jueves, 31 de agosto de 2023

¿Y sí Supermán…?

 


Al otro extremo de las películas de superhéroes de los universos lugar común, y muy lejana a los antihéroes, la cinta Brightburn es una historia de terror basada en un clásico.

Armando Enríquez Vázquez

La visión de los universos de Marvel y DC tienen como denominador común que sin importar el origen del super héroe, ya sea un accidente, venga de una isla perdida e ilocalizable, dioses mitológicos, seres supra normales o extraterrestres, todos son son amigos de los seres humanos y velan por nuestro bienestar. Generalmente trabajan bajo la bandera de las barras y las estrellas y bajo la concepción WASP (Blanca anglosajona y protestante) de Estados Unidos.

Los anti héroes funcionan de una manera similar, aunque irreverentes, carentes de solemnidad y en las últimas décadas aceptando a regañadientes que existen minorías que son visibles e importantes para la mercadotecnia y negocio de los estudios de comics y cinematográficas, así tenemos superhéroes negros, latinos, LGBT y asiáticos. Todos pueden ser superhéroes, siempre y cuando vean al mundo bajo la idea de Estados Unidos.

En la maniquea y bíblica historia de Superman, Jonathan y Martha Kent recogen al niño extraterrestre que cae en el terreno de su granja en Kansas y lo crían para hacer de él un ciudadano ejemplar que aproveche sus poderes en bien de los Estados Unidos.

La premisa de la película Brightburn (2019) es básicamente la misma con un pequeño twist.

Tory Breyer (Elizabeth Banks) y su esposo Kyle (David Denman) tienen una enorme granja en Brightburn, Kansas. Incapaces de tener hijos, los Breyer como los Kent viven solos en su granja.



A diferencia de los Kent en el momento en que una nave extraterrestre, que ellos creen en un principio un meteorito, se estrella en su granja, los Breyer son una pareja joven que pueden hacerse pasar por los padres del niño extraterrestre que viaja al interior de la nave espacial que cae en sus tierras.

Pero Brandon Breyer (Jackson A. Dunn) al descubrir sus poderes, también descubre que esto lo hace diferente; más fuerte y con capacidades que los seres humanos no tienen.

La historia va de una aburrida y vulgar vida en un pueblo rural de Estados Unidos a una historia de terror sobrenatural. En Brightburn no hay Luisa Lane. Ni Tory y Kyle se sentirán orgullosos de Brandon, quien obsesionado por su descubrimiento se hace de un traje, una mascara y una capa que están muy lejos de poder tranquilizar y dar confianza a quien lo ve.

Una B mayúscula estilizada y en espejo es el logo que Brandon tiene para marcar su identidad y las escenas de sus crímenes. Una capa hecha girones y una máscara siniestra que no tranquiliza a quien enfrenta a Brandon, y cuyo sutil tinte lovecraftiano intentan ocultar la personalidad del adolescente.

Dirigida por David Yarovesky, quien también ha dirigido The Hive en 2014 y Nightbooks en 2021, Brightburn es sin duda la visión más oscura y apocalíptica del extraterrestre que llega a nuestro planeta, es criado por seres humanos y descubre su condición excepcional.

Brightburn, navega entre el terror, la ciencia ficción y el tan gustado género de los superhéroes. Es una cinta que vale la pena ver y una de esas pequeñas joyas que están perdidas en las plataformas y confrontan la idea de las películas fáciles y predecibles de personajes que ya resultan un aburrido y predecible lugar común.

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