Quince meses bastaron
para que esta mujer nacida en Letonia y nacionalizada norteamericana diera la
vuelta al planeta en una bicicleta.
Armando Enríquez
Vázquez
En 1889 Nelly Bly, una de periodista norteamericana, logró
dar la vuelta al mundo conforme lo planteaba la novela de Julio Verne y lo hizo
en menos de los 80 días que el novelista puso como récord en su novela, incluso
como ya escribí hace unos años, Bly en su paso por Francia se entrevistó con el
escritor quién era incrédulo de que la periodista lograra su meta.
En 1895, otra mujer dio la vuelta al planeta, esta vez tardo
más; quince meses. Pero Annie Londonderry realizó su viaje montada en una
bicicleta y convirtió en la primera mujer en cruzar el mundo de esta manera.
Su nombre verdadero era Annie Cohen Kopchovsky y nació en
Riga, la capital de Letonia en 1870. Siendo aún una niña sus padres decidieron
emigrar a Estados Unidos. La familia se estableció en Boston. El momento que
define a Annie es el mismo en el que apareció en las escaleras de la Casa de Gobierno
de Massachusetts el 25 de junio de 1894, antes de iniciar su hazaña. En esos
días Annie se encontraba casada con un vendedor callejero de nombre Max
Kopchovsky y tenía tres hijos. Ella misma se dedicaba a vender espacios
publicitarios para algunos periódicos de Boston y era conocida por su
elocuencia y poder de convencimiento.
Al parecer dos poderosos comerciantes azucareros, en una
discusión acerca de si una mujer podría repetir la proeza del ciclista inglés
Thomas Stevens quien diez años antes manejando una bicicleta Columbia de
aquellas que tenían una enorme rueda frontal había conseguido en 32 meses
convertirse en el primer ser humano en darle la vuelta al mundo en bicicleta.
Pero los comerciantes decidieron elevar las condiciones para una mujer, el
viaje debería llevarse a cabo en 15 meses y además iniciando la carrera sin un
céntimo, la competidora tendría que regresar al punto de origen con cinco mil
dólares fruto de su trabajo. Annie partió de Boston con sólo una muda de ropa,
algunos souvenirs y una pistola con cacha de perlas.
El reto era difícil en una época donde la visión machista
del mundo menospreciaba el actuar de las mujeres, además de que las condiciones
parecían desiguales a lo conseguido por Stevens. Lo más curioso es que siendo
básicamente una ama de casa con tres hijos muy pequeños y sin haberse montado
en una bicicleta antes, de acuerdo con la historia, Londonderry se enteró del
reto y lo asumió.
La hazaña fue real, pero alrededor de ella la misma Annie
construyó una serie de mitos y leyendas que incluyeron a su propia persona, Se
presentó en ocasiones como huérfana, en otras como una rica heredera. Inventó
cacerías de tigres en la India con nobles europeos. Y creo fotografías donde se
veía a maleantes asaltando en los campos de California. Así como una serie de conferencias
y estrategias con las que consiguió superar el reto. Cómo era de esperarse sin
haber antes pedaleado una bicicleta y gracias al enorme y pesado vestido que
llevaba al inicio de su travesía, su andar era muy lento, por lo que a lo largo
de los quince meses se ayudó viajando partes del trayecto en tren y otras
creando el trayecto que le permitiera utilizar botes y ferris al por mayor.
También conforme avanzaba en el viaje Annie fue cambiando su indumentaria hasta
adoptar la de un ciclista hombre que le daba mayor comodidad.
Por los lugares que pasó, Annie Londonderry vendió y contó
historias de todo tipo a la prensa y en conferencias por las que cobraba. Teniendo
mente de vendedora y con el talento que había adquirido en la venta de espacios
publicitarios Annie llenó su bicicleta con anuncios de diferentes
patrocinadores que fue encontrando en su periplo. Se dice, además, qué, aunque
inició su viaje de manera oficial el día 25 de junio, Annie tardó aun dos días
en salir de Boston, porque necesitaba llevar consigo fotografías de ella que
vendía autografiadas, así como folletos que explicaban su viaje y que de la
misma manera vendía.
El viaje inició primero hacía Nueva York y después con rumbo
oeste pero después de darse cuenta de la llegada del invierno en la meseta
central de Estados Unidos y el reto que esto representaba, Annie decidió dar
media vuelta y enfilarse de nuevo a Nueva York, donde se embarcó a Francia. A
su llegada al país europeo le fue confiscada la bicicleta y se le decomisó su
dinero.
Los países que recorrió Annie Londonderry en su travesía
fueron Estados Unidos, Francia, Egipto, Israel, Sri Lanka, Indonesia, Vietnam,
China, Japón y regresó a Estados Unidos vía San Francisco, de donde se trasladó
a El Paso Texas y organizó toda una serie de conferencias en su camino de
regreso a Boston que le permitieron ganar los cinco mil dólares que necesitaba
para ganar el reto.
Annie logró su cometido. 15 meses después de haber partido y
con cinco mil dólares en la bolsa entró en Boston. Más allá de la forma en que
Annie Londonderry cumplió con el reto, lo que es admirable en la joven es la
forma de recorrer el mundo, mantenerse en todos los sitios que visitó, su
capacidad para generar los recursos que al final le permitieron ganar el reto. Annie
tenía valor y tenacidad. Una vez terminada la aventura Annie fue contratada
para escribir en un diario llamado New
York World, donde además de su firmar con su nombre utilizaba “la nueva mujer”. Su faceta de
“periodista” no duró más que unos meses y después Annie desapareció.
Se sabe que murió en 1947.
Cuando
inició su viaje Annie tenía una pesada bicicleta Columbia de unos 20 Kg, que de
la empresa que las fabricaba otorgó a Annie a manera de promoción, al llegar a
Chicago la cambió por una Sterling más ligera que pesaba 9 kilogramos. Mientras
que las bicicletas Sterling desaparecieron a principios del siglo pasado, las
Columbia se siguen construyendo. Lo poco que se sabe de ella y de su hazaña se
debe a uno de sus parientes lejanos quién se ha dedicado a sacar del olvido a
esta extraordinaria mujer.publicado en mamaejecutiva.net el 21 de marzo de 2018
imagen es.wikipedia.org
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