Tras dos primeras temporadas las concesiones de los creadores y de la misma Tatiana, al final los cambios radicales en Allison y Helena parecen más caprichos de la actriz y no necesidades de la serie a los personajes.
Armando Enríquez
Vázquez.
Las historias que dejan enormes cabos sueltos en las tramas
principales siempre dejan un pésimo sabor de boca, lo mismo sucede en aquellas
que tratan de atar todos esos cabos a fuerza, pero las que peor sabor de boca
dejan son aquellas que en el pasar de la narración se traicionan una y otra
vez. Se olvidan de sus premisas y de sus personajes. Desgraciadamente, Orphan Black cumple con todas las
anteriores.
La serie de ciencia ficción sobre clones que inició de una
manera brillante en marzo de 2013. Las primeras dos temporadas fueron un
brillante ejemplo de una serie de ciencia ficción, sin necesidad de ir al
espacio exterior, centrar la acción cientos de años en el futuro, hablar de
multiversos o de realidades alternas, Orphan
Black además del tema de ciencia ficción combinó un thriller de gran
acción.
A la excepcional e inteligente trama creada por Graeme
Manson y John Fawcett, se le unió la extraordinaria capacidad histriónica de
Tatiana Maslany encargada de interpretar a todos los personajes principales femeninos
de la serie, así como algunos secundarios y terciarios.
Tras dos primeras temporadas las concesiones de los
creadores y de la misma Tatiana, quien se volvió productora también de la
serie, con los personajes que hacían empatía con el público de la serie
comenzaron a cambiaros de maneras inusitadas. La tercera temporada como alguno
de los clones de Sarah Manning, comenzó a mostrar defectos que anunciaban una
pronta muerte, si no se actuaba de manera rápida. Al final los cambios
radicales de personalidad de Allison y Helena parecen más caprichos por darles
un final a modo con la actriz y no con la serie a los personajes.
Para la cuarta temporada la manera de recuperar personajes,
de olvidar la trama planteada en el cliffhanger
final de la temporada anterior era de tal manera obvia que tras los primeros
capítulos BBC América anunció la temporada final de la serie.
Lejos de cerrar de manera digna, con una temporada final que
regresara a Sarah y sus hermanas a un mundo real de manera lógica. Los creadores
de la serie decidieron escribir los diez peores capítulos de toda la serie. Son
los peores no porque carezcan de tensión y una cierta lógica interna, si no
porque al saberse temporada final, la historia intenta cerrar los cabos sueltos,
finalizar a como diera lugar despidiéndose de todo el cast de la serie y dejando involuntariamente más cabos sueltos de
los que quedaban en cualquiera de los finales de temporada de las series
anteriores. Porque a ninguno de los creadores, guionistas o productores parece
habérsele ocurrido dos preguntas obvias: ¿Qué pasó al interior del cuerpo
policiaco una vez que Art Bell confiesa a su jefe que teme por la complicidad
de miembros del cuerpo con la gente de Neolution y tras la caída de los dueños
y cabezas de esta? ¿Por qué la enorme inversión y todos los seguidores de
Neolution que vimos en las primeras temporadas desaparecen de manera tan
sencilla? Otras más sencilla que se me viene a la mente es ¿Dónde quedó el
padre de Kira?
A preguntas tan elementales como estas, se deben sumar
errores garrafales en la producción como el hecho de que la niña que interpreta
el clon de Helena, no sea la misma niña con la a partir de la tercera temporada
identificamos la infancia de los clones.
Por si alguien alguna vez pensó que los creadores jamás se
atreverían a eliminar a uno de los personajes principales de la serie y para
demostrar que si se atrevían a hacerlo en la quinta y última temporada
eliminaron “al eslabón más débil” de la trama, la recién llegada y como extra a
uno de los personajes secundarios de toda la serie. Sin embargo, la malvada y
tuerta Rachel queda condenada a algo que era ya su cotidianidad; la soledad.
Personajes como aquel extraño mecánico clon transexual de
Sarah Manning nunca más volvió a aparecer ni a ser mencionado, pero en el
último capítulo de la serie su foto aparece entre aquellos que deben ser
salvados con la cura descubierta por Cósima.
Pero lo peor de todo es que más de 10 minutos del capitulo
final de la serie pasan en una intrascendente fiesta en el jardín de la casa de
Allison, la serie entonces pasa a un momento en que ya nada importa y lo único
que merece la pena de este eterno final el saber porque la serie se llama Orphan Black que es el nombre de las
memorias que Helena escribe y que inicia con la sistra Sarah viéndose morir en una estación de trenes. Esto que es
esencial en la trama se diluye en la serie de banalidades que suceden en la
serie.
Orphan Black sin duda fue una de las propuestas más
originales y atractivas en su momento, desgraciadamente parece que la falta de
un planteamiento lógico a largo o mediano plazo terminó siendo un extraño
pastiche de temporadas unitarias que a fuerza de golpes embonan en la trama
general de Neolution, que sólo sirve como escenografía para la extraordinaria
demostración actoral de Maslany.
publicado en roastbrief.com.mx el 28 de agosto de 2017
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