Los primeros nombres
con los que los hermanos Revson bautizaron sus barnices de uñas eran muy
gráficos, ingeniosos y evocativos por lo que aún subsisten en la industria.
Armando Enríquez
Vázquez.
El barniz para las uñas fue un invento del antiguo Imperio
Chino, algunos datan su existencia hace más de cinco mil años, la clase
gobernante de china utilizaba el barniz como un símbolo de status y así se
diferenciaba del resto de la población y al mismo tiempo la costumbre de
sumergir las uñas en mezclas de sustancias que las tiñeran de color surgió
también en Egipto y en la India donde se hacía con Henna.
A lo largo de los siguientes siglos eventualmente se
continuo con esta costumbre en diferentes sociedades, pero fue la llegada del
automóvil a finales del siglo XIX cuando esta práctica cobró popularidad. La
llegada de los diferentes barnices que protegían o eran parte de la pintura de
los automóviles generó como uno de sus productos un barniz que se podían
utilizar en las uñas, para, en teoría, embellecerlas y protegerlas. En un
principio estos barnices solamente se conseguían en un tono transparente. En
medio de la gran depresión en Estados Unidos surgió el primer barniz para uñas
de color.
Charles Haskell Revson nació en Boston el 11 de octubre de
1906, su familia emigró primero de Lituania a Canadá y después de Canadá a
Estados Unidos donde el padre se dedicaba a enrollar puros, algo impuro para la
tradición casi virginal del enrollado de puros en lugares como Cuba donde sólo
las mujeres podían enrollar las hojas de tabaco sobre sus desnudos muslos.
Mientras que su madre, al parecer trabajaba como dependiente de una tienda de
abarrotes. Revson era el mayor de tres
hermanos.
Tras terminar su educación secundaria Revson se mudó a Nueva
York, donde trabajó en la empresa de un primo, se casó con una corista de la
que se divorció rápidamente y comenzó a trabajar para una empresa que fabricaba
cosméticos llamada Elka Cosmetics Company.
En 1932, Charles Revson junto con su hermano Joseph y el químico Charles
Lachman fundaron su propia empresa de productos de belleza. Al parecer cansado
de ser sólo un gerente regional de ventas, Charles Revson decidió dar un nuevo
paso. Lachman logró agregar color al barniz de uñas, no sólo un tinte. Un tono
rojo profundo y opaco al que Charles Revson rápidamente dio el sugestivo nombre
de Cherries in the snow (Cerezas en la
nieve).
El nombre de la empresa combinó los apellidos de los socios,
o mejor dicho al apellido Revson se le quito la S y se le puso la L de la
Lachman y nació Revlon. El menor de los hermanos Revson, Martin, entró a la
empresa en 1935.
El mercado de la Revlon
Nail Enamel en un principio se limitó a las uñas de las mujeres. Charles
Revson atacó el mercado de salones de belleza y las islas de belleza al
interior de las tiendas departamentales apostando a posicionar su marca como
una marca Premium en tiempos de la mayor crisis económica en Estados Unido, por
lo que el primer comercial impreso de la marca apareció en 1935 en la revista New Yorker.
Se dice que, en 1939, mientras cenaba en un restaurante,
Charles Revson vió a una mujer cuyo color de barniz de uñas era diferente del
color de su lápiz labial, por lo que Revson decidió entonces crear una línea de
lápices labiales que tuvieran la misma tonalidad que el barniz de uñas, el
primer tono fue llamado Ice and Fire
(Hieloy fuego). Lachman continuó creando nuevos tonos y Revson se dedicó a
buscar la forma de promocionar sus productos de una manera muy llamativa.
Utilizando a actrices de Hollywood, para apartar a sus productos del
estereotipo de que eran productos
Otros nombres con los que Revson bautizó los matices de sus
productos fueron Fatal Apple (Manzana fatal), Kissing Pink (Beso rosado),
En 1940 Revlon tenía el 80% del mercado del barniz de uñas,
porque otras grandes marcas como Elizabeth Arden, tenían un conflicto moral con
el producto, y lo llamativo de los comerciales impresos de Revlon provocaban
que los editores de revistas se quejaran del hecho que más personas leyeran el
texto en el impreso de Revlon que el editorial o las columnas cercanas al
anuncio.
Una de las imágenes de un comercial de Revlon, muestra a una
modelo envuelta en pieles blancas con un vestido rojo, sus uñas y labios
combinan perfectamente con el vestido y en borde inferior del impreso se ven
cerezas. El texto son una serie de preguntas a las que encabeza: ¿Algún hombre realmente te entiende? Y
continua con: ¿Quién conoce los secretos
deseos que alimentan tu corazón? O ¿Quién
sabe que te encantaría conocer a un hombre que te tome de la mano y te escuche
mientras… no dices absolutamente nada? A manera de respuesta el texto concluye;
Quien más sino Revlon sabe quién eres de
verdad…tan extraña y desconcertante como cerezas en la nieve.
Pero Revson no solo apostaba en la publicidad, era un hombre
estricto con su propio producto y mientras por un lado no temía pintarse las
uñas para demostrar la forma correcta de aplicar el producto en salones de
belleza o tiendas departamentales, o checaba la calidad y comportamiento del
producto pintándose las uñas o usando lápiz labial antes de irse a dormir para
comprobar lo que sucedia en la noche. Charles Revson era un convencido del contacto
directo y servicio al cliente, al que consideraba su único patrón.
Con el tiempo Revson se convirtió en un extraño y exigente
jefe al que al parecer los empleados de todos los niveles temían y que cambiaba
a la recepcionista de Revlon únicamente por la razón que tenía que combinar con
el decorado de la entrada a la compañía algo que Revson cambiaba con mucha
frecuencia. En los años cincuenta, Revson renuente a producir comerciales para
televisión pues esta solo transmitía en blanco y negro, decidió patrocinar un
programa llamado La pregunta de los 64,000, algo que resultó en parte una mala
inversión pues llevó a la marca a ser parte de un escándalo cuando se descubrió
que había concursantes a los que la producción adelantaba las respuestas que se
le iban a formular durante el programa.
Para la década de los años sesenta, Revlon se había ya
posicionado como una marca referente con la imagen de la mujer estadounidense a
nivel mundial y así continuó durante las siguientes tres décadas. El número y
variedad de productos se amplió incluyendo fragancias, maquillaje y otros
muchos productos relacionados con la imagen y cuidado de la belleza.
Charles Revson murió el 24 de agosto de 1975 en New
Rochelle, Nueva York. En 1985 la empresa fue adquirida por Ronald Perelman
quien continúa siendo el dueño. Colores como Cherries in the snow, Ice and fire, fatal apple siguen apareciendo
en el catálogo de la empresa.
publicado el 7 de febrero de 2017 en thepoint.com.mx
imagenes: revlon.com
wikipedia.org
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