Armando Enríquez Vázquez
La semana pasada con la decisión del IFT en materia de
multicanales y la forma en que una vez más se traicionó el espíritu de lo que
se suponía era la reforma en materia de telecomunicaciones, se mostró la
verdadera cara de esta reforma. Me gusta pensar que cuando el presidente
Enrique Peña Nieto dio aquel primer discurso alabando la reforma de
telecomunicaciones lo hizo de buena fe, pensando en que realmente había espacio
para crear competencia en un ámbito, sobre todo en el caso de la televisión que
el mismo PRI en la década de los setenta, le regaló a una familia de hampones
que con el tiempo fueron lo suficientemente inteligentes para voltearle la
tortilla al poder y desde su pantalla amenazar, atacar, amenazar, favorecer y
promover a los diferentes poderes políticos del país a partir de nuevos favores
y concesiones.
Los que se encargaron de acabar con el espíritu de la
reforma en telecomunicaciones lo hicieron desde curules y escaños, bajo las
instrucciones de los intereses de las empresas de televisión que los pusieron
ahí sin importar el color de su partido. Javier Lozano del PAN y Ninfa Salinas
del Verde, son sólo dos de las cabezas visibles de todos los legisladores que
actuaron en defensa del duopolio, sin pensar en los intereses de los
ciudadanos, y mucho menos la competencia y crecimiento del país, tan cacareados
en el discurso oficial.
La creación de una nueva institución encargada de regular y
supervisar al sector telecomunicaciones fue una de las acciones que el Congreso
de la Unión avaló dando pasó a la vieja tradición Priísta del rey que cambia
todo para que nada cambie. El Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT,
sustituyó a la Comisión Federal de Telecomunicaciones, COFETEL, una necedad muy
similar a la del INE por el IFE.
Pero si la aprobación de la reforma resultó una farsa
escrita por guionistas de Televisa y TV Azteca, la constitución del nuevo
Instituto Federal de Telecomunicación solo ha demostrado que los comisionados
de IFT son parciales y actúan para defender los intereses de los actores que
beneficiaron la campaña de Enrique Peña Nieto. Desde un principio el interés de
este instituto ha sido el mismo que el de legisladores y PRI; resaltar los
logros en telefonía y actuar en contra de Carlos Slim y Telmex principales
competencias de la empresas de Azcarraga Jean, a las cuales lejos de afectar el
IFT se ha dedicado a beneficiar, el ejemplo más claro hasta la semana pasada
era la incapacidad de este instituto para declarar la preponderancia de Televisa
en materia de televisión de paga, algo que todos sabemos.
Sin embargo a mediados de la semana pasada este organismo
vigilante de los intereses de Televisa y TV Azteca declaró qué no habría ningún
tipo compensación para las cadenas por la operación de la multiprogramación.
Los argumentos que escuché por parte de los consejeros del instituto en la
radio, me convencieron, no de que hicieron lo correcto, todo lo contrario, por
la incapacidad de mantener un dialogo articulado por parte de personas como Fernando
Borjón, me quedó claro su incapacidad para objetar los mandatos que les llegan
del sector privado de las telecomunicaciones, en este caso Televisa y TV
Azteca. Estos mediocres funcionarios que acatan los intereses de terceros y
argumentan pensar en los mexicanos, son los mismos que envalentonados y de
manera autoritaria se disponen a atacar nuestros derechos en Internet, así como
la privacidad de nuestros datos en nuestros teléfonos. Hubo tres comisionados
que votaron en contra de la decisión parcial de sus compañeros.
Una vez más las tan manoseadas competencia y la apertura de
los medios, se convirtieron en palabrería barata y en uno más de los
compromisos que este gobierno ha incumplido con la ciudadanía, y lo que es peor
con el exterior y con aquellos ilusos que habrán de tener una o las dos nuevas
cadenas de televisión, que ante este tipo de decisiones parciales habrán de ver
el tiempo de recuperación de su inversión en un mayor plazo.
La pugna por estas nuevas señales se ha reducido a tan solo
dos postores; Grupo Imagen y Grupo Radio Centro. Ambos grupos se encuentran ya
en una desventaja muy importante, como para todavía enfrentar la posibilidad de
competir contra varias señales. La semana antepasada el grupo que encabezaba
Mario Vázquez Raña retiró su oferta y a los pocos días habría de morir el
controvertido empresario, hermano del otro empresario de medios, hoteles y que
está formando un monopolio en materia de hospitales; Olegario Vázquez Raña.
La existencia de la multiprogramación no es algo nuevo,
todos los que ven ya señales digitales de televisión saben que cada canal tiene
tres frecuencias. Lo que resulta decepcionante por parte de los consejeros del
IFT, es la manera entreguista en la que sin tener en cuenta que por un lado
recursos frescos hubieran llegado en buen tiempo a las arcas federales, por
otro si la compensación hubiera sido en especie; permitiendo programación de
productores independientes y de diferentes sectores de la sociedad, se hubiera
apuntalado uno de los supuestos principios rectores de la reforma que era la
competencia. Lo más grave es que un grupo de personas designados por unos
legisladores corruptos y agachones decidan, no sobre el papel de los operadores
en materia de telecomunicaciones que supuestamente para eso fueron
seleccionados, si no que manera tan irresponsable y ligera puedan regalar el
espacio radioeléctrico que es un bien de los mexicanos.
Sin pudor, este gobierno está dedicado a vender y regalar
los bienes de la nación, las formas son legales y están avaladas por la manera
en que el actual gobierno ha reformado las leyes. Hace tan sólo cuatro años
estas mismas disposiciones habrían sido protestadas y de hecho algunas lo
fueron por esos mismos priístas, que aprovechando su mayoría en las cámaras
frenaron eso que hoy llaman las reformas para mover a México, hoy,
vergonzosamente, se inclinan ante los intereses empresariales del presidente y
de sus amigos industriales.
publicado en blureport.com.mx el 16 de febrero de 2015
imagen:wikimapia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario