La televisión abierta viene siendo despreciada desde hace décadas por un mayor número de sectores de la población, probablemente ha alcanzado sus niveles más bajos de aceptación y la muestra más clara es la cada vez menor cantidad de anunciantes que hacen uso de la televisión abierta.
Armando Enríquez Vázquez.
Es significativo como al preguntar a los jóvenes menores de
28 años si ven televisión abierta la respuesta generalmente es una negativa
rotunda. A los jóvenes les parece poco más que repulsiva la oferta tanto de
Televisa, como de TV Azteca.
Sin embargo, si uno extiende la plática sobre el tema, existe
un momento en el que todos aceptan ver canales de televisión abierta; la hora
de eventos deportivos, ya sea futbol soccer, o americano y en su momento el box,
que son en general los eventos que la televisión abierta está transmitiendo
actualmente.
Tal vez por esta dependencia semanal de las transmisiones
deportivas, los jóvenes saben y llegan a ver ocasionalmente y de manera parcial
la programación de la televisión abierta la cual les parece de muy poco valor y
les apena confesar que la ven. Tanto los valores de producción, la ejecución y
los contenidos resultan poco atractivos y mucho menos aspiracionales para muchos
de los jóvenes mexicanos.
Tanto en la década de los años setenta como en los ochenta
por órdenes de dos diferentes presidentes Luis Echeverría el verdadero fundador
de Televisa y Miguel de la Madrid, la programación de la televisión abierta fue
modificada, la censura y la prohibición alcanzo programas tanto de producción
nacional como de series compradas, por los contenidos. Las razones no fueron
siempre las mejores, pero de alguna manera limpiaron de cierta telebasura las
señales de Azcárraga Milmo. Desde la llegada de Carlos Salinas de Gortari a Los
Pinos las televisoras no han sido tocadas por el gobierno y notoriamente la
calidad de los contenidos de las televisoras privadas abiertas ha ido en caída
libre. Hoy las televisoras son las que censuran y promueven políticos.
La televisión abierta viene siendo despreciada desde hace
décadas por un mayor número de sectores de la población, probablemente ha
alcanzado sus niveles más bajos de aceptación y la muestra más clara es la cada
vez menor cantidad de anunciantes que hacen uso de la televisión abierta. A
pesar de que la televisión abierta mantiene el primer lugar de la inversión
publicitaria en nuestro país, esta se reduce año con año. La reciente decisión de
la dirección de Televisa de finalizar la transmisión del programa de Chabelo del
aire tras casi cincuenta años de existencia tiene que ver no sólo con las medidas
arbitrarias de la empresa, si no con la incapacidad de la empresa por
evolucionar a lo largo de más de veinte años y perder a las audiencias
infantiles. La absurda apuesta de Televisa y pareciera ser de TV Azteca también
a apostar por personajes nefastos a la sociedad como Laura Bozzo y de esta
manera denigrar sin pudor a los mexicanos parece que no habrá de cambiar. Este
tipo de pensamiento y estrategias, sin duda, ha sido un factor determinante en
su contra, el extremo de esta ineptitud y falta de visión sucedió en Grupo
Imagen de Olegario Vázquez Aldir, con la salida del aire de Cadena 3, un canal
carente de una oferta propositiva y de calidad para la audiencia y cuya dirección
minimizó la importancia de la inversión en contenidos atractivos y relevantes.
La llegada de la televisión digital puede representar una
ventaja competitiva para las señales de televisión abierta que sepan cómo
utilizar sus concesiones. El hecho de poder tener una señal multiplexada ofrece
a los canales la opción de generar nuevas señales con targets específicos y de
esta manera intentar competir con la televisión de paga o al menos recuperar a
un importante número de anunciantes, claro que en la ecuación tienen
forzosamente que entrar la calidad de los contenidos a producir. Como ya lo
hace Canal Once al utilizar una de sus señales con su programación normal y
otra únicamente con programación para niños. Un nicho en el que, a través de
años de una oferta nacional e internacional de calidad, hoy domina el canal
público sin tener competencia en la televisión abierta nacional.
Los costos de la producción y compra de espacios para
televisión son los más elevados dentro del mundo de la producción publicitaria
y el impacto que producen en los consumidores es cada vez menor. Por lo que los
anunciantes tienen que pensar muy bien antes de producir para televisión y
contratar pautas en los medios.
Solo hay dos razones por los que un ciudadano común ve hoy
en día televisión abierta en horarios que no son de espectáculos deportivos; la
falta de poder adquisitivo o el morbo y ninguna de las dos parecería ser muy
atractiva para los anunciantes, y parecen las razones equivocadas para querer
asociar a un producto con una producción de televisión.
Las marcas que a lo largo de los años se anunciaron con
Chabelo, unieron el nombre de su marca con un programa de entretenimiento en
teoría sano, con contenidos dirigidos a las funcionales
y melodramáticas familias mexicanas, sin importar que el abusivo conductor
humillara y se burlara de los mexicanos de la misma manera que en su momento lo
hizo Luis Manuel Pelayo. Pero esas marcas hoy tienen una imagen familiar.
Difícilmente Televisa podrá reemplazar a las audiencias matutinas dominicales.
La percepción por parte de las audiencias acerca de Televisión Azteca no es muy
diferente, como tampoco lo es su oferta, aunque hay que decir que la televisora
de Salinas Pliego ha sido y sigue siendo más arriesgada, con una mayor
búsqueda. El Hormiguero, franquicia
de un programa español, La Isla un
reality de competencias son sin duda producciones mejor logradas y mucho más
inteligentes que todo lo que hace Televisa en todos sus canales.
Las televisoras abiertas públicas y privadas se enfrentan a una realidad; la televisión de paga y las nuevas plataformas de distribución de contenidos no tienen un rechazo de entrada por parte de los usuarios. La idea al interior de las empresas debería de ser renovarse o morir. Porque ser la opción de closet de espectador no les representará ningún beneficio.
Las televisoras abiertas públicas y privadas se enfrentan a una realidad; la televisión de paga y las nuevas plataformas de distribución de contenidos no tienen un rechazo de entrada por parte de los usuarios. La idea al interior de las empresas debería de ser renovarse o morir. Porque ser la opción de closet de espectador no les representará ningún beneficio.
publicado en roastbrief.com.mx el 30 de noviembre de 2015.
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