The Fall no es una serie con gran presupuesto y mucho menos con grandes efectos, es una serie inteligente que se asoma al horror del ser humano. de una manera brutal pero no tan gráfica.
Armando Enríquez Vázquez
En 2013 se estrenó primero en Irlanda y después en
Inglaterra una de las series más impactantes que se han escrito en estos
últimos años: The Fall, conocida en
algunos países de habla hispana como La
Caza. Tres temporadas que narran la historia de un asesino serial en
Belsfast, interpretado por Jamie Dornan. Paul Spector es un frio y despiadado
asesino, además de un amoroso padre de familia que lleva sus dos vidas de la
mejor manera hasta que la llegada a Belfast de una inteligente superintendente
de policía, Stella Gibson, que se hace cargo de la investigación y búsqueda del
asesino, aunada a la pérdida de su trabajo como consejero de personas que han
intentado suicidarse, lo obligan a dejar de ser el cuidadoso psicópata que ha
sido hasta entonces.
Stella Gibson es interpretada por Gillian Anderson, la
agente Scully de Los Expedientes Secretos
X, es un personaje alejado del policía clásico de las series
norteamericanas Gibson a pesar de tener un rígido código personal de ética pero
es obsesivamente seria y conforme avanza la serie va cobrando un odio desmedido
por Spector. Gibson es bisexual y le gusta acostarse con sus compañeros de
trabajo, su pasado deja ver una oscura relación con su jefe y una probable
infancia donde fue violada por su padre, que la convierten en ese personaje
implacable que considera que todo debe pagarse en este mundo.
El duelo establecido entre los dos actores a lo largo de las
tres temporadas tanto en la trama por
la inteligencia, la frialdad y la dureza de ambos personajes, como en el campo
actoral con las capacidades de cada uno que hacen de la serie una verdadera
joya de la televisión.
Creada y escrita por Allan Cubitt quien incluso dirigió
algunos de los capítulos, The Fall es
una de las series más provocadoras de la televisión contemporánea. Sus
temporadas muy al estilo inglés son de cinco, seis y seis capítulos.
The Fall no es una
serie con gran presupuesto y mucho menos con grandes efectos, no es, tampoco,
una serie de persecuciones de autos, ni de balazos a diestra y siniestra, es
una serie reflexiva, de silencios y tomas largas, de largos diálogos y mucho
subtexto, es una serie que puede fácilmente llegar a asquear y nos lleva a
sentir todo menos empatía por cualquiera de los personajes principales.
Es una serie que sobretodo en la tercera temporada, anula
las esperanzas de personajes y espectadores, el caos existe y no desaparecerá,
el bien no triunfa, el mal es quien decide desaparecer, y nos hace pensar que
la bondad es solo un tipo de nostalgia por el Paraíso Perdido que nos es
inherente a todos los seres humanos.
La primera temporada es la más floja de las tres, si es que
podemos hablar de una temporada más débil que las demás, porque finalmente es
la introducción a esos personajes desamparados y obsesionados que conoceremos a
lo largo de las otras dos temporadas, es en el desarrollo de la segunda y la
brillante conclusión de la tercera que uno como espectador no puede dejar de
admirarse por la fuerza de la historia y la desolación que los rodea a todos y
cada uno de los personajes.
¿Dónde está la ética de los cuerpos policiacos? ¿Dónde
empieza la venganza personal y termina la aplicación de la justicia? ¿Dónde
termina la búsqueda de la justicia y comienza la fama, el lucro y el torcer las
leyes? ¿Es válido satisfacer mi felicidad provocando la miseria en otros?
El enfrentamiento entre Spector y Gibson, llegan a su cumbre
en los dos interrogatorios en la segunda y tercera temporada en que la superintendente
tiene frente a sí al psicópata. Existen otros personajes igual de dañados,
profundamente solos y dolidos, personajes capaces de helarnos el corazón en su
enferma candidez como Katie Benedetto, interpretada por Aisling Franciosi, la
joven adolescente, obsesionada y enferma enamorada del asesino en serie,
dispuesta a hacer todo lo que Spector le pida. P a llenarnos de ira al ver su
despreciable cobardía como sucede con el jefe de la policía irlandesa; Jim
Burns, John Lynch, a quien su pasado persigue en forma de botella de alcohol. Sally
Ann Spector la esposa que de la ingenuidad pasará a realizar un acto de
desesperación con el que intentará acabar con la vergüenza que aflige a toda la
familia.
Frente a estos personajes desolados y destrozados aparece
Olivia Spector, la víctima menos consciente de Spector y su mente sociópata, la
pequeña hija que adora e idolatra a su padre como cualquier niña y quien llegado
el momento cree que su padre trabaja para Gibson en la prisión y quien al final
manifiesta su consciencia de que no verá a su padre en mucho tiempo, tal vez,
dice ella, hasta que tenga un bebé y se lo lleve a presentar.
Al final de la tercera temporada comenzó la especulación
sobre la cuarta entrega de la serie, pero Cubitt se anticipó a declarar que no
sería de manera inmediata y que ya no contaría con la presencia de Jamie
Dornan. Lo que me recordó las especulaciones acerca de la tercera temporada de
la serie sueco-danesa Broen que siempre sí sucedió para fortuna de todos
nosotros y ahora esperamos una cuarta temporada. En ese sentido Gillian
Anderson declaró que le entusiasma la idea de volver a hacer la serie y retomar
a Stella Gibson en el tiempo.
Más allá de si existirá la cuarta temporada, si no has visto
The Fall te insto a verla, a
descubrir una de las grandes series de la televisión contemporánea y volver a
preguntarnos como en un país de 100 millones habitantes no aparecen escritores
capaces de crear las grandes series de la televisión mexicana y de las
plataformas hispanohablantes.
publicado en roastbrief.com.mx el14 de noviembre de 2016
imagenes bbc.com
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