A la hora de verse la cara los 7 aspirantes a gobernar la CDMX mostraron que los postulados por los partidos principales son sólo pan con lo mismo.
Armando Enríquez Vázquez
Lo que dejó ver el debate es que a pesar de que nos quejamos
de lo rígido y anquilosado que puede resultar el formato del debate en esta
ocasión fue la rigidez y poca disposición a contestar las preguntas de manera
directa y clara, al menos de los tres candidatos de los partidos y alianzas más
fuertes.
El discurso más inteligente fue el de Marco Rascón, al recordarnos
que la política social de los partidos, se reduce a prácticas como la del Lopezobradorismo,
a la promoción de la pobreza, que ha llevado a cabo desde hace décadas el PRI, para
crear clientelas de jodidos que voten por hambre. Ahí Rascón dio en el clavo,
en un clavo que duele porque es el que mantiene a la mayoría de los mexicanos
en la sumisión a la Mafia del Poder de la que claro que forman parte Morena y
su Mesías Tropical.
Es un tema de la mayor importancia. PRI, PRD y Morena se han
dedicado a crear clientelas, y mantener la pobreza para comprar votos a partir
de necesidades básicas de los ciudadanos. Apostando anular el crecimiento
personal, colectivo y nacional. Escuchar a Claudia Sheinbaum decir que va a
crear empleos de calidad con una barita mágica es oír una vez más las voces no
del populismo, si no de la demagogia dictatorial que esa mafia del poder que
forman PRI, PAN, PRD, Morena y sus minions
nos obligan a oír pero que no queremos seguir escuchando. Todo mundo habla del
populismo como una peste, no es el populismo el problema es la demagogia que
siempre han manejado PRI, PRD y Morena en su discurso.
Claudia Sheinbaum demostró ser todo lo malo, cobarde y
corrupto que representa el morenismo. Yo no sé sí ella estuvo presente en el
Colegio Rebsamen desde el primer día, lo que si recuerdo es haberla visto
validando en televisión la existencia de la niña fantasma de Televisa. Me quedó
claro que Claudia, como su mentor, es incapaz de enfrentar la verdad y mucho
menos la crítica. Lo que resulta gracioso es que al nombrarlo parece, desde que
lo hizo en el primer debate, invocarlo para protegerse de su propia inopia.
Rascón es un hombre que hoy representa a un partido
conservador y pequeño, pero es un hombre que supo renunciar a la izquierda
cuando esta se desintegró para forma parte de la gran Mafia del Poder que es la
partidocracia. Rascón supo darle la espalda al PRD y a Morena cuando la corrupción
entró por la puerta grande de estos partidos y la ideología salió por esa misma
puerta. Sheinbaum es claro que ni siquiera conoce la palabra ideología. Le
resultó fácil acusar a los otros usar una varita mágica cuando ella se siente
Harry Potter protegida por un Albus Dumbledore tabasqueño. Convirtiendo a la
ciudad en enormes centros hospitalarios, deportivos, grandes escuelas, mercados
y negocios que lo único que implican es crear la dependencia de nuevas y
futuras clientelas electorales.
Tanto Mikel Arreola, como Sheinbaum y Barrales olvidaron
hablar de su propuesta para construir nuevos kilómetros del Sistema de
Transporte Colectivo, Metro, que tan importante parecía en el primer debate, y
tanto Sheinbaum como Arreola hablaron de privilegiar al automovilista, sobre el
peatón, el ciclista o un transporte público digno y seguro. La izquierda y la
importancia del ciudadano murieron cuando se habló de eliminar fotomultas,
grúas, de dar microbuses nuevos. Vuelta a las palabras de Rascón. Nunca se atacan
a fondo los problemas, únicamente se crean clientelas como taxistas piratas y
rutas de camiones, negocios tan jugosos que han hecho a los verdaderos
millonarios de la Ciudad, que no son empresarios si no perredistas y morenistas
dueños de flotillas de taxis, por poner un ejemplo.
Rascón nos recordó esas prácticas chapuceras y de mafioso que
el lopezobradorismo copió del PRI, como el asunto de “Juanito”, cuando
Sheinbaum, Barrales y Arreola se acusaban de plagio de propuestas. Los que por
nuestro trabajo conocimos al delegado títere de Iztapalapa, sabemos que no era
más que un pelele de López Obrador que de pronto se le salió del huacal al
tabasqueño. Rascón fue concreto: el gobierno de Miguel Ángel Mancera es hijo
del de Marcelo Ebrard y nieto del de Andrés Manuel López Obrador. Las cabezas
cambiaron no así los operadores y las prácticas. Andrés Manuel gobernó la
ciudad como miembro del PRD, no lo olvidemos y Morena es el engendro nacido del
capricho rechazado por el PRD, con la ayuda de mezquinos advenedizos como
Ricardo Monreal y Porfirio Muñoz Ledo, y en esta campaña presidencial de
oportunistas con más colmillo que el mismo López Obrador como Alfonso Romo,
Lino Korrodi y Marcos Fastlicht. López Obrador es más pragmático que Vicente
Fox.
Sólo Mikel Arriola amenazó con llegar a donde se deba llegar
para castigar los actos de corrupción que dieron como resultado la tragedia del
Rebsamen, del Tecnológico de Monterrey, de Xochimilco y Cuauhtémoc delegaciones
de Morena dedicadas en los últimos años a recaudar dinero y crear clientela
para estas elecciones. La otra es Benito Juárez donde uno de los principales
responsables de la colusión y corrupción de funcionarios con las constructoras
fue Fadlala Akabani del PAN, hoy candidato de Morena. Barrales, Lorena Osorio y
Purificación Carpinteyro agarraron de su punching bag a Sheinbaum quien con su
sonrisa de Nosferatu aguantó vara. Mikel recibió el golpe del Rascón acerca de
su permisividad en el etiquetado de la comida chatarra. Finalmente, Rascón también les recordó a todos
que existe una constitución de la Ciudad, que es nueva y a veces mucho mejor
que todas las propuestas mágicas que tienen como candidatos.
Las buenas propuestas: La segunda Ciudad Universitaria y
pulmón de la Ciudad, de Barrales. La reducción de trámites para crear empresas
de Boy. El impulso a mercados populares, Carpinteyro. La prioridad al peatón y
al ciclista en la Ciudad, Rascón.
Las malas; El turismo y los doce festivales de Sheinbaum.
Microbuses gratis, no a las fotomultas, no a las grúas Mikel y Sheinbaum. Los
salarios rosas y pensiones gratuitas Sheinbaum, Barrales, Arreola.
Lo que me hubiera gustado escuchar. Politicas publicas para
las personas en situación de calle.
Para mí hubo un claro ganador del debate; Marco Rascón que
sin prometer mucho dibujo muy claramente algo que los mexicanos nos negamos a
conocer y reconocer, la historia. Atrás de él Mariana Boy que mejoró en sus
intervenciones y la fuerza de sus respuestas y propuestas, después todos los
demás. Mikel, como Meade, no importa si es bueno o no la marca que representa
es la que lo anula.
publicado en blureport.com.mx el 16 de mayo de 2018
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