El 17 de noviembre de
1968 una mala decisión cambió la forma de transmitir y cubrir los juegos de
futbol americano en Estados Unidos.
Armando Enríquez Vázquez
Nunca fue más cierta la frase; Esto no se acaba hasta que se acaba que el domingo 17 de noviembre
de 1968, aquella tarde dos equipos de la joven liga de futbol americano
profesional, la AFL (American Football League) que a esas alturas ya había
mostrado el musculo necesario para que los directivos de NFL vieran en peligro
su hegemonía, los grandes nombres del futbol americanos como Halas y Mara
estaban listos para la unión de las ligas. Esa tarde jugaban en cadena nacional
en Estados Unidos a través de NBC, los Raiders de Oakland en contra de los Jets
de Nueva York. El juego se llevó a cabo en California en casa de los Raiders.
La diferencia de horarios entre las costas de Estados Unidos es de cuatro
horas.
Tres años antes en 1965, la NBC había ganado el contrato
para transmitir los juegos de la nueva liga que iba al alza, anteriormente y
desde el inicio de la liga en 1960 los derechos de transmisión habían
pertenecido a ABC.
Los Jets eran sin lugar a duda uno de los equipos más
espectaculares de ambas ligas y Joe Namath, el quarterback de los neoyorquinos
era la principal razón para ello. Pero además entre los Raiders y los Jets existía
ya para esas tempranas temporadas de la liga y de la historia de ambas
franquicias una rivalidad que iba más allá del terreno deportivo y confrontaba
a los gerentes de los equipos; Al Davis de los Raides y Weeb Ewbank de Nueva
York. Esa era la temporada en que los Jets habrían de llegar al Superbowl, el
tercero y ganar sorpresivamente a los favoritos Colts de Baltimore.
En el último cuarto del encuentro y con tan sólo 65 segundos
por jugarse, Namath tenía a los Jets arriba en el marcador por 3 puntos 32-29.
La transmisión del juego había iniciado a las 4:00 PM tiempo del Este de Estados
Unidos que era la una de la tarde en la costa oeste, para los ejecutivos de NBC
un espacio de tres horas resultaba más que suficiente para un partido de futbol
americano y a las siete de la noche tenían anunciado el estreno de la película Heidi. La cadena gastó dinero y mucho
tiempo aire promocionando el estreno de la película. Sin embargo, de manera inesperada el encuentro se alargó más de
tres horas. los ejecutivos de NBC tenían claro que tras el esfuerzo de mercadotecnia
para anunciar la película decidieron que a las siete en la costa este de aquel
país la transmisión del juego sería cortada para dar paso a la película. ¿Qué
podía pasar en 65 segundos, cuando los fabulosos Jets de Namath iban arriba por
tres puntos? La cadena de televisión tenía compromisos más importantes con los
anunciantes de la película.
Lo qué pasó fue lo que menos imaginaron los ejecutivos de la
cadena tanto en el partido de futbol americano, como en la respuesta de las audiencias.
Tres jugadas después y tan sólo veinte segundos después en el reloj de juego
los Raiders anotaron un touchdown cuando Daryle Lamonica, el quaterback del
equipo de Oakland, completó un pase con su corredor Charlie Smith. Con 42 segundos
por jugar Namath se preparaba para intentar superar los cuatro puntos de ventaja
que tenía el equipo de Oakland. Pero Earl Christy, el regresador de patadas de
los Jets, fumbleó el ovoide en la yarda 2 de los Jets en el kick off. El balón
fue recuperado por Preston Ridlehuber de los equipos especiales de los Raiders,
quién tras correr las 2 yardas, anotó para el equipo californiano.
Los Raiders ganaron el encuentro 43-32. Los ingenuos,
avariciosos, prepotentes o como quiera uno llamarlos ejecutivos de NBC, incluso
decidieron correr un cintillo con el resultado final del encuentro, como para
dar la puntilla a los aficionados de la costa este que esperando ver el final
del encuentro se habían topado al regresar del corte comercial de las siete de
la noche con el inicio de Heidi.
La respuesta fue inmediata, los seguidores de los Jets en la
ciudad de Nueva York y de otras partes del este de Estados Unidos comenzaron a
llamar a la cadena de televisión para manifestar su enojo ante la decisión de
la empresa, la cantidad de llamadas fue tal que colapsó el conmutador de la
cadena de televisión, la gente al no encontrar respuesta por parte de NBC, optó
por llamar al departamento de policía de la ciudad y a la alcadía de la Gran
Manzana.
El hecho figuró al día siguiente en la primera plana del New
York Times. Curiosamente el juego es conocido como el Heidi Bowl y fue votado por los aficionados en 1997 como uno de
los mejores partidos de la historia del deporte.
El hecho tuvo como consecuencia que la NFL al firmar su
siguiente contrato por derechos de transmisión con CBS, dejara de manera muy
clara en el papel que ningún partido podía ser cortado en su transmisión si no
había terminado. Algo que se volvió una regla para los demás deportes. El último
minuto, por obvio que suene, también tiene sesenta segundos y con la
demostración de los Raiders quedó muy claro.
imagen: remembertheafl.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario