La hermana mayor del
famoso compositor Félix Mendelssohn era, a decir de muchos, más talentosa que
él, pero durante más de un siglo su figura permaneció a la sombra de su
hermano.
Armando Enríquez
Vázquez.
En la Prusia del siglo XIX y para la comunidad judía los
anhelos y aspiraciones de una mujer eran un mero un adorno que podía sumar
interés a una mujer, pero jamás debía ser tan importante en su vida como para
desviarla de su verdadero proposito. De esta forma pensaba el padre de Fanny
Mendelssohn, el banquero y filántropo Abraham Mendelssohn.
Fanny Cecilia Mendelssohn nació el 14 de noviembre de 1805,
en la ciudad de Hamburgo. Su familia de origen judío, tenía entre sus
antepasados a hombres notables como su abuelo paterno Moisés Mendelssohn.
Moisés fue un filósofo judío que lucho por los derechos civiles de su pueblo y
por la integración de los judíos a la sociedad. Fanny fue la mayor de cuatro hermanos.
Durante la infancia, Abraham, descubrió y aceptó el potencial
talento musical tanto de su hija como de su hermano Félix, cuatro años menor
que Fanny, y aprobó que ambos hermanos tomaran una exhaustiva educación
musical. En un principio esta educación musical fue impartida por la madre de
los hermanos Mendelsohn. En 1812, los Mendelssohn se mudarón a Berlín. En 1816,
la familia pasó una temporada en Paris y Fanny comenzó a tomar clases con una
afamada pianista francesa llamada Marie Bigot de Morogues. A su regreso a
Berlín, Abraham buscó para sus hijos a los mejores tutores que la época podía
ofrecer.
Entre ellos se encontraba un gran amigo de Goethe; Karl
Friedrich Zelter, quién como maestro de armonía, contrapunto y composición de
los jóvenes Mendelssohn, presumía al viejo poeta de las grandes cualidades de la
joven, consideraba que la muchacha tenía un genio mayor que el de su hermano
Félix. La curiosidad que las descripciones de los talentos de Fanny que hizo
Zelter, llevó a un encuentro entre el genio alemán y los Mendelssohn. La
impresión que causó Fanny en Goethe fue tal que lo llevó a componerle un poema.
Goethe fue el autor favorito de Fanny a lo largo de su vida y algunas de las
canciones que compuso se inspiraron en poemas del autor.
Fue en 1816, también, cuando Abraham decidió cambiar el
apellido de la familia por el de Bartholdy, convertirse al luteranismo y de
esta forma acceder a cierta normalidad dentro
de una sociedad germana que comenzaba a mostrar los signos del antisemitismo
que un siglo después llegaría a su momento más álgido con la campaña de
exterminio judío encabezada por Adolf Hitler y el régimen Nazi. A pesar del
cambio de apellido ambos hermanos utilizaron indistintamente ambos.
Fanny demostró desde su incipiente adolescencia el gran
talento que tenía; a los 13 años hizo un arreglo para orquesta de uno de los
oratorios de Haendel. Se aprendió de memoria los 24 preludios de Johan Sebastian
Bach, y los interpretó como regalo para su padre el día su cumpleaños.
Cuando Fanny llegó a los quince años, su padre le hizo clara
otra de las ideas claves para integrarse a la sociedad a la que quería
pertenecer; La música en las mujeres no podía ser una profesión, ni una
obsesión. Las mujeres estaban destinadas a servir al matrimonio, a cuidar y
amar al hombre con el que se casaran y a educar a los hijos surgidos de esa
unión, no había lugar para ellas en la música, más allá de los diferentes
salones de la casa.
La educación musical continuó, pero el énfasis estaba puesto
en el otro genio de la familia: Félix. A pesar de ello Fanny continúo
componiendo pequeñas canciones sin letra para voces, conocidas como Lied ohne
Worte, de las que Félix mismo compuso algunas, pero las cuales algunos
historiadores de la música han dado la autoría del género a Fanny.
Fanny se casó en 1829, con un pintor de la corte prusiana de
nombre Wilhelm Hensel, quién con una visión diferente a la de Abraham
Mendelsson-Bartholdy, apoyó e incitó a Fanny a publicar su obra. La compositora
renuente, debido a la negativa de su padre y después de su hermano a que lo
hiciera, no publicó sino hasta 1837, cuando dio a conocer una de sus canciones.
Pasaron nueve años antes de que nuevas composiciones de la música vieran la luz
firmadas por su autora.
Félix aprovechando la situación y condición de Fanny firmó
algunas de las composiciones de la música con su nombre, en alguna ocasión en
la que fue invitado a tocar para la reina Victoria de Inglaterra, la monarca
confesó al músico que le gustaba una pieza llamada La italiana y Félix no tuvo más que confesar que la había compuesto
su hermana Fanny.
En Berlín, Fanny estableció un concierto dominical que cobró
fama y al que concurrieron personas como Clara Schumman, Franz Liszt, Alexander
von Humboldt, Paganini, entre otros, en estos conciertos, no sólo se tocaban
obras de Fanny, sino de otros compositores clásicos y contemporáneos, lo que
los hacía muy atractivos para los invitados de Fanny Hensel. Tras la muerte de
su padre en 1835, Fanny tuvo que suspender los domingos de conciertos y cayó en
depresión, en 1839 viajó a Italia donde volvió a llenarse de inspiración.
Charles Gunod, que la conoció en esos años la pintó en sus memorias como una
músico de talento incomparable, una mujer sagaz y gran pianista.
El 14 de mayo de 1847 mientras ensayaba un Oratorio
compuesto por su hermano Fanny sufrió un derrame cerebral y murió. Tenía 41
años de edad. Meses después murió Félix. Durante muchas décadas la música de
Fanny pasó desapercibida y en muchas ocasiones fue atribuida a su hermano. Hoy
se sabe que compuso más de 400 obras que poco a poco comienzan a tocarse en las
salas de concierto del mundo.
publicado en mamaejecutiva.net el 14 de diciembre de 2015
imagen es.wikipedia.org
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