Ante la tragedia sucedida en el hospital regional de alta
especialidad Juan Graham Casasús en Villahermosa hay que mirar en soluciones no
tradicionales.
Armando Enríquez
Vázquez
El hallazgo de una superbacteria en un hospital del sistema
de salud nacional, que ha causado la muerte de tres pacientes y puesto en
riesgo la vida de al menos otros tres, eso es lo que la autoridad reconoce,
debe haber prendido las alarmas en el sector salud del gobierno del país.
La bacteria llamada Acinetobacter baumanii es un
organismo común en hospitales; en lugares como sistemas de aire acondicionado, catéteres,
líquido de diálisis peritoneal, en instrumentos médicos, además de estar
presente en la piel de un ser humano sano y puede llegar a presentarse en boca,
faringe e intestino, lo que le permite aparecer estos brotes de enfermedades
que se dan en los hospitales, cabe mencionar que la baumanii es la
especie de Acinetobacter que más resistencia presenta a los antibióticos
(1) y puede volverse esa
pesadilla que desde hace años se documenta en la literatura científica, y que
sin duda es un gran tema para la ciencia ficción; las superbacterias, las
epidemias, la ineficacia total de los antibióticos y el cierre de hospitales
por los peligros inherentes de las superbacterias que pueden llegar a habitarlos.
A lo largo de los años he escrito acerca de bacterias y
virus capaces de alimentarse de otras bacterias y que han sido utilizadas a lo
largo de la historia reciente y no tan reciente de la medicina. En las últimas décadas
de los estados comunistas de Europa del Este, incluso se hicieron pruebas en
Rumania con bacterias que vivían en las cloacas de Bucarest con buenos
resultados o al menos eso recuerdo de un documental de los ochenta. Estas
terapias tienden a ser minimizadas por los grandes laboratorios que marcan la
agenda de la salud en el mundo en su obsesión por crear y desarrollar
medicamentos caros y que a la larga se volverán de nuevo ineficaces contra las
bacterias. El tema de los bacteriófagos no ha sido puesto en la mesa por los
doctores del hospital de Tabasco, ni por los médicos del sistema nacional de
salud. Simplemente todo mundo se ha limitado a declaraciones políticas que resultan
inocuas en la realidad.
En un interesante
artículo de Miguel Ángel Cevallos publicado por la revista de divulgación científica
de la UNAM ¿Cómo ves? y cuyo link encontrarás al final de este texto (2),
se especifica que los bacteriófagos son los organismos más abundantes en
nuestro planeta. La especificidad de los virus bacteriófagos en cuanto a la
bacteria especifica a la que atacan hacen posible que se pueda dirigir su acción
en contra de ciertas enfermedades como la disentería o el cólera. Así como los tres
diferentes tipos de estos virus que se alimentan de bacterias y cual de ellos
es el que realmente funciona para combatir enfermedades causadas por las bacterias
y con las características de que estos virus son inocuos para los seres humanos.
De acuerdo con un articulo aparecido en la revista nature
el 8 de mayo de 2019 (3) un
artículo en el que se revela que gracias a un bacteriófago genéticamente modificado
salvó la vida de una joven de 15 años que padecía una infección Mycobacterium
abscessus, bacteria similar y de la misma familia de la que produce la
tuberculosis, en este caso la bacteria había desarrollado resistencia a los
antibióticos y la única solución a la mano era un “coctel” compuesto por tres
diferentes bacteriófagos alterados genéticamente que salvaron la vida de la
joven.
En la última semana ha surgido otro motivo de preocupación
en México en cuanto a enfermedades que tienen como origen a las bacterias y es
el caso del paciente con sarampión que apareció en Quintana Roo a principios de
junio, aunque se aclaró que la mujer de origen inglés ingresó al país con la
enfermedad, eso no evitó que el sistema de salud quintanarroense, de acuerdo
con el Sol de México, pusiera en observación a 369 personas que tuvieron
contacto con la turista enferma. A principios de año un caso similar se detectó
en Nuevo León. Lo importante es que en caso de que surgiera un brote de
sarampión, no existe en el país la infraestructura para enfrentarlo. ¿Existe algún
bacteriófago capaz de ayudar en el tratamiento de la enfermedad que parecer
estar de regreso? Por eso importantísimo que la investigación científica en
México sea prioridad de las autoridades federales.
De acuerdo con una nota del país (4) 30,000 personas mueren al año por
enfermedades relacionadas con bacterias resistentes a los antibióticos y Europa
comienza a voltear a los bacteriófagos antes que las superbacterias se conviertan
en un verdadero problema de salud pública
En México se estudia a los virus desde diferentes instituciones,
existe una Sociedad Mexicana de Virología, con materiales de divulgación en
Internet de los que todos deberíamos estar conscientes, aunque el número de virólogos
en el país es muy pequeño para los 120 millones de mexicanos que somos. Estas
instituciones están relacionadas con CONACYT, ese mal chiste que la 4T ha convertido
en un triste organismo donde se come muy bien y se investiga poco, se patrocina
poco la ciencia y la investigación.
Sociedad Mexicana de Virología y su red de divulgación que
se puede consultar en: https://redvirologia.org/
(2) Artículo revista ¿Cómo ves? de la
UNAM:
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