Al anunciarse la
semana pasada la venta del Washington Post al magnate de las ventas en Internet
Jeff Bezos, queda claro que las reglas de los medios están cambiando para
siempre.
Armando Enríquez Vázquez
Renovarse o morir dice el dicho. En los últimos años las
ventas de los diarios impresos han decaído y muchos periódicos alrededor del
mundo han terminado por cerrar sus puertas. ¿Por qué, entonces, un hombre que
ha construido su multimillonaria fortuna en Internet tendría que interesarse
por comprar uno de los diarios más prestigiosos de los Estados Unidos?
De acuerdo con la carta que Jeff Bezos, el nuevo dueño del
diario que derrocó a Richard Nixon al hacer del conocimiento público el
escándalo de Watergate, publicó de manera abierta en su nuevo diario a los
empleados del rotativo, tras tatar de hacer sentir seguros a los empleados del
Washington Post aclaró:
“…Habrá, por supuesto,
cambios en el Washington Post en los años por venir. Son primordiaesl y habrían
sucedido con o sin un nuevo dueño. Internet está transformando casi todos los
elementos en el negocio de la información; acortando los ciclos de la noticia,
desgastando las antiguas fuentes de ingresos, permitiendo nuevos tipos de
competencia, algunos de los cuales no tienen ningún costo en la investigación
informativa. No existe un modela a seguir, y diseñar las nuevas estrategias y
caminos a seguir no será fácil. Necesitaremos inventar, lo que significa que
necesitaremos experimentar. Nuestra única meta serán nuestros lectores,
entender lo que les interesa; política nacional, los líderes locales, aperturas
de restaurantes, economía, beneficencias, gobernantes, deportes, y a partir de
eso trabajar. Estoy muy emocionado y soy optimista acerca de la oportunidad que
tenemos para inventar.
El periodismo juega un
papel principal en una sociedad libre, y el Washington Post, como el diario más
importante de la capital de los Estados Unidos, es especialmente importante…”
Bezos, el visionario de la librería más importante del mundo
y de las ventas en Internet, el impulsor numero uno de la lectura electrónica al
desarrollar y vender el Kindle, con el que consiguió que Amazon.com hoy venda
más libros electrónicos que impresos, tiene claro que con la muerte de la
generación que hoy tiene 40 años, no quedará un simple periódico que se imprima
en papel. Que la oportunidad y la rapidez de la información han rebasado a las
rotativas y a los cierres de edición. Que nada tienen que ver ya con el mundo
moderno de las nuevas generaciones, acostumbradas a consumir de inmediato la
información. Que los consejos editoriales deben ser modificados para poder
competir de manera eficiente en contra de twitter y facebook.
Que la ortodoxia ya no tiene cabida en el mundo flexible del
internet, pero aun así está el reto de que la credibilidad tan dudosa que en
muchos casos aun tiene Internet este respaldada por nombres como el del
Washington Post.
Como en House of Cards
los nuevos medios de información no necesita ya de las grandes redacciones, ni
de salas de juntas, hoy todo mundo puede subir y enviar la información desde
donde esta se genera, puede trabajar desde su casa y en menos de cinco minutos
recibir comentarios sobre su trabajo o
de lo contrario verlo impreso en el portal informativo.
Curiosamente Jeff Bezos compró el Washington Post por su
propia cuenta, sin hacer partícipe a ninguno de sus socios en Amazon.com.
Imagino que las ideas que tiene sobre lo que a futuro será su medio de información
son muy claras para él y las ganancias del negocio también.
No sólo los diarios impresos resultan obsoletos frente a
Internet, sucede lo mismo con los noticieros televisivos y de radio que cada
día tenderán a volverse programas de opinión o buscar nuevos formatos si
pretenden sobrevivir.
Por un lado están aquellos medios sesgados como Televisa que
intentan contar la verdad que le interesa a su patrón para mantener las
antiguas alianzas con la oligarquía. Por otro la de los que de mala manera
imitan lo que hacen los demás incapaces de ser creativos y propositivos. Tal
vez hoy, no solo son los nombres de los conductores los que le importan al
internauta o al espectador, si no su integridad y congruencia, aquellos que son
maizeados por los dueños, directivos
de los medios o políticos, esos que presentan dos o más caras a lo largo del
día dependiendo el medio en el que transmiten no tendrán cabida en esta nueva
forma de ver la información.
Los medios y sus propuestas diarias, no sólo la informativa,
están en riesgo si no están dispuestos a cambiar. Muchos magnates y dueños de medios, hoy desconocen y
desprecian el potencial que Internet le ofrece al espectador y minimizan la
amenaza que significa para su negocio. Mientras equipos de especialistas tratan
de mantener a flote industrias como la del cine a partir de soluciones técnicas
y efectos especiales, son las historias y los contenidos lo que llaman a la
gente a sentarse una y otra vez a ver la misma historia. Son los guionistas y aquellos
que generan las ideas los que están haciendo que la televisión también
moribunda, supere con gran calidad la mayor parte de la propuesta cinematográfica
actual a nivel mundial, de la misma manera deberán ser los periodistas de
estas nuevas tecnología capaces de
atrapar a los internautas con historias atractivas a ellos, deberán ser capaces
de comprender y entender las demandas que un medio tan inmediato y a la
vez tan permanente exigen y ofrecen para el desarrollo correcto de sus
habilidades y capacidades.
La entrada de Jeff Bezos en el mundo de la información no
tardará llamar la atención y a lo mejor en convertir al Washington Post en la
punta de lanza de una nueva revolución en como los medios informativos son
concebidos.
Publicado en blureport.com.mx el 12 de Agosto de 2013
Imagen:kpu.ca
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