presente. El problema no sólo se debe atacar desde el demagógico e impositivo punto de vista de la Secretaria de Hacienda, el problema debe ser atacado por la Secretaria de Salud e incluso por las mismas empresas productoras, a las que una reforma hacendaria equitativa podría incentivar fiscalmente a invertir en la investigación de nuevos edulcorantes, menos dañinos o menos polémicos. Así se podrían matar dos pájaros de un tiro al fomentar el desarrollo científico de nuestro país y creando un beneficio económico para sus empresas.
Mientras eso sucede y como parte del impuesto a los refrescos, creo que se deben incluir fotografías de las consecuencias del consumo de las bebidas azucaradas, del excesivo consumo de sal, o de alcohol en cada uno de los envases de estos productos tal y como se hace en las cajetillas de cigarros. El tabaco es tan natural y sano como lo puede ser la caña de azúcar o un betabel, el problema reside en los procesos industriales que los convierten en cigarrillos, refrescos o bebidas alcohólicas, o frituras con bajo contenido nutricional y con muchos perjuicios para la salud del individuo y el bienestar de la sociedad. Así como en el abuso de su consumo.
Existe ya un ejemplo,a pesar de que la empresa refresquera más importante del mundo ha lanzado una campaña en defensa de sus productos al decir que promueve una vida sana, pero esto es pura demagogia, al menos en México, en Argentina la empresa ya experimenta con una nueva bebida cuyo envase en lugar del rojo acostumbrado es verde y así como otros productos de la empresa añaden a su nombre la palabra light, en este envase verde debajo de la marca se lee Life. El endulzante utilizado en la bebida, es natural; y se llama Stevia. Las Stevias son un género de plantas originarias del continente americano. En especifico, la refresquera utiliza, una especie sudamericana de nombre Stevia rebaudiana que es 300 veces más dulce que el azúcar con un gran beneficio no produce calorías y puede ser consumida por diabéticos. Los indios guaraníes conocen la planta y la utilizan desde hace más de 1,500 años. La planta ha sido certificada tanto por la FAO, como por la OMS como un alimento inocuo.
Una de las especies nativas de nuestro país del género Stevia, la Stevia micrantha lag., ayuda a controlar el colesterol y otra la Stevia serrata tiene usos medicinales en contra de malestares intestinales de acuerdo con la CONABIO.  Pero más interesante es lo que ya está haciendo el Grupo Pegaso, de Alejandro Burillo, de la mano con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que se han puesto como meta desarrollar métodos de cultivo de la Stevia rebaudiana que lleven a desplazar a China del primer lugar que tiene en la producción de la planta.
Son este tipo de esfuerzos los que debe alentar el Gobierno de nuestro país. El uso y la explotación de la Stevia no sólo podría redundar en la salud de los mexicanos y el negro futuro que enfrentamos con el consumo del azúcar, si no del campo mexicano que reclama también ser tema de una de las reformas presidenciales desde hace lustros.
Veamos más allá de las campañas de las doce cucharadas o de los millones de tenderos de la esquina que perderán la forma de ganarse la vida.  Es cierto que el problema necesita atacarse también y sobre todo con educación en el hogar y en la escuela como se ha hecho con el tema del tabaco.

publicado en blureport.com.mx el 24 de Octubre de 2013
imagen. gardenoftomorrow.com