Esta aristócrata de origen italiano-español compuso e
interpretó canciones para la corte sueca durante la primera mitad del siglo XIX
y es reconocida en aquella nación por ello.
Armando Enríquez Vázquez
¿Cuántas veces no hemos leído en obras literarias o visto en
las pantallas grande, chica o XS del celular imágenes que representan las
tertulias y convivios de la aristocracia europea? Siempre hay alguien que canta
o toca un instrumento, esta es la historia de una de estas personas. Una
bellísima mujer que conquistó a la aristocracia y a la corte sueca de las
primeras décadas del siglo XIX.
Su nombre Mathilda d’Orozco, ese fue nombre de nacimiento y
a lo largo de su vida su apellido cambió en tres ocasiones pues tuvo tres
matrimonios.
Mathilda Valeria Beatrix María della Trinita nació el 14 de
junio de 1796 en Milán, Italia era hija del embajador español ante la corte de
Tuscana, el Conde Nicolás Blasco de Orozco y Gómez. Su madre la baronesa Sabina
Lederer. Mathilda creció en Italia, en especial en Florencia, fue ahí donde en
1811, a los quince años, conoce a un grupo de nobles jóvenes viajeros suecos
que se encuentran conociendo Europa y educándose. Dos de ellos Frederick
Ridderstolpe y Josias Montgomery-Cederhielm se enamoran de la adolescente, pero
no se atreven a pedir su mano, una al creer que no tendrán el dinero suficiente
para mantener a la joven y dos porque temían la negativa de la joven y sus
padres ante el clima de Suecia. Aún así los suecos se encontraron con la italiana
en diferentes ciudades, Josías Montgomery-Cederhielm al escribir sobre Mathilda
la describe como; la rosa del sur, con estatura angelical y la más encantadora
de las voces. Ya desde ese entonces, Mathilda fascinaba a los congregados en
las reuniones aristocracia con la tesitura de su voz.
Con el tiempo los suecos regresaron a casa, pero en especial
Montgomery-Cederhielm se mantuvo en contacto con la familia d’Orozco. Matilda
se casó en 1813, con un hombre mucho mayor que ella llamado Bartolomeo Cenami, quien
era el encargado de los caballos de la Gran Duquesa de Toscana; Elisa
Bonaparte, hermana menor de Napoleón. En 1815 enviudó y Montgomery-Cederhielm
al enterarse, envió sus condolencias a la familia y tras un periodo razonable
en otra misiva pidió permiso para cortejar a Mathilda, ante la respuesta
afirmativa y después de unos meses pidió la mano de la joven. Dice una historia
que Mathilda había olvidado cuál de los suecos era cual y que hasta la llegada
de Montgomery a Florencia ella vivió con la idea de que era Ridderstolpe con el
que ella se casaría, por lo que la llegada de Montgomery tuvo en un principio
un impacto desfavorable en la viuda. A pesar de esto, si es que es cierto, la
pareja se casó en 1817 en Viena por la iglesia católica y al llegar a Suecia se
casaron de nuevo esta vez como luteranos. El matrimonio se estableció primero
en Sejersjö a las afueras de Örebro, desde un principio Mathilda se distinguió
por ser una excelente anfitriona de tertulias y al poco tiempo la joven, que
rápidamente aprendió sueco, también esta ofreciendo sus convites a la
aristocracia de Estocolmo.
Mathilda y Josías Montgomery-Cederhielm tuvieron 4 hijos, a
principios de la década de 1820 compraron una mansión cercana a Estocolmo, que
aún existe y se llama Stora Frösunda. Esta propiedad era la residencia de
invierno de la familia y las veladas de Mathilda se ofrecían en ella. En esos
años conoció al famoso escritor sueco Esaias Tegnér, quien se volvió en asiduo
a la casa y a Mathilda, ella cantó y musicalizó algunos textos del escritor. En
1825 el conde Montgomery-Cederhielm murió y Mathilda quedó viuda por segunda
vez, en esos años comenzó su gran producción musical y algunas de sus
composiciones dedicadas a miembros de la aristocracia y del poder político de
Suecia se publicaron y se hicieron populares.
Fueron años en que en Suecia muchas grandes mujeres
manifiestaron sus talentos y habilidades en diferentes campos del quehacer
humano. Mathilda conoció y fue amiga de muchas escritoras como Fredrika Bremer,
compositoras como ella, de la misma manera que de los grandes hombres de la
literatura sueca de ese momento además de Tegnér, C.V. Bottiger y Carl Gustav
von Brinkman, visitaban las veladas de Mathilda y compartían con ella sus
trabajos e ideas.
Existe un cuadro del pintor Axel Johan Fägerplan donde se ve
a Mathilda sentada frente a un piano, aunque existen otras imágenes de Mathilda
esta es excepcional pues muestra la riqueza de la mujer sólo en lo esplendido
de su vestimenta.
En 1839 Mathilda se casó por tercera vez, en esta ocasión
con un hombre 18 años más joven que ella, un Barón y oficial de la caballería
llamado Carl Alexander Gyllenhaal , la familia se estableció en el oeste del
país den Ölanda a casi 500 km de Estocolmo. Mathilda continuó componiendo, pero
su música se transformó en marchas militares, valses, canciones enalteciendo a
Suecia. También se involucró en la creación de escuelas especializadas para las
niñas pobres de la región y se dedicó conforme pasaron los años a la
jardinería. Mathilda escribió y publicó un libro de manera anónima, que
contenía aforismo y canciones de su autoría en 1854.
Mathilda murió en Stora Ekeby el 19 de octubre de 1863.
publicado en mamaejecutiva.net el 27 de agosto de 2019
imagen wikipedia.org
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