Los museos con
figuras de cera y toda parafernalia a su alrededor no serían conocidos si una
mujer a partir de la revolución francesa no los hubiera hecho uno de los
negocios más rentables.
Armando Enríquez
Vázquez.
Sustos, admiración, novelas y películas de terror derivan de
una parte macabra de la historia con la que Marie Tussaud se hacía de los
modelos para sus famosas y extraordinarias figuras de cera durante la
Revolución Francesa y por el nombre de algunas de sus exhibiciones más
populares que alimentaban el morbo y la fascinación por la sangre de las historias
criminales que nos gustan a todos los seres humanos.
Marie Tussaud no tenía pacto con el diablo, ni nada por el
estilo, era una verdadera artista, cuyo material de trabajo era la cera a la
que daba vida para admiración de los visitantes a sus exhibiciones, incluso se
puede decir que era una mujer pragmática, dedicada y con visión de su negocio.
Una mujer que prefería olvidar sus orígenes y malos momentos y narrar una
historia ficticia acerca de sí misma y su negocio.
Marie Grosholtz nació en Estrasburgo el 1º de diciembre de
1761, su padre un militar murió dos meses antes del nacimiento de Marie y su
madre tuvo que recurrir a un hombre llamado Phillipe Curtius en Berna para
mantenerse, este hombre era un médico famoso por sus modelos anatómicos para la
medicina, que contrató a la madre de Marie como sirvienta y se convirtió con el
tiempo en tutor de Marie en materia de trabajar con cera. Marie llegó a
referirse a Curtius como su tío. Curtius pronto aprendió que era más lucrativo
el crear exhibiciones con bustos de personajes famosos o con la figura entera
del personaje en cuestión modelada en cera, que su trabajo didáctico. En 1765
este hombre se mudó a Paris para crear una sala de exhibición de figuras de
cera, al año siguiente la sirvienta y su pequeña hija lo alcanzaron en la
capital francesa.
Curtius gozaba de fama entre la nobleza francesa tras haber
hecho el modelo de la amante del rey Luis XV, Marie Jean du Barry. El talento y
la habilidad de Marie Tussaud para trabajar la cera resultó excepcional. La
alumna superó por mucho al maestro y en 1777 creó su primera figura de cera;
Voltaire.
Existe la leyenda creada por ella misma de que fue invitada
a vivir en Versailles para instruir a la hermana del rey en modelado y pintura,
pero esto parece ser falso pues no existe un registro histórico que lo
confirme. Lo cierto es que la llegada de revolución resultó algo muy lucrativo
para ella y su negocio. Por un lado, la gente quería ver las caras de aquellos
ejecutados en la guillotina y por otro, ciertos líderes del movimiento
revolucionario secundaban esta idea y facilitaron a Marie las cabezas
cercenadas de aristócratas, incluso la del rey y María Antonieta y llegado el
momento la de Robespierre. También la de Marat y su asesina Charlotte Corday y Marie
Tussaud representó la escena del revolucionario asesinado en su bañera. Cuando
las cabezas no eran enviadas a la artista, ella misma se encargaba de ir a
recolectarla al cementerio hurgando entre los cuerpos.
En los caóticos días, meses y años de la revolución Marie
fue arrestada y encarcelada junto con su madre hasta que demostró su compromiso
con la revolución. En 1794 murió Curtius y le heredó su exhibición de figuras de
cera. Al año siguiente Marie se casó con Francois Tussaud, un comerciante que
lo único que dejó a Marie fue el apellido. Con él Marie tuvo dos hijos, pero el
matrimonio fue un fracaso. en 1802 con los pésimos tiempos económicos en
Francia Marie Tussaud decidió cruzar el Canal de La Mancha y llevar su
exhibición y trabajo a Inglaterra. Acompañada por el mayor de sus hijos que en
ese entonces tenía 5 años, el menor se quedó en Francia junto con su padre. En
un inicio y durante los siguientes 33 años viajó por la isla con su exposición
itinerante por la isla, causando sensación con diferentes figuras. A su llegada
a Londres fue la figura de Napoleón la más popular, los ingleses querían
conocer al enemigo francés. Los revolucionarios franceses y por supuesto María
Antonieta. Con el pasar de los años hasta la misma Reina Victoria permitió a
Madame Tussaud inmortalizarla en cera parta que sus súbditos pudieran conocerla
y sorprendida de la calidad del trabajo de la mujer, la reina recomendó a sus
súbditos el visitar la exhibición de Tussaud.
En 1835 Marie Tussaud estableció sus exhibiciones en
Londres, en Baker Street. Su exhibición no sólo incluía personajes famosos,
escenas sangrientas de la revolución francesa, tenía ahora como personajes
también a diferentes criminales y asesinos que habían puesto a temblar a la
sociedad londinense.
Marie Tussaud supo hacer de sus figuras de cera un
espectáculo que nadie podía perderse en Londres, la artista y empresaria murió
el 15 de abril de 1850. A los 88 años. El museo fue pasando a los diferentes
primogénitos de la familia y actualmente aun existe en Londres, siendo un
negocio tan popular que cuenta con siete museos más en Europa, siete en Estados
Unidos, nueve en Asia y uno en Oceanía.
publicado en mamaejecutiva.net el 9 de abril de 2018
imagen; wikipedia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario