Nuevo Orden es una cinta incómoda de ver y más para aquellos que aplauden un cine mexicano fácil lleno comedias baratas.
Armando Enríquez Vázquez
Amazon Prime acaba de estrenar la cinta de Michel
Franco ganadora del Festival de Venecia Nuevo Orden.
Hace unos meses
cuando se estrenó el trailer de la cinta, el ejército de bots de
la comunicación social de presidencia y de su partido político que actúan a
priori se ensañaron con la película y con el cineasta sin haber visto la cinta,
porque alguien supuso que hablaba del gobierno actual y hacía una apología de
los llamados Whitexicans. Nada más falso, nada más equivocado.
Michel Franco
entra en esa terna de muy buenos directores de cine mexicano, junto con Amat
Escalante y Carlos Reygadas, que incomodan a las autoridades del cine, a los
mediocres críticos del medio que existen en nuestro país y al público que
quiere ver sólo melodramas que critican al poder sin poner el dedo en la
responsabilidad que tenemos todos de que ese poder en nuestro país sea lo que
es, o a todos los demás que creen que la comedia idiota que se ha hecho a
últimas fechas y proclaman como una extensión de la tradición del cine mexicano.
La cinta está muy
alejada de esa falsa idea y carece de referencia alguna al gobierno actual,
tampoco es una apología de los Whitexicans como la serie de Netflix Desenfrenadas.
Nuevo Orden plantea que pasaría si en México se instala un régimen militar
como el que han sufrido muchos países de América Latina. El pretexto de las
fuerzas armadas en Nuevo Orden es controlar manifestaciones de la
sociedad civil en un país con endebles instituciones. La historia de la
película da pie a contar una historia de poder y violación de los derechos
humanos por parte de un grupo autoritario que no responde más que a sus propios
intereses y mezquindades, que no reconoce la democracia.
Nuevo Orden utiliza una boda de la clase alta y a
todo el universo de personas que intervienen en ella como anécdota y cómo
metáfora de la sociedad actual, con nuestras diferencias actuales, nuestros
racismos, clasismo y prejuicios. La cinta nos muestra y advierte del peligro
latente en México de que fuerzas más oscuras e intolerantes puedan tomar el
rumbo de la nación y el control de nuestras vidas sin importar nuestros
extractos sociales, nuestras formas de pensar o de promover nuestras ideas y
pensamientos.
La película es
brutal y la manera en la que con una tabla rasa nos iguala como seres humanos
indefensos frente al poder militar.
Físicamente los
personajes y sus comportamientos son clichés de nuestro pensamiento, las
actitudes, discriminación, comportamientos de los diferentes extractos sociales
muchas veces parte de ese imaginario colectivo y muchas otras de la realidad,
que funcionan de manera perfecta para la narración. No hay una actuación que
sobresalga, la dirección y el guión se encargan de eso, de crear un mosaico
donde no existan personajes protagónicos de melodrama. El casting es muy bueno
y pinta los estereotipos de nuestra sociedad con muy buenos actores: Diego
Boneta, Darío Yazbek, Naian González Norvind, como los clásicos juniors del
sistema, Mónica del Carmen, Fernando Cuautle, como parte de la clase que sirve
a esa clase alta, Lisa Owen, Patricia Bernal, Roberto Median como la parte
adulta de la clase media. Eligio Meléndez como esa clase media que ha sido
víctima y despreciada por todos, con pésimos e ineficientes servicios de salud pública
contra la avaricia y posición de los hospitales privados que carecen de una
parte solidaria con los mexicanos, Una sociedad agraviada por los despropósitos,
caprichos y demagogia gobiernos que experimentamos desde el fin de la
revolución armada hace casi un siglo. Enrique Singer como la parte más oscura y
siniestra donde el poder político y el militar se unen para redefinir las
condiciones de vida en México y como protector de lo peor, sin importar a quien
se lleve entre las patas.
Al final, como
dice la rúbrica de la inmortal Barry Lyndon, todos sin importar clase social,
condición humana, somos iguales y en Nuevo Orden no es sólo frente a la
muerte, si no ante el poder militar que no reconoce a nadie fuera de la
organización o del escalafón y del orden impuesto.
Nuevo Orden es una cinta incómoda de ver y más para
aquellos que aplauden un cine mexicano fácil lleno comedias baratas. Gracias a Amazon
Prime por ampliar la oferta más allá del poco gracioso de Eugenio Derbez, estrenando
series como Diablo Guardián o Un extraño enemigo que nos permiten
ver propuestas sobre México menos complacientes y banales.
Nuevo Orden es una película apocalíptica, futurista,
que puede ser inmediata. Nuevo Orden es desde mi punto de vista una
cinta obligada, que nos debe llevar a la reflexión sobre si podemos salvar al
país de un futuro así. Y a hacernos una pregunta que siempre nos ha incomodado
a los mexicanos ¿Cuál y cómo es medible nuestra responsabilidad en lo que
sucede en nuestro país más allá de la participación en la jornada electoral?
Publicado originalmente en roastbrief.com.mx en marzo de 2021
imagen Amazon Prime.
No hay comentarios:
Publicar un comentario