sábado, 15 de marzo de 2014

Nahui Olin un fantasma de la Ciudad de México.



Artista, modelo, musa Carmen Mondragón bautizada por El Dr. Atl como Nahui Olin es una de las grandes figuras olvidadas de nuestro siglo XX y de nuestra Ciudad.


Armando Enríquez Vázquez


Nahui Ollin, para los aztecas era el nombre del quinto sol. Cuatro movimiento en su traducción literal. El sol del movimiento, el sol tectónico capaz de arrasar con la fuerza de los terremotos a la civilización humana. Y así fue el paso de Carmen Mondragón Valseca por el corazón de Gerardo Murillo, el Dr. Atl, que la bautizó con este nombre náhuatl para el resto de nuestra historia. Pero Carmen Mondragón sacudió mucho más que el corazón del pintor, fue un terremoto que sacudió a la sociedad mexicana del siglo pasado y terminó apedreando a niños y desconocidos en La Alameda.

Ojos verdes, magnéticos, luminosos,  capaces de hechizar a cualquiera. Una sensualidad y sexualidad desbordantes, rebelde, contestataria. Mujer como muy pocas fue Carmen Mondragón.

Carmen Mondragón nació en la ciudad de México el 8 de Julio de 1893, Su padre un general porfiriano de nombre Manuel Mondragón, inventor de un rifle de repetición, que después quedaría a las órdenes del traidor Huerta y por unos meses sería Secretario de Guerra y Marina del usurpador. Presunto responsable del atroz asesinato de Gustavo A. Madero. Algunos autores llegan a insinuar que este criminal disfrazado de militar sostuvo relaciones incestuosas de algún tipo con su hija. Carmen pasó una buena parte de su infancia instruyéndose en colegios en Francia.

A los diez años escribió: Soy un ser incomprendido que se ahoga por el volcán de pasiones, de ideas, de sensaciones, de pensamientos, de creaciones que no pueden contenerse, en mi seno y por eso estoy condenada a morir de amor…

Nahui Olin es, en el sentido de tema y edad, lo más cercano que tenemos a un poeta maldito en nuestro país. Regresó a México y se enamoró de un cadete de nombre Manuel Rodríguez Lozano que con el tiempo habría de volverse pintor. Hombre extraño y de carácter agrio y propenso a destruir todo lo que lo rodeaba. Una vez casados la pareja no parecía muy feliz, se dice que Carmen intentó arrepentirse de casarse pero fue demasiado tarde. El General Mondragón tuvo que exiliarse en Francia primero y después en España. El traidor de Huerta decidió relevarlo de su cargo, ante las acusaciones que la opinión pública hacía del secretario por el salvaje asesinato del hermano del Presidente Madero. Después de un año de matrimonio, pareja decidió alcanzar al resto de la familia de la novia allende el Atlántico. En Europa la pareja tuvo un hijo que murió envuelto en una serie de rumores y acusaciones que hasta la fecha no han sido develados. Hay quienes dicen que el niño murió de muerte natural, otros sugieren que fue víctima de un accidente y hay quienes culpan a Carmen Mondragón de asesinar al infante tras enterarse de la bisexualidad de Rodríguez Lozano. Otros más creen que este cruel hombre azotó al niño contra el suelo en un desplante. Lo cierto es que la pareja regresó a México y mantuvo el matrimonio como fachada por unos meses más.

En 1921 en una fiesta Carmen conoció a Gerardo Murillo, El Dr. Atl, inmediatamente surgió entre ellos una pasión que terminó por llevar a Carmen a vivir con el pintor en el abandonado convento de La Merced, donde el pintor tenía lo que podría llamarse su casa. Ruinas donde habitaron. El Dr. Atl la bautizó de inmediato como Nahui Ollin haciendo referencia al Quinto Sol de la mitología mexica, tal es la fuerza que la joven produce en el pintor. Ella aceptó el bautizo y le quitó una l al Ollin original.  El Dr. Atl también la llamó Mon Dragon y en más de una ocasión declaró que Nahui Olin era el amor de su vida. Pero a diferencia de otras mujeres intelectuales de la época Nahui Olin, fue una intelectual capaz de escandalizar a la persignada sociedad mexicana. En 1922 publicó el poemario Óptica Cerebral, poemas dinámicos. Sin duda este fue uno de los períodos más fecundos en la vida de ambos artistas.

En 1923 y 1924 Nahui publicó otro par de poemarios y continuó con su producción grafica. El Dr. Atl también pintaba con gran inspiración, pero los celos y las desconfianzas empezaban a surgir. Atl era un seductor y tenía seguidoras que se afanaban por conocerlo. La pasión se alternaba con el fuerte carácter de ambos personajes; discusiones y pleitos tectónicos. Un día la disputa terminó cuando el Dr. Atl decidió rapar a Nahui Olin, ya después en la reconciliación hizo una serie de retratos sobre ella conocido como Las Pelonas. Discusiones que subían de tono y obligaban a los conocidos a evitar a la pareja. El Dr. Atl escribió acerca de cómo en una ocasión tras una discusión se fue a dormir, sin embargo un extraño sentimiento lo hizo despertarse:

…y abrí los ojos. Carmen estaba sobre mi, desnuda, con su cabellera revuelta sobre mi cuerpo, empuñando un revolver cuyo cañón se apoyaba en mi pecho. Tuve miedo de moverme, el revólver estaba amartillado y el más leve movimiento mío, hubiera provocado una conmoción nerviosa en ella y el gatillo hubiera funcionado. Todo esto lo pensé en un milésimo de segundo. Me la quedé mirando, como mira un muerto. Poco a poco ella fue retirando el revólver y cuando mi cuerpo estuvo fuera de su alcance, rápidamente le cogí la mano y le doble el brazo fuera de la cama. Cinco tiros que perforaron el piso pusieron fin a la escena. Cogí el arma descargada, la puse debajo de la almohada y me volví a dormir sin decir palabra.

Las broncas y discusiones llegaron a tal grado que Nahui le dejo pegado en los muros de la viviendo un escrito donde le hablaba de sus infidelidades. Ambos hablaban pestes del otro entre su círculos de amigos y Nahui llego a escribirle a Atl:

Puedes seguir desacreditándome contando nuestra vida a tu modo – Los miserables siempre obran de esa manera – no tienen otro desahogo que hablar mal de la gente que los quiere y a quienes les deben servicios. Me debes el servicio de haberte iluminado con mi inteligencia y el de tener todavía sobre tu espíritu la potencia de mi amor…

En 1927 Nahui Olin inició una nueva relación con otro pintor y caricaturista de nombre Matías Santoyo. Con él viajó a Hollywood donde le habían ofrecido una película que nunca se filmó. Después en 1929 se enamoró de un hombre de mar llamado Eugenio Agacino, capitán de barco. Con él viajo varias veces a través del Océano Atlantico y muchas ocasiones a La Habana. Muchos de los cuadros de Nahui Olin la representan con Agacino.  La relación fue apasionada y duró hasta 1934 cuando el capitán murió al parecer al intoxicarse con mariscos en mal estado. Sola y desolada en el Puerto de Veracruz, Germán List Arzubide, otro de nuestros poetas más olvidados, encontró a Nahui Olin, a quien había conocido a través de Atl. El poeta se acercó a ver si puede ayudarla de alguna manera. Furiosa y a gritos Nahui Olin corre a List Arzubide, amenazándolo con llamar a la policía y diciéndole que no lo conoce y no lo quiere conocer.

Tras la muerte de Agacino, Nahui Olin comenzó a aislarse y aunque participó en algunas exposiciones  y siguió pintando. La mujer comenzó a recluirse en ella misma y en la casa que había heredado de sus padres.

Se fue convirtiendo en un extraño personaje, medio indigente, medio estrafalaria, al parecer cobraba un sueldo, especie de beca en el INBA, mismo que gastaba casi integro al momento de cobrar,  en una comida en el Casino Español. Los demás días de la quincena comía en comedor de asistencia pública. Obsesionada con alimentar a los gatos callejeros del centro parte de su salario lo gastaba en comprar carne para los gatos que la esperaban todos los días en La Alameda, si alguno de ellos moría lo disecaba. Incluso se dice que tenía una colcha hecha con diferentes pieles de gatos. Vagando y alejada de la sociedad Nahui Olin vivió por más de 40 años.

El 15 de Agosto de 1964 murió Gerardo Murillo, el Dr. Atl durante el homenaje que se le rindió en Bellas Artes, apareció Nahui Olin como un fantasma que regresa por algo que olvido.

El 23 de enero de 1978, a la edad de  84 años, Carmen Mondragón, que firmó la mayor parte de sus cuadros como Nahui Olin, murió en la misma recamara que había nacido. 

publicado en the pinkpoint.com.mx el 7 de febrero de 2014
imagen: Nahui Olin Por Matías Santoyo

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