El hecho de pensar que somos la mejor versión de nosotros mismos se pone a prueba cuando los personajes se confrontan a la realidad de su par en esta segunda temporada.
Armando Enríquez Vázquez
Si la primera temporada de “Counterpart” fue extraordinaria, la mayor parte de la segunda no
tiene pierde y el cierre de la temporada 2, nos demuestra que no todas las
series pueden y ni deben tener una tercera temporada.
La primera parte no podía haber cerrado con mejor grupo de
cliffhangers; el portal cerrado por un atentado terrorista, el descubrimiento
de un gobierno detrás del gobierno al que se llama la gerencia y maneja ambos
lados del mundo, el encubrimiento de Peter Quayle (Harry Lloyd) de su esposa,
Clare, como una de las principales espías de “El Otro Lado” en el que suponemos
el nuestro. Los dos Walter Silk atrapados en los mundos ajenos. Emily Silk, la
esposa de Howard en este lado, despertando del coma causado por un “accidente”. Y una trama por desarrollar:
La destrucción de uno de los mundos a manos de un grupo rencorosos del otro.
La segunda temporada no decepciona en general, el aire de
novela de espías durante la guerra fría continúa dominando la narración, Las
desgracias de Howard Silk interpretado por el extraordinario actor J.K. Simmons
en el otro mundo continúan incluyendo es ser enviado a la prisión secreta
llamada “Eco”, mientras la Emily, (Olivia Williams) de ese mundo intenta
salvarlo de ellas, de este lado Emily al despertar padece amnesia y poco a poco
va descubriendo su papel en la crisis entre ambos mundos. Al mismo tiempo que
el Howard Silk de este lado sigue buscando a la célula terrorista que intenta
destruir este mundo y Emily regresa a casa intentando recuperar la memoria
perdida tras el atentado en su contra.
La serie creada por Justin Marks y producida por el canal de
televisión Starz, parte de un tópico como premisa; la existencia de un universo
paralelo que se une con el nuestro a través de un portal físico que las
personas pueden cruzar sin ningún problema. Ese paso se encuentra restringido
por los gobiernos de ambos mundo a intercambios de información científica,
tecnológica, entre otros. Las visitas son muy vigiladas, el hecho de conocer a
una versión de uno mismo no es lo mejor para cualquier persona. Lo atractivo de
la serie más allá de las actuaciones de sus dos protagonistas, reside en una
extraordinaria escritura; el ambiente de novela de espías, los mundos que se
conectan en un Berlín marcado aún por las cicatrices del muro y las
reminiscencias que este portal tiene con el mundo de la posguerra, las
referencias a Berlín del Este durante la guerra fría, lo gris de Walter Silk,
un oficinista sin oficio ni beneficio tragado por la maquinaria burocrática que
se ve confrontado con su par del otro mundo, un hombre violento y sanguinario
espía.
La segunda temporada que podía llevar el subtítulo: “Origen”,
Pues nos narra en uno de los capítulos a mitad de temporada, como muchas veces
lo hacen series sin capacidad para escribir los trece o diez capítulos de una
segunda temporada, afortunadamente este no es el caso, un flashback que nos
lleva al origen del portal y cómo a partir de un simple experimento pactado
entre los dos científicos que descubren este paso que comunica dos universos
espejo, los mundos se desarrollan de manera diferente y de cómo el odio y
rencores terminan llevando al mundo a la tragedia cuando uno de los mundos
decide soltar un virus letal en el otro para tratar de dominarlos. La hora de
ese capítulo vale la pena porque conecta muchos cabos sueltos y nos llevará sin
problema al final de la temporada. La camaradería inicial entre los dos
científicos pares que mas tarde invitan a otros seis idénticos en ambos lados
del portal para desarrollar una sociedad perfecta, una utopía, se colapsa ante los
celos más primigenios e ideas implantadas a manera de perversa reflexión entre
ellos mismos
La segunda temporada ahonda en la condición humana; el hecho
de siempre pensar que somos la mejor versión de nosotros mismos se pone a
prueba cuando los personajes se confrontan a la realidad de su par, ¿qué tan
dispuestos estamos para suplantarnos si existiera la posibilidad de hacerlo
para lograr satisfacer vacíos y carencias en nuestras vidas? Esa es la prueba
de fuego que algunos de los personajes deben superar. En la serie sólo el
terrorista Claude Lambert y su doble quienes en su hedonismo y narcisismo
parecen no tener problemas el uno con el otro, forman una simbiosis perfecta,
son la excepción a ese paradigma de querer ser otro, sin dejar de ser quienes
somos. La famosa teoría del Efecto Mariposa, un pequeño e insignificante cambio
en el escenario repercute de manera inesperada en los acontecimientos
personales e históricos del mundo, juega un destacado papel en la trama. La
venganza como única arma para lograr la justicia es central en la serie.
Son los guiones de los primeros capítulos y las actuaciones
sin duda la estructura central y más atractiva de la segunda temporada de la serie.
La secuencia de Olivia Williams interrogándose a sí misma, enfrentándose por
primera vez a sí misma es sin duda uno de los momentos más emotivos de la
serie. La misma Clare Quayle, (Nazanin Boniadi), la espía conocida como
“Sombra” encubierta por su débil esposo, crece en su papel, al verse en la
encrucijada entre desarrollar su papel en el complot o entregarse al compromiso
de vida con su hija, así como el descubrimiento de un hecho que muestra la parte
inhumana del complot, la harán pasar de su papel melodramático de mala a uno
más humano.
A la serie termina por ganarle la clásica moralina de
guionistas y cadenas de televisión norteamericanas donde un bebe no puede
quedarse huérfano. La aparición de personajes que nada agregan a la trama y
solo intentan reforzar un punto que ya ha sido puesto en la mesa, como el Peter
Quayle del otro mundo más cercano al obseso Brad Pitt encerrado en el manicomio
de “12 Monos” la película, que a la naturaleza de la premisa de “Counterpart”. Al final de la segunda
temporada las principales líneas narrativas se cierran y la historia para bien
o para mal se resuelve, el pretendido cliffhanger no sólo es muy previsible, si
no irrelevante y tal vez por lo mismo a principios de febrero Starz anunció la
cancelación de la serie. La verdad es que como espectador uno se siente
satisfecho con las dos temporadas de la serie que cuenta la historia de una manera
bastante decente con grandes actuaciones y muchos minutos extraordinariamente
escritos para mantener a las audiencias en suspenso.
“Counterpart”
cumple con su cometido y puede quedar como una de esas buenas series que en dos
temporadas fue capaz de contar una historia atractiva y de calidad.
publicado en roastbrief.com.mx el 4 de marzo de 2019
imagen starz.com
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