La falta de políticas públicas a futuro en la Ciudad de México es una de las consecuencias de la política clientelar y corrupta de los gobernantes de la capital del país.
Armando Enríquez Vázquez.
En una ciudad asentada en lo que alguna vez fue un lago, el
fracaso de los gobiernos del siglo XX y lo que va del XXI por recuperar el agua
de lluvia o la de los escurrimientos naturales que llegan de las sierras que rodean
al Valle de México, parece imperdonable, como lo es también la estupidez de los
gobernadores del Estado de México que de hace muchas décadas a la fecha han
permitido y continúan ciegos antes los asentamientos humanos que se dan al
oriente del valle y que cada año dejan millones de damnificados por las
inundaciones naturales de la cuenca del Valle de México.
La falta de políticas públicas a futuro en la Ciudad de
México es una de las causas de que el problema del agua se haya agudizado.
Resultan más importantes la avaricia de SEDUVI, la ambición de los diferentes
delegados como los de Benito Juárez, Cuauhtémoc, Tlalpan y Coyoacán que han
doblado la mano frente a constructores que hacen lo que quieren y como quieren
en estas delegaciones, sin olvidar tampoco el papel que en estas corruptelas
juega el INVEA.
La construcción en la Ciudad de México es muchas veces
innecesaria, sobretodo en el caso de oficinas, donde la oferta supera a la
demanda, pero si la tendencia como era el interés personal de Miguel Ángel
Mancera y probablemente del próximo jefe de gobierno o gobernador de la CDMX,
sigue siendo el desarrollo inmobiliario, entonces se están olvidando de uno de
los principales y más apremiantes problemas de la capital; el agua. El mismo
López obrador prefirió construir segundos pisos para los automovilistas que
desarrollar sistemas de agua para Iztapalapa.
Iztapalapa es una de las delegaciones más grandes y más
inseguras de la Ciudad de México y por extensión de las más olvidadas por el
gobierno de la capital, los políticos sólo atribuyen valor a Iztapalapa, por el
número de personas que viven en esa Delegación. La visitan únicamente en
tiempos electorales. La cantidad de habitantes y la extensión territorial de la
delegación es un verdadero botín para los partidos, esas mismas características
demandan un abasto y distribución de agua que los políticos han preferido
ignorar, las condiciones geográficas de la delegación dificultan el suministro
de agua. Además de la lejanía de la delegación de los principales
distribuidores de agua que abastecen primero a otras delegaciones de como
Cuajimalpa, Miguel Hidalgo, Benito Juárez.
Hoy que uno de los temas mundiales es el valor que un futuro
no muy lejano va a tener el vital líquido, incluso los más pesimistas, así como
los mezquinos y ambiciosos comienzan a hablar de un problema apocalíptico
relacionado con el agua potable, la Universidad Nacional Autónoma de México
como siempre tiene ya propuestas, incluso una de ellas ganó un premio
internacional ya. Pero esperemos que encuentre el eco necesario en las
autoridades.
El más reciente ejemplo de esto es el proyecto de un parque
hídrico que permita la recuperación de agua de lluvia y su reintegración al
manto freático en una de las zonas más necesitadas de agua de la CDMX, un
proyecto ganador de un importante premio internacional por su visión.
El premio otorgado por la fundación LafargeHolcim consta de
2 millones de dólares y el jurado estuvo presidido por el arquitecto chileno
Alejandro Aravena.
El proyecto elaborado por Loreta Castro Reguera directora
del Taller Capital, una firma de arquitectura y diseño dedicada a mejorar la
vida y el paisaje urbano en la CDMX, y Manuel Perló Cohen, investigador del
Instituto de Investigaciones Sociales de la máxima casa de estudios y quien
tiene un doctorado en Planeación Urbano-Regional por la Universidad de
Berkeley, pretende crear un parque hídrico en un terreno de Iztapalapa conocido
como La Quebradora.
El parque hídrico contempla utilizar un predio del gobierno
conocido como La Quebradora a las faldas de la sierra de Santa Catarina y
cercana a los límites de la Ciudad de México con el Estado de México. El
proyecto que promueve la recolección de agua de lluvia, el filtrado de esta al
manto acuático de la ciudad que se calcula sería mayor a los 60,000 metros
cúbicos anuales, así como una captación de agua pluvial de aproximadamente
5,600 metros cúbicos para ser reutilizada en el riego del mismo proyecto. Pero
además crear un área recreativa para la comunidad con canchas deportivas y
zonas comerciales y culturales integradas a un proyecto sustentable.
El desarrollo y construcción de proyectos como el del parque
hídrico de La Quebradora no pueden, ni deben quedarse en el papel, por la
apatía o intereses creados de gobierno y funcionarios públicos. Es necesario
que aquellos que aspiran a administrar la ciudad o las delegaciones están
interesados en un verdadero desarrollo sustentable de la ciudad, o si buscan
tan sólo incrementar sus ahorros a partir de proyectos inmobiliarios que resulten
atractivos para ellos y las constructoras e irremediablemente se conviertan en
problemas a futuro.
Es nuestra obligación pugnar como habitantes de la ciudad
por una mayor y mejor reforestación de la ciudad, los árboles ayudan a la
precipitación pluvial, a crear un mejor microclima y a mantener los ecosistemas
de la ciudad. Basta de funcionarios como Claudia Scheinbaum quien en su momento
fue una de las grandes promotoras de la tala de árboles en la ciudad para la
construcción de vialidades o de la actual Secretaria del Medio Ambiente Tania
Mueller quien permite con su silencio cómplice la tala y poda indiscriminada de
millones de árboles de la ciudad en beneficio de empresas como Total Play y
Axtel que tiran cables aéreos y limpian la zona de arboles de la misma manera
que CFE.
De cualquier manera, queda en nosotros exigir a los
funcionarios el construir y llevar a la realidad estos proyectos, promover el
desarrollo de más proyectos como este para la capital del país y que no sólo se
queden en un premio y buenas noticias.
publicado en blureport.com.mx el 9 de abril de 2018
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