Durante décadas los mexicanos hemos aceptado en silencio los dichos corruptos de los funcionarios públicos, del presidente, procuradores y hemos creído en los medios que eran sus voceros pagados.
Armando Enríquez Vázquez
Ocho días después de la captura de El Chapo, las autoridades
españolas detuvieron a Humberto Moriera, ex presidente del PRI, señalado en
nuestro país en más de una ocasión como uno de los políticos más corruptos y
con nexos con el narcotráfico. Durante el gobierno de los hermanos Moreira en
Coahuila debemos recordar no solo el endeudamiento brutal de la entidad que no
se ha reflejado en el bienestar de los coahuilenses, si no como se ha hecho del
Estado una tierra sin ley donde pueblos enteros pueden desaparecer sin que
nadie haya iniciado una investigación al respecto, recordemos también como uno
de los hijos del hoy preso en España fue asesinado por el crimen organizado. Y
como los más visibles líderes priístas lo defendieron como es costumbre entre
ellos-
Los Moreira no son sino un leve destello de lo que el PRI y
los otros partidos políticos han hecho de nuestro país, de sus alianzas con el
crimen organizado y de la falta de respeto a la ciudadanía y a la vida humana. A
pesar de las tibias declaraciones de los panistas y perredistas, el PRI
permaneció en silencio el viernes, de la misma manera lo intentó de manera
torpe Peña Nieto el sábado, en Málaga, quien al conversar con los medios en esa
escala de su viaje de sumisión y corrupción a Arabia Saudita tuvo otra de sus
desafortunadas declaraciones, primero al negarse a opinar sobre Moreira, y
después al declarar que el ex mandatario de su partido contará con la asesoría
y ayuda de los cónsules de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Cosa casi imposible de lograr para los
mexicanos comunes y corrientes cuando se encuentran en problemas en el
extranjero. Una duda que me surge es sí el cónsul en Barcelona será uno de los
defensores o estará ya pensando en regresar a Veracruz donde Virgilio Andrade,
el presidente y el PRI lo habrán de cuidar y blindar. Moreira era presidente
del PRI cuando destaparon al actual presidente de la República.
Lo triste es que no sólo se trata de Coahuila y un par de
hermanos corruptos. La impunidad y los negocios turbios que el PRI tiene en
Tamaulipas, convierte al estado en otra tierra de nadie. A lo largo de décadas
de corrupción tanto del gobierno estatal, como del gobierno federal que de
manera complaciente y activa han sido la causa de la ingobernabilidad en ese
estado. El PRI, que no le falta razón al hacerlo, con su dedo flamígero ve la
viga en el ojo ajeno al señalar a gobiernos como el de Guillermo Padrés en
Sonora, o Graco Ramírez en Morelos, pero permanece ciego y complaciente a las
enormes columnas que existen en sus ojos, con los gobernadores César y Javier
Duarte de Chihuahua y Veracruz respectivamente, Héctor Astudillo de Guerrero
que ha resultado un verdadero cero a la izquierda, Eruviel Ávila en cuyo estado
la desaparición de jóvenes en especial de mujeres y su asesinato es cosa de
todos los días y tantos otros que luciendo el escudo tricolor se han encargado
de medrar a costas del país y sus ciudadanos.
A lo largo de la semana pasada y a raíz de las
desapariciones forzadas de mexicanos en los estados de Guerrero y Veracruz los
procuradores de justicia de ambos estados estuvieron concediendo entrevistas a
los medios nacionales. La incapacidad de crear discursos verosímiles, certeros
y lógicos queda de manifiestos cuando este tipo de funcionarios improvisados
enfrentan a los periodistas en la radio. La televisión siempre puede editarlos
para hacerlos ver como personas con un discurso lineal, lo mismo que pasa con
la prensa escrita, cosa que no sucede cuando los diferentes conductores de
espacios informativos los cuestionan en vivo.
La demagogia, el populismo y el miedo a ser expuestos por
los medios por su incapacidad, obliga a estos servidores públicos a ser ellos
mismos los que dejan en claro su desconocimiento de aquello en lo que se supone
deberían estar involucrados y en como de manera descarada esconden la impericia
aquellos que trabajan en la dependencia a su cargo, así como de las autoridades
estatales para lidiar con asuntos de impunidad, crimen organizado y corrupción
local.
El fiscal veracruzano Luis Ángel Bravo habla con los medios
únicamente cuando estos insisten en dar a conocer las negativas del funcionario
para hablar con ellos. El fiscal impresiona por tener esa manera de hablar y
hablar y no decir absolutamente, en la más tradicional escuela de los funcionarios
del PRI. El caso de Xavier Olea Peláez procurador de justicia de Guerrero, es
aún más patético ya que el funcionario da la impresión desconocer acerca de lo
que le están preguntando, ser un bisoño de las situaciones y ante todo siempre
se sale con el asunto arguyendo no poder dar información por no comprometer la
investigación, sin embargo como sucedió en una entrevista que concedió a la
periodista Denise Maerker, pareciera estar advirtiendo a los grupos criminales
de Guerrero que ya sabían dónde tenían a los secuestrados y que ya iban por
ellos, horas más tarde el gobierno de ese estado anunció haber liberado a los
secuestrados, lo que entonces se vuelve de muchas formas sospechoso de lo que
sucede en aquel estado. Lo curioso es que el número de los liberados no
coincide con los secuestrados que se habían informado, eso sin contar que de
pronto, se dejó de hablar de los cuatro muertos que aparecieron días antes y
correspondían al mismo número de ciudadanos secuestrados en Arcelia, lo cual
hace las cuentas menos claras.
Durante décadas los mexicanos hemos aceptado en silencio los
dichos corruptos de los funcionarios públicos, del presidente, procuradores y
hemos creído en los medios que eran sus voceros pagados. Es curioso cómo la
gente de Milenio se hace de los mensajes de los teléfonos de Kate del Castillo
y El Chapo, ese mismo medio al que El Bronco, actual gobernador de Nuevo León,
señaló como uno de los medios pagados por el corrupto gobierno de Rodrigo
Medina. ¿Cómo podemos creer en la parcialidad, objetividad y veracidad de un
medio así? Pareciera, en ese sentido que Sean Penn tiene razón al afirmar que
el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo quiere vender a él y Kate del Castillo
como responsables de la captura de El Chapo ante los ojos del crimen
organizado.
Virgilio Andrade, lo mismo que el presidente permanecerá en
silencio, en lo que las oficinas del PRI buscan como desviar el misil que los
muestra como lo que son, una banda de empresarios dedicados a ganar dinero de
una manera vil; explotando a un país y hundiéndolo en la pobreza.
Misión cumplida de la policía española se leía el viernes en
twitter. Pero no nos equivoquemos para que esta misión quede realmente
cumplida, no solo basta la acción de la justicia, mucho menos la extranjera, lo
esencial es la acción ciudadana que demuestre el rechazo que tenemos por la
partidocracia, la impunidad que la caracteriza y todos los delitos que se
cocinan al interior de los gobiernos del PRI, PAN, PRD y Partido Verde a todos
los niveles.
publicado en blureport.com.mx el 18 de enero 2016
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