Junto a los nombres
de Rembrandt y Vermeer se encuentra el de esta gran artista holandesa que fue
olvidada por más de dos siglos.
Armando Enríquez
Vázquez.
En la ciudad holandesa de Harleem, nació Judith Leyster y se
sabe que fue bautizada el 28 de julio de 1609. Judith fue la octava hija. Su
padre Jan Willemsz Leyster, el apellido de la familia lo tomó Jan del nombre de
una cervecería de la era dueño. Leyster significa en holandés estrella guía.
Casi nada se sabe de los primeros años de la artista, como de cuando ni bajo la
tutela de quién inició sus primeros pasos en la pintura. Se cree que su primer
maestro fue Pieter Franz de Grebber. Lo que es cierto es que a los diecinueve
años Judith destacaba ya entre los principales pintores holandeses y así lo
demuestra el hecho de que quede incluida en el libro de Samuel Ampzing sobre
Harleem escrito en 1628.
El poder económico de Holanda en esos momentos con el
comercio de las especies que eran llevadas a Europa desde el Océano Pacifico y
entraban por los puertos holandeses. La consolidación de la Compañía Holandesa
de las Indias Occidentales, como una las primeras empresas trasnacionales
convirtió a Holanda en una potencia económica y cultural en el viejo
continente. En 1633 Judith se convirtió en la segunda y última mujer en el
siglo XVII en ser aceptada en el gremio de pintores de San Lucas en Harleem. La
otra fue Sara van Baabbergen en 1631.
Alrededor de 1628 la familia se trasladó a la ciudad de
Vreeland, donde al parecer Judith entró en contacto con una serie de artistas holandeses
que después de haber viajado a Italia, habían adoptado algunas de las técnicas
de Caravaggio y que son conocidos como los Caravaggitias de Utrecht, población
en la que residían la mayor parte de ellos. La familia sólo permaneció en
Vreeland, antes de mudarse a Amsterdam, Judith regresó a Harleem en 1631 y
parece haber conocido a Frans Hals y se dice que influenció su trabajo a pesar
de que los temas de Leyster son diferentes a los del pintor alemán, incluso se
sabe que en 1635 Leyster tenía tres discípulos y que Hals le robó a uno, por lo
que Judith interpuso una demanda legal en contra la madre del discípulo que
ganó y la mujer tuvo que pagar una compensación económica.
En 1636 Judith Leyster se casó con el pintor Jans Miense
Molenaer, una vez que tomó las responsabilidades del matrimonio y su producción
pictórica fue menor. El matrimonio se mudó a Amsterdam en busca de mejores
oportunidades económicas y vivió en la ciudad por once años, para finalmente
regresar a Harleem. Donde Judith murió en 1660.
Durante los siguientes siglos fue olvidada y su trabajo
constantemente confundido con el de Frans Hals. En 1893 Cornelis Hofstede de
Groot publicó un artículo en el que demostraba la autoría Judith de siete
cuadros que se atribuían a Frans Hals, el historiador del arte demostró que
seis de las obras estaban firmadas por la artista holandesa, su firma se limita
a sus inciales J L conectadas a una estrella.
Entre las obras más importantes de Judith se encuentra el
autorretrato con el que se cree se presentó ante el gremio de San Lucas en
Harleem, en 1633. En él se ve a la
artista frente a un lienzo en progreso y a ella desenfadada volteando a un
interlocutor que no alcanzamos a ver, su brazo se apoya en contra del respaldo
de la silla, elegantemente vestida lleva en una mano la paleta con los oleos y
en a otra el pincel. La pintura se encuentra actualmente en la National Gallery
de Washington.
Hoy se reconocen alrededor de 40 obras de su autoría entre
ellas naturalezas muertas, pinturas con diferentes personajes de la
cotidianidad de Harleem y su libro sobre tulipanes de 1643.
publicado el 5 de octubre en mamaejecutiva.net
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