El duro invierno que
sufren en Europa y el Norte de América y los que podrían venir tal vez sean la consecuencia
de un fenómeno solar que no se veía desde 1715.
Armando Enríquez Vázquez
Este invierno extremadamente frio que azota al hemisferio
norte puede deberse a un fenómeno solar que se registró por última vez entre
1645 y 1715 y al que se le describe como una pequeña edad de hielo debido a los
cruentos inviernos que se sufrieron durante esos años. A esa época los
científicos también la han denominado de manera más formal como Mínimo de
Maunder, en honor al astrónomo inglés E.W. Maunder que estudió y registro la
casi nula actividad en la superficie del sol en esa época, durante 70 años se
observaron casi un 95 por ciento menos de manchas solares en la superficie del
astro.
De acuerdo con físicos y astrónomos alrededor del planeta,
bien podríamos estar entrando en un Mínimo de Maunder ya que la actividad en la
superficie solar ha decrecido de manera constante durante la última década y es
la más baja en cien años.
Una mancha solar es una región en la superficie del Sol, con
una temperatura mucho menor al resto de la superficie solar, sin embargo se
caracteriza también por una gran actividad magnético, y aunque no queda clara
la relación entro lo que se ha observado en el Sol y la temperatura de nuestro
planeta, para los científicos está claro que entre menos manchas solares menos
energía calorífica llega a la tierra. Gracias a estudios muy especializados que
miden la cantidad de un determinado tipo de isótopos en las capas de hielo de
las regiones polares, científicos, como, el doctor Lockwood de la Universidad
de Reading en Inglaterra han podido medir la actividad solar durante los
últimos diez mil años. Y han descubierto que fenómenos como el Mínimo de
Maunder se han repetido en al menos 24 ocasiones, lo cual los vuelve en parte
del comportamiento normal del sol.
Por su parte el Doctor Jasper Kirby de CERN concluye que
este puede ser el inicio de un nuevo Mínimo de Maunder, que podría durar unos
70 años. El año pasado los científicos hablan de un 10% de posibilidades de que
un Mínimo de Maunder fuera a ocurrir en un futuro próximo. Este año esas
probabilidades han aumentado, dependiendo de los investigadores entre un 20% y
30%. Para los investigadores de la NASA el ciclo de inactividad solar alcanzará
su mínima actividad en el año 2022, aunque son más optimistas y predicen que
esta era pequeña era del hielo sólo durará entre 30 y 40 años. Lo cierto es que
es imposible predecir la duración y efectos de un evento de esta naturaleza.
Existen quienes ignoran y minimizan cualquier relación entre
la actividad solar y la baja de las temperaturas como el comité para El
Conocimiento y Monitoreo del Súbito Cambio Climatico y sus Consecuencias del
National Research Council de los Estados Unidos que publicó en diciembre pasado
un documento en el que alerta de los cambios climáticos que veremos en los años
por venir son únicamente consecuencia del
calentamiento global a través del efecto invernadero. Pero otros científicos
advierten ambos fenómenos son independientes y que sí el Mínimo de Maunder es
cierto y sucede, no impactará de manera alguna en el problema ya existente del
calentamiento global. Como un ejemplo están las inusuales altas temperaturas de
este año en Australia.
Publicado en blureport.com.mx el 24 de enero 2014
imagen: businessinsider.com
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