Ningún Presidente se levanta pensando en cómo joder a México. EPN.
Armando Enríquez Vázquez
Ningún Presidente se levanta pensando en cómo joder a
México. Palabras más, palabras menos Peña Nieto declaró esto a la mitad de
su mandato, cuando ya las críticas en contra de él y de sus secuaces, perdón,
su gabinete eran cotidianas y desde todos los frentes. Sin embargo, los hechos
parecen demostrar todo lo contrario.
Imagino que cuando el general y dictador de México Antonio
López de Santa Anna se dirigía con sus reducidas tropas a luchar contra los
cuatreros gringos apoyados por el gobierno de Estados Unidos; Sam Houston y
Steve Austin, no pensaba en fregar al país, al contrario, pensaba que iba a
evitar el robo de gran parte del territorio nacional, le salió el tiro por la
culata, pero lo mismo ha sucedido con muchos de los que han dirigido el país
bajo una mirada y plan personal.
No solamente es loable que el presidente vaya en defensa y
rescate de las poblaciones rurales marginadas, pero habría que recordarle que
en México hoy la gran mayoría de la población y de la pobreza es urbana. Que
una mujer se alquile como Hitwoman para el crimen organizado por
$5,000.00 nos habla de la gran necesidad que existe en las ciudades y lo
segundo más importante; que la seguridad en el país no solo es cada día menor,
sino que su fragilidad depende de un puñado de monedas y cambio.
Está muy bien que el Presidente desde primer día haya
decretado la abolición de la corrupción y sin embargo en ocho meses hemos
tenido casos probados de esta reprobable conducta en miembros de los equipos
del presidente, incluso en él mismo cuando se declara en contra del nepotismo,
pero su gobierno crea un cargo especial y nuevo dentro del gobierno para su
esposa.
Es muy fácil autonombrarse demócrata, líder social, hombre
comprometido con su pueblo, Defensor de la leyes y apóstol de la lucha contra
la corrupción, para de la manera más corrupta, menos democrática, borrar a
funcionarios e instituciones que no comparten su visión de crear su pequeña
dictadura de al menos seis años firmada por alguien de quien su firma o su
palabra no tiene valor alguno, porque se ha encargado de desdecirse y mentirle
a sectores de la población cínicamente a lo largo de los años, que le pregunten
a los científicos que hoy han sido despreciados por un hombre fanático
religioso, Alos estudiantes a los que quiere privar de Internet en los centros
educativos. A los defensores del estado laico que votaron por él, mostrando el
descontento en contra del Opus Dei o Legionarios de Cristo que apoyan a PRI y
PAN a cambio de favores y ahora han visto como se ha permitido el uso de
Palacio de Bellas Artes a un grupo religioso con un líder, de acuerdo con la
justicia estadounidense y lo que le han encontrado al señor, igual de
pervertido y nefasto que el Padre Maciel.
López Obrador demostró en una de sus pasadas conferencias
mañaneras su intolerancia al criticar un reportaje de la Revista Proceso y
acusar al medio de: No portarse bien con él. En ese sentido es igual al
Peña Nieto de “Ya sé que no aplauden”, a pesar de que en las mañaneras
se han sembrado a un número de comunicadores que no son más que títeres de la 4
T y se nota en lo estúpido de sus cuestionamientos, cuando el presidente abre
la baraja a los miembros de la prensa, no aguanta los cuestionamientos.
¿Ya se le olvidó a López Obrador que el papel de la prensa no es ser aduladores
del poder?, aunque es entendible porque la mayoría de los medios navegan con la
bandera que dicte el gobierno, incluso los que otrora se llamaron opositores y
críticos del sistema han demostrado en muchos casos que todo era un asunto de
esperar el chayote correcto, por ejemplo; Carmen Aristegui, claro en ese
sentido tiene López Obrador, los que se quedaron sin cheque del gobierno tienen
que ladrar como López Dóriga. Debemos reconocer que son precisamente medios
como Proceso, Reforma o La Jornada en algunos de sus articulistas y sobre todo
en el gran caricaturista Magú quienes mantienen esa necesaria distancia con el
poder y son críticos del mismo, de la misma manera El Financiero es un gran
medio, sin mencionar a personas como Julio Astillero quien muchas veces es
crítico.
Desgraciadamente el Presidente desconoce la democracia
moderna y la economía global. Su visión decimonónica de caudillos y pesetas a
recuperar, esa forma de ver el mundo encerrado en su Palacio Nacional, solo
demuestra la ignorancia y el ingenuo romanticismo de un hombre que regala dinero
a Centroamérica y acaba con los empleos en México. A López Obrador le conviene
un pueblo ignorante, pobre, ávido de dádivas y no un país que crezca, ni una
clase pensante y mucho menos jóvenes propositivos. Como el primer dictador de
nuestro país López Obrador hoy es de izquierda nacionalista y asegura que el
petróleo es del pueblo mexicano, para a los seis meses convertirse un poco más
hacía la derecha dando todo el negocio de la petroquímica a la iniciativa
privada. Un día es un revolucionario que ataca la decisión de sacar al ejército
a la calle, para hacer lo mismo o peor, y a la primera muestra de atropellos y
crímenes cometidos por su Guardia Nacional voltear su dedo flamígero en contra
del ejército.
En materia de silencios inculpatorios el más grave es el que
López Obrador ha decidido mantener frente a la más grave violación a la
Constitución de México en décadas, y eso que todos los gobiernos pasados se encargaron
de violarla o cuando menos manosearla con el mínimo pudor. La Constitución no
se puede ocultar, ni menospreciar con la firma ante un notario público.
El gran escritor argentino Adolfo Bioy Casares alguna vez
escribió; Cuando sueñes utopías recuerda que lo que para unos es sueño, para
otros es pesadilla. Lo que López Obrador debe recordar es que en la
democracia moderna es plural e inclusiva, más allá de lo que pensara Peña Nieto
de ciertos sectores de la población, nunca lo expresó de manera pública y jamás
dividió al país con un discurso de complejos y rencor el presidente en ejercicio
utiliza a diario desde hace casi ocho meses, a estas alturas ya suena realmente
patético y decepcionante para los mexicanos que esperaban liderazgo, no a una
plañidera respondona.
Santa Anna salía de campaña militar cada vez que se aburría
de la administración pública, que no entendía, no ejercía, eso no quiere decir
que no quisiera a México, a su muy particular manera como todos, pero se sentía
un patriota, ante todo. Lo mismo sucede hoy cuando el presidente huye a lugares
lejanos donde sabe que aun tiene una clientela que le aplaude y aun así, cada
día se topa con gente que se suma al cuestionamiento de su ejercicio del poder.
A lo mejor, y espero equivocarme, López Obrador
intente regresar a la presidencia después de otro periodo a modo, con un achichincle
que imponga en el gobierno al más puro estilo de Porfirio Díaz, y también como
López de Santa Anna se obsesione con salir del retiro desde La Chingada, pasando
por Manga de Clavo para demostrar que para colmo, entre otra de las
cosas presume y desconoce el Presidente, sin duda, está la historia de nuestro
país y a sus personajes.publicado en blureport.com el 12 de agosto de 2019
imagen: wikipedia.org
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