Crear un sistema de televisión pública abierta en México que se propositivo y atractivo para las audiencias es una obligación del actual gobierno.
Armando Enríquez Vázquez
¿Qué tienen en común la BBC, CBC, NHK, RTVE, DR? Además de
la buena programación que se difunde y compra a nivel mundial, estas cadenas
inglesa, canadiense, japonesa, española y danesa tienen en común el ser los sistemas
públicos de radiodifusión del estado de sus países.
El modelo mexicano de radiodifusión pública y en especial de
televisión nació de la recurrente demagogia del gobierno mexicano por educar al
país. Llevar cultura a un país donde los más necesitados lejos de buscar
educación, se encuentran en busca del sustento diario y aunque tienen
televisores en su casa estos sirven para escapar de su realidad por unas horas,
por lo que buscan entretenimiento.
Las televisoras públicas mencionadas al inicio, han sido
capaces de hacer un balance perfecto entre su misión de llevar cultura,
información y entretenimiento a las audiencias de sus países primero y más
tarde a nivel mundial. Además de haber comprendido la importancia de la
revolución tecnológica en la que vivimos.
Claros ejemplos son los programas informativos y editoriales
de RTVE, que no se alinean directamente con la política del partido en el
poder, sino con la realidad crítica de la España de hoy. Los debates en las
cortes son transmitidos sin interrupciones y sin hacer comentarios tendenciosos
o lisonjeros al jefe de estado español. Lo mismo sucede con la cadena
canadiense CBC.
Son canales que transmiten y hablan de la cultura, de la
realidad y además producen programas de entretenimiento de gran calidad. Isabel
producida por RTVE cuenta la historia de la reina que hizo posible la
existencia del Imperio Español. DR. La cadena pública danesa, produjo el año
pasado la épica serie 1864, sobre la
segunda guerra de los ducados, también conocida como la segunda guerra de
Schleswig, en la que Dinamarca se enfrentó a Prusia y perdió lo que cambio la
actitud beligerante de Dinamarca por una neutralidad que perduró hasta el la I
Guerra Mundial. Ni que decir de las series históricas de la BBC que han desde
los años setenta del siglo pasado captado la atención del público alrededor del
mundo. Recuerdo que la década pasada la CBC dedicó una miniserie al polémico y
muy querido primer ministro canadiense Pierre Trudeau. Nuestra televisión
pública en la década de los setenta produjo Los
bandidos de Río Frío y más recientemente Los Minondo, ambas series pasaron sin pena ni gloria.
La producción de las grandes televisoras públicas no se
limita a entretenimiento e información, hay que sumar la enorme cantidad de documentales
de gran calidad y actualidad mientras que nuestra televisión estatal basada en
talk shows y programas de nulo interés por la temática que desarrollan
menospreciando las exigencias de las audiencias.
La televisión pública mexicana jamás ha sido vista, como un
organismo capaz de generar sus propios medios de producción. Amarrada al
presupuesto federal y los caprichos de los gobernantes desde su nacimiento, tal
vez, no me gusta ser mal pensado, para evitar que Canal Once e IMEVISION en su
momento y años después, Una voz con todos,
canal 30 creado por Felipe Calderón, la televisión pública pudiera competir con
la televisión abierta privada. Durante los sexenios priístas los canales
públicos han sido incapaces de producir sin el beneplácito de la burocracia
nacida en Los Pinos o en las mediocres mentalidades de los funcionarios de la
Secretaria de Gobernación. Basta una mirada a los actuales directores de Once
TV y Canal 22 para darnos cuenta de la gravedad del asunto.
Nuestra televisión pública vio sus mejores años al final del
sexenio de Ernesto Zedillo y durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe
Calderón cuando se produjeron las primeras series en Canal Once y la barra
infantil Once Niños se posicionó
fuertemente en el gusto de los niños y
sus padres que encontraron una alternativa a la poco imaginativa oferta de
Televisa y TV Azteca.
Primer Plano fue
sin duda uno de los programas de opinión más importante de la década pasada,
emulado y nunca superado por los programas tendenciosos de opinión de la
televisión privada con periodistas que hoy gozan de menor credibilidad que los
panelistas de Canal Once.
Series como XY, Bienes raíces y la tropicalizada Soy tu fan, obligaron al duopolio a
producir series originales como TV Azteca o tropicalizadas como en el caso de
Televisa.
Peor
aún es la visión a futuro; la pobreza de los sitios de Internet de los canales
públicos nos demuestra que a las autoridades aún no les queda claro la
importancia del Internet, como tampoco parecen entender las tendencias de
crecimiento de los usuarios que hoy en día nos dicen que el cincuenta por
ciento de los mexicanos utilizan de manera frecuente el Internet y la tendencia
como es lógico suponer será de mayor crecimiento.publicado en roastbrief.com.mx el 2 de marzo de 2015
imagen deathtoStock.
No hay comentarios:
Publicar un comentario