Entre los extraños
sucedidos en la temporada de 2018 se encuentra el partido que ha durado más en
la NFL y no todo se debió al juego.
Armando Enríquez Vázquez
Aunque la duración efectiva de un partido de futbol
americano es de una hora, dividida en cuatro cuartos, a esa hora hay que
sumarle los 15 minutos de descanso entre el segundo y tercer cuarto del
encuentro, la duración real aproximada de un partido de la NFL es de tres horas
y con los cambios de reglas se pretende que estos tiempos disminuyan.
Sin embargo, el domingo 9 de septiembre de 2018 se llevó a
cabo el encuentro de mayor duración del que se tenga registro en la NFL desde
que se unió con la AFL en 1970. Los Titanes de Tennessee enfrentaron a los
Delfines de Miami en el Estadio Hard Rock casa de los Delfines, el juego que
inició a la 1:00 de la tarde terminó alrededor de las 8:10 de la noche.
En la primera semana de la temporada se estableció un récord
histórico en la Liga, desgraciadamente la duración del encuentro no tuvo que
ver nada con la calidad del mismo, o el desempeño de las escuadras, sino con el
tiempo en La Florida. Faltando un minuto y once segundos para que terminara la
primera mitad del encuentro, este fue suspendido debido a una tormenta eléctrica
en la cercanía del Estadio que ponía en riesgo la integridad de los jugadores y
del público. La primera suspensión duró casi dos horas, una hora con cincuenta
y siete minutos. Después de este tiempo el juego se reanudó jugándose el minuto
once del segundo cuarto, entonces se implementó, un muy corto receso de medio
tiempo sólo duró 3 minutos, para iniciar el tercer cuarto y cuando faltaban
6:47 para finalizar el tercer cuarto el juego fue detenido de nuevo por las
mismas razones que en la primera ocasión. Esta segunda vez la interrupción fue
de dos horas y dos minutos por lo que en total el juego sufrió un retraso de casi
cuatro horas, por lo que de la pata inicial a que el reloj marcó el final del último
cuarto el juego duró siete horas y 10 minutos. Al finalizar el juego los Delfines
habían ganado con marcador de 27 a 20.
El 17 de noviembre de 2013 en el legendario Soldier Field de
Chicago los Osos vencieron a los Cuervos de Baltimore en un juego que duró 5
horas y 16 minutos y que fue interrumpido por cuestiones climáticas también por
un total de dos horas.
En lo que se refiere a el partido de mayor duración en
tiempo efectivo el récord fue establecido el 25 de diciembre de 1971 cuando
durante los play off los Delfines de Miami vencieron a los Jefes de Kansas City
por marcador de 27 a 20 después de cinco cuartos y medio y un total de 82
minutos con 40 segundos. Esa victoria llevó a los Delfines a enfrentar a los Potros
de Baltimore y después al Super Bowl VI que la franquicia de La Florida perdió
con los Vaqueros de Dallas.
El 3 de noviembre de 1996 los Cargadores de San Diego
vencieron a los Potros de Indianápolis por marcador de 26 – 19 en el juego de
menor duración del que se tiene registro desde esa fecha con 2 horas y veintinueve
minutos.
imagen footpool,wordpress.com
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