La importancia de las
mujeres en sociedades anteriores a la llegada del cristianismo ha quedado
documentada de diversas maneras, es así como conocemos los nombres de algunas
de ellas.
Armando Enríquez
Vázquez
El papel que las mujeres han jugado en el desarrollo y la
evolución de la Humanidad es claro por más que existan intentos a lo largo de
la historia por menospreciar o borrar el valor de una mujer desde los
diferentes nichos de poder del hombre. Entre las mujeres que participaron en el
desarrollo de diferentes áreas científicas, que aún no se llamaban así, ni
siquiera calificaban como las especialidades que hoy tenemos mencionaré a
algunas de las cuales los datos son muy pocos y se sabe de su existencia por
las menciones que se hacen de ellas en diferentes registros que se han hallado
a lo largo de investigaciones arqueológicas.
Conforme a unas tablillas con escritura cuneiforme
encontradas en lo que hace milenios fue Babilonia, existieron al menos dos
mujeres dedicadas a la confección de perfumes a partir de flores, hierbas
aromáticas, petróleo, agua. El nombre de una de estas mujeres se conserva
entero, se llamó Tapputi-Bellatekallim esta última palabra nos da a conocer que
Tapputi era la encargada del laboratorio, palabra tal vez demasiado elaborada y
moderna al referimos a un taller especializado en la confección de estos
perfumes, cosméticos y ungüentos. De la otra mujer únicamente sobrevive la
mitad del nombre o tan solo un par de sílabas -ninu, a esta segunda mujer se le
atribuye de acuerdo con las tabletas cuneiformes la elaboración de un tratado
acerca de la fabricación de perfumes, hoy perdido. Tapputi vivió alrededor del
año 1200 a.c. y es considerada por muchos la primera mujer química de la
historia.
En el antiguo Egipto y anteriores a Tapputi y -ninu, se han
encontrado referencias a mujeres que practicaban la medicina. Durante las
excavaciones en Giza de la tumba de un alto funcionario de la Dinastia V (2620
a 2560 a.c) llamado Ajethotep, se descubrió una estela celebrando a la madre de
este funcionario, una mujer llamada Peseshet, quien de acuerdo con la estela
fue una médica importante encargada de otras médicas que trabajaban en el
palacio del Faraón y cuidaban de la madre del Faraón. Pero incluso anterior a Peseshet
queda el nombre de otra mujer médica de Egipto, Merit Ptah, quien se cree que
vivió en 2700 a.c. y de quien sabemos que fue una médica distinguida por un
jeroglífico que aparece en la tumba de su hijo un alto sacerdote. La tumba se
ubica en el Valle de los Reyes y en la inscripción se le menciona como jefa de
los médicos.
En la Grecia Clásica existieron también un número de mujeres
dedicadas a la ciencia; médicas, curanderas, parteras, pero también existieron
otras mujeres dedicadas a otras facetas de la ciencia como la embriología y
naturaleza, ese es el caso de Pitias la Vieja, primera esposa de Aristóteles,
aunque en realidad no existen fuentes que sostengan la actividad científica de
esta mujer, lo mismo sucede con Agnodice la supuesta primera partera en
trabajar en Atenas, de quien cuenta la leyenda que se disfrazaba de hombre para
ejercer hasta que siendo acusada de seducir a sus pacientes no le quedó más que
levantar su túnica frente a sus acusadores para mostrar que se trataba de una
mujer. Incluso de mujeres muy importantes como Aspasia de Mileto, una destacada
filosofa, esposa de Pericles, la información se reduce a cierta etapa de su
vida. Hay que recordar que los griegos, esos a los que todos admiramos, eran
una sociedad tremendamente misógina y en la que las mujeres no tenían los
mismos derechos que los hombres, a las mujeres no se les consideraba ciudadanas
en Atenas y si han sobrevivido nombres de mujeres filosofas y científicas
muchas veces es porque sus nombres se encuentran en textos difamatorios de sus
contemporáneos.
Entre la más documentadas se encuentra Téano, esposa de
Pitágoras y matemática como él, pero una vez más las diferentes fuentes entran
en conflicto porque algunas la hacen hija del matemático, lo que ha llevado a
diferentes especialistas a creer que existieron dos matemáticas con el mismo
nombre que formaron parte de la escuela pitagórica. Téano vivió en el siglo V a.c.
y aunque se le atribuyen varios tratados, lo cierto es que ninguno existe ya y
el único legado que existe de esta o estas mujeres son cartas sin que se tenga
la certeza de su autoría.
Estos son algunos nombres que han sido rescatados de la
noche de los tiempos, incluso aunque algunos como en el caso de Agnodice, se
tratara tan solo de un cuento, lo que si demuestra es que había mujeres
creando, aportando y formando parte de las comunidades antiguas.
publicado en mamaejecutiva.net el 23 de abril de 2018
imagen: es.wikimedia.org
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