viernes, 28 de enero de 2022

Narcos México la tercera entrega de la tragicomedia nacional

 


Otra vez la combinación de excelentes guiones, buena dirección y actuaciones excepcionales muestra que la franquicia Narcos es la mejor en cuanto al crimen organizado que nos abruma.

Armando Enríquez Vázquez

La franquicia de Narcos, dedicada al crimen organizado de México a partir de los años setenta, llegó en 2021 a su tercera entrega, ubicada en la década final del siglo XX. La serie es sin duda la más artística de las versiones que se han hecho sobre nuestra desgracia nacional; como en el caso de las primeras temporadas dedicadas al narcotráfico en Colombia; los buenos guiones, las direcciones impecables, así como el casting y las actuaciones son la base de está extraordinaria serie.

Producida por la centenaria y legendaria empresa francesa Gaumont, las dos franquicias; Colombia y México han contado, con todo y las limitantes que imponen el poder y el crimen organizado aun presentes en ambos países, de manera más que digna la obscena realidad del continente, dejando una serie de ficción histórica de gran relevancia. La tercera temporada de Narcos México nos habla del vacío de liderazgo y poder entre los narcotraficantes mexicanos dejado por la captura de Miguel Ángel Félix Gallardo, interpretado de manera magistral por Diego Luna, en las dos entregas pasadas. Los hermanos Arellano Félix y el Cartel de Tijuana tomaron las riendas del tráfico en el país, pronto dos piedras se les aparecieron en el camino; el Cartel de Sinaloa y Amado Carrillo, el famoso Señor de los Cielos.

José María Yazpik es uno de los grandes pesos actorales de la tercera entrega pero no el único, su Amado Carrillo hace del narcotraficante un solitario similar al Miguel Ángel Félix Gallardo de Luna, pero sin el arribismo y elegancia del llamado en sus días Zar del narcotráfico, además de contrastar con la familia al estilo de la mafia de El Padrino de los Arellano Félix; Benjamín, Ramón, Francisco interpretados sin fuerza, ni importancia por actores totalmente olvidables, no así la fuerza de Mayra Hermosillo en el papel de Enedina Arellano Félix y que con su porte y silencio nos muestra a esta mujer que nunca ha sido detenida y de la que no se sabe su paradero, es considerada el cerebro del clan.

Historias paralelas de familias enfermas, no sólo porque las hijas de Amado Carrillo y Benjamín Arellano Félix padecen enfermedades terminales, sino por las historias de los Narco Juniors, esos aburridos jóvenes de clase alta de la sociedad tijuanense que decidieron salir de su mediocridad para jugar a ser parte del crimen organizado, solo para que al final fueran desechados de la peor manera por esos mismos criminales a los que idealizaron.

El trabajo de Luis Gerardo Méndez en el papel de un ficticio patrullero de Ciudad Juárez llamado Víctor Tapia, que comienza a investigar la desaparición y asesinatos de las jóvenes de las maquiladoras de la ciudad fronteriza, es extraordinario. Lejos, muy lejos de la comedia a la que nos tiene acostumbrados, Méndez construye el papel de un policía perdedor, mediocre, incapaz de involucrarse en nada bueno o malo hasta que, a regañadientes por petición de su esposa, visita a una vecina cuya sobrina ha desaparecido. Víctor comienza a visitar la morgue de Juárez de manera constante, sólo para ir descubriendo poco a poco el escondido terror que aún se vive en la ciudad más grande de Chihuahua, en la que se han cometido miles de feminicidios sin esclarecer. Luis Gerardo Méndez esta sin duda en uno de los mejores papeles de su vida y creo que será tan memorable como sus juniors de Nosotros los Nobles o Club de Cuervos.

Lo mismo sucede con la actriz Luisa Rubino que da vida a Andrea Núñez otro personaje ficticio que en su caso representa a todos los valientes periodistas tijuanenses que han luchado y luchan por dar a conocer los vínculos del entre políticos, empresarios y narco traficantes. Manuel Uriza interpreta al corrupto político mexicano, Carlos Hank González, cuyo nombre a diferencia de otros políticos en las entregas anteriores no fue alterado y sus nexos con Amado Carrillo y los Arellano Félix son ventilados en la tercera entrega. También están otros conocidos de la serie en su versión México y de franquicia original en Colombia; Wagner Moura (Pablo Escobar), Alberto Ammann (Pacho Herrera), Damián Alcázar (Gilberto Rodríguez Orejuela), los tiempos de los carteles colombianos y mexicanos son simultáneos y como le dice Pacho Herrera a Amado Carrillo, los mexicanos empezaron trabajando para los colombianos como transportistas y a la vuelta de la esquina fueron los colombianos los que terminaron al servicio de los grandes carteles mexicanos que ganaron y ganan más de lo que Pablo Escobar jamás soñó.

En esta tercera entrega se cuenta el nacimiento de la fuerte alianza entre El Chapo Guzmán (Alejandro Edda) y El Mayo Zambada (Alberto Guerra) para consolidar y solidificar al Cartel de Sinaloa.

La presencia del siempre tóxico y prepotente agente de la DEA, Walt Breslin (Scott McNairy) perdido con esos sentidos torcidos del deber y la justicia. De su moral que únicamente delatan su clarísima incapacidad para establecer un marco real dentro de su vida y su actuar.

No habrá cuarta temporada de Narcos Mexico, Netflix lo confirmó a finales de 2021. Lo que ha pasado en los 20 años desde el momento en que cierra la tercera entrega, no son menos melodramáticas a lo que ya hemos visto e incluyen las sospecha de atentar en contra de dos secretarios de gobernación, de allanar el camino a candidatos afines a ellos y a negociar con todas las fuerzas políticas mexicanas nos confirman que material hay, pero también miles de dificultades y peligros y tal vez por eso haya sido cancelada.

Esperemos en unos años ver una cuarta temporada en la que veamos al menos el fin del Cartel Golfo y el nacimiento de los Z.

imagen: Netflix

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