El pasado 20 de enero
murió una de las principales promotoras de nuestra cultura y tradiciones, que
además fue escritora y artista gráfica.
Armando Enríquez
Vázquez.
Buscando una nueva historia para escribir sobre una mujer
extraordinaria, me topé con el obituario fresco de Teresa Castelló Yturbide,
narradora, ilustradora y gran promotora de la cultura mexicana.Promover, escribir, ilustrar, hablar de nuestras tradiciones
y costumbres es en la mayoría de los casos una moda, una postura ideológica mal
fundamentada, una obcecación descalificadora de la modernidad y el nuevo México
o simplemente una máscara política, que esconde un gran desprecio por todo
aquello que es México, ese no fue el caso de María Teresa Castelló Yturbide,
quien murió a los 97 años de edad.
Teresa Castelló nació en la Ciudad de México el 21 de marzo
de 1917. Una de las grandes influencias de su vida fue su nana, Pascuala
Corona, una mujer michoacana, que le contaba historias de su pueblo. Uno de sus
abuelos fue embajador de nuestro país en Francia y la joven Castelló vivó una
temporada en Francia. En Paris se dedicó en compañía de su familia e
institutriz a visitar el mayor número de museos posibles, de donde le surgió un
gran amor por el arte.
Marìa Teresa se casó con un renombrado arquitecto que murió
de un infarto cuando la pareja esperaba su cuarto hijo. Teresa Castelló se
dedicó entonces a trabajar y estudiar con detenimiento nuestro arte popular y a
los artesanos, no con el ojo frio y arrogante del antropólogo, sino con el amor
de una apasionada de la manifestaciones de nuestros creadores populares.
Resultado de esta manera de acercarse ver y ser parte de las
tradiciones de nuestro país surgieron varios libros que no sólo tienen como
temas diferentes formas de expresión artesanal de nuestro país, Teresa hurgó y
habló de las más antiguas técnicas y conocimientos, como el libro que le valió
en 1987 el premio White Ravens Tres
colorantes Prehispánicos. De la misma manera publico, libros sobre, los
rebozos, los zarapes y la indumentaria de los mexicanos a lo largo de los
siglos.
En 1986 y con el apoyo de la fundación Banamex Castelló
publicó Presencia de la comida
prehispánica. Un libro en el que a través de un gran número de textos
coloniales se nos da a conocer muchos de los alimentos de los antiguos
habitantes de México y recetas de la época en que fue escrito el libro
mostrando como estos alimentos seguían en buena parte siendo consumidos hace
treinta años. El libro es una muestra de que Castelló fue mucho más una
investigadora de lo que le interesaba que de modas. A mediados de los ochenta
la gastronomía no tenía el estatus del que goza actualmente.
En 2010 se le otorgó el premio Juan de la Cabada de literatura
infantil en reconocimiento a la obra de toda una vida como escritora que inició
en 1933 cuando ganó el premio Antoniorrobles con su cuento infantil El morralito de Ocelote. Años después en
1945 publicó Cuentos mexicanos para
niños. El interés de Teresa Castelló por las historias tradicionales
mexicanas, nació con las historias que la nana Pascuala Corona le contaba en su
infancia y que más tarde a los diecisiete años Teresa utilizó para enseñar a
otros niños a leer. Pascuala Corona fue el seudónimo elegido por Teresa para
firmar muchos de sus libros de historias infantiles, así de importante fue para
Castelló aquella indígena michoacana. En 1951, bajo el gobierno de Miguel
Alemán, hombre más interesado en robarse el país que en la cultura, uno de los
muy pocos libros que editó la Secretaria de Educación Pública fue Cuentos de Rancho de Teresa Castelló.
Entre su producción literaria infantil destacan títulos como El Pozo de los ratones, con el que la
escritora ayudó a crear la colección A la
orilla del viento del Fondo de Cultura Económica que es uno de los pilares
de la literatura infantil en México.
Castelló dio a conocer su último cuento en 2009; Quetzalcóatl y la hormiga maicera.
A finales de la década de los cincuenta Teresa Castelló ingresó
a la Escuela Nacional de Arte La
Esmeralda. Su trabajo gráfico sirvió para ilustrar sus libros infantiles y
otros como Traje Indigena en México que
escribió en colaboración de Carlota Mapelli Mozzi y bajo el auspicio del
Instituto Nacional de Antropología e Historia. Muchas de sus ilustraciones en
los cuentos infantiles las firmó con el seudónimo de Girasola, en alusión a la
soledad que desde su viudez vivió.
En 1988 fundó la asociación Pro-Seda, con el fin de apoyar a
una comunidad de mujeres artesanas mixtecas que vieron amenazada su forma de
vida ya que las moreras en que criaban a los gusanos de seda comenzaron a
enfermar. Obviamente esta relación con la seda llevó a Castelló a la
publicación de un libro sobre el tema que escribió junto con Teresa de María y
Campos; Historia y arte de la seda en
México: siglos XVI-XX.
Una
vida llena de curiosidad y ganas de compartir lo descubierto llegó a su fin,
como ya mencioné el pasado 20 de enero un par de meses antes de cumplir 98 años.publicado en mamaejecutiva.net el 26 de enero de 2015
imagen: conaculta.
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