Entre los
talentosos hermanos Revueltas, Rosaura se destacó en los escenarios y por su
postura política similar a la de su José.
Armando Enríquez
Vázquez
Entre los grandes artistas mexicanos del siglo XX, hubo
cuatro que pertenecían a una misma familia, cuatro que eran hermanos y
destacaron cada uno en campos diferentes de la expresión humana. Originarios de
Durango Fermín, Silvestre, José y Rosaura Revueltas eran solo la minoría de
doce hermanos.
Fermín el muralista que murió a los 34 años, Silvestre el
célebre músico que murió también a temprana edad; 39 años. José Revueltas sin
lugar a duda uno de los más importantes escritores de la literatura mexicana,
preso político del sistema político implantado por el PRI, Revueltas era uno de
los comunistas más claros de pensamiento en nuestro país.
Y también estaba Rosaura, talentosa actriz y bailarina que
destacó también por sus ideas claras a favor de la igualdad social y su gran
admiración por la cultura alemana. Admiración nacida desde la escuela en la que
estudio, como por su marido. Rosaura se casó con un aviador y empresario de
origen alemán Walter Bodenstedt, siendo muy joven.
Rosaura Revueltas nació el 6 de agosto de 1910, unos meses
antes del inicio de la Revolución Mexicana, en la ciudad de Lerdo en el estado
de Durango. La familia era dueña de una tienda de abarrotes en el poblado de
Santiago Papasquiaro, los padres y sobretodo la madre, Romana Sánchez Arias,
impulso a todos sus hijos a leer, a estudiar piano y sentirse atraídos por el
mundo del arte y la cultura a pesar de que ella misma era una mujer sencilla de
una cultura promedio. En 1921 la familia se trasladó a la Ciudad de México.
Rosaura como algunos de sus hermanos fue inscrita en el Colegio Alemán Von
Humboldt. Tenía gran interés en la actuación y el baile. Formó parte de un
conjunto de baile folclórico español, alguna vez declaró que durante su
infancia se soñaba con alpargatas y vestidos bordados porque creía que eso y el
circo eran espectáculos de gran cultura. Fue una de las bailarinas del grupo que
comandó, la coreógrafa alemana Waldeen en los años cuarenta del siglo pasado, así
como compañera de Amalia Hernández y parte de la fundación de la compañía de
baile de Hernández. En cuanto a su carrera como actriz debutó en la obra La desconocida de arras en 1946.
Participó en 1950 en la obra escrita por su hermano José, El cuadrante de la soledad, dirigida por Ignacio Retes y también
fue dirigida por el famoso director japonés Seki Sano que revolucionó el teatro
en México.
En 1950 inició su carrera en el cine nacional actuando en la
película Vuelve Pancho Villa dirigida
por Miguel Contreras Torres y que estelarizó Pedro Armendáriz. Ese año también
participó en otras películas como Islas
Marías, Un día de vida dirigidas por Emilio El Indio Fernández, en la primera actuó al lado de Pedro Infante.
En 1952 ganó el Ariel a la mejor actuación de reparto por El rebozo de la soledad, escrita por José Revueltas y dirigida por
Roberto Gavaldón.
En 1954 se le presentó la oportunidad de un papel
protagónico en una película estadounidense. La
sal de la tierra dirigida por Herbert J, Biberman acerca de una huelga en
una mina de zinc. En esos días estaba en su cenit el paranoico senador Joseph McCarthy
quien se autonombró el epítome de la decencia y de la ideología norteamericana
y encabezó una de las peores cruzadas en contra de todo aquello que él
consideraba anti americano. Junto con un enorme grupo de ciudadanos y políticos
se dedicaron a satanizar a quienes se atrevían a cuestionar al sistema. Al
enterarse de la producción McCarthy hizo todo lo posible por detenerla, incluso
hizo detener a Rosaura y la encarceló acusándola de comunista. La película se
terminó, pero no se exhibió en Estados Unidos hasta que el senador cayó en
desgracia. La película, sin embargo, se estrenó en Europa y fue elogiada.
Rosaura, por su parte, fue deportada y de acuerdo con la historia su carrera
cinematográfica terminó no sólo en Estados Unidos, si no en México también, por
acuerdos del gobierno de Miguel Alemán con el gobierno americano y el
servilismo de los sindicatos de la industria cinematográfica mexicana. Pero la
actuación de Rosaura fue aclamada y premiada en Francia y Checoslovaquia.
Rosaura viajó entonces a Alemania y se convirtió en la
primera y única mexicana hasta la fecha en ser parte del Berliner Ensamble de
Bertold Brecht, participó en obras como La
hija adoptiva y El círculo de tiza
caucasiano. Después viajó a Cuba donde la revolución acababa de triunfar y
se dedicó al teatro.
A su regreso a México, olvidado ya el veto impuesto por los
estadounidenses, actuó en tres películas en la década de los setenta: Lo mejor de Teresa, Balún Canán y Mina, viento de libertad.
En 1979, escribió un libro en el que relata la historia de la
familia titulado Los Revueltas; Biografía
de una familia. En el tintero le quedaron un libro su hermano Silvestre,
del que recuperó mucha de la obra y la publicó, así como otro libro sobre el
cine mexicano.
Al final de sus días y de acuerdo con una carta de su nieta
Eva Bodenstedt Engel al semanario Proceso, algunas agencias de supuesta
inteligencia norteamericana como la DEA mantenían intervenido el teléfono de la
actriz que tanto incomodó a los americanos en los años cincuenta del siglo
pasado.
Rosaura Revueltas murió el 30 de abril de 1996 en la ciudad
de Cuernavaca, en el estado de Morelos. Tenía 85 años.
publicado en mamaejecutiva.net el 11 de diciembre de 2017
imagen: 254latinosinfilm.wikispaces.com
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