Entre los grandes
corredores en la historia de la NFL destaca el hombre que ayudó a los Delfines
de Miami a ganar sus dos primeros Superbowls y a tener la única temporada
invicta de la liga.
Armando Enríquez
Vázquez.
En 1974, Bronco Nagurski, quien jugó para los Osos de
Chicago y en su momento fue llamado el mejor fullback en la historia de la
liga, se refirió en los mismos términos de Larry Csonka, la estrella de los
Delfines de Miami, durante el Superbowl VIII, en el que los Delfines derrotaron
a los Vikingos de Minnesota por marcador de 24 a 7 y en el cual Csonka fue
nombrado el jugador más valiosos después de anotar en dos ocasiones y correr
para 145 yardas. Al enterarse de la designación, Csonka exclamó:
- Me gané un auto. Sólo un húngaro se gana un carro el año
que hay racionamiento de gasolina.
Csonka es descendiente de húngaros, nació en el pueblo de
Stow en el estado norteamericano de Ohio, el 25 de diciembre de 1946.
Larry Csonka jugó durante sus años preparatorianos y el
primer año de universidad en Syracuse, como tacle defensivo, debido a su tamaño
y corpulencia, pero como una casualidad al final de su primer temporada en el
circuito colegial, salió con el equipo de regreso de patadas, atrapó la bola y
la corrió, lo que le descubrió una nueva posición, así como vocación dentro de
su carrera como futbolista, a partir de eses momento deseó ser corredor de bola
y le costó mucho esfuerzo convencer a los entrenadores de la universidad de que
podía ser fullback. Csonka un hombre de más de un metro noventa de altura y 110
kg de peso, decidió hacer caso de una regla matemática y correr en línea recta,
la forma más directa de unir dos puntos, ya que no siendo un corredor ágil sino
más bien uno de poder, esta era la mejor manera de ganar yardas. Así como los
jugadores ofensivos veían con respeto y terror al legendario linebacker Dick
Butkus, lo mismo sucedía con los jugadores defensivos cuando veían a Larry
Csonka tomar el balón y dirigirse a la línea de scrimage.
En 1968 cuando egresó de la universidad, Csonka se convirtió
en la primera selección de la novel franquicia de los Delfines de Miami, un equipo
que se había añadido a AFL apenas dos años antes en 1966, y firmó un
sustancioso contrato por tres años con el equipo, que incluía además de su
sueldo en dólares un automóvil. Csonka era una estrella de la NFL, aun antes de
empezar a jugar y se le vía como una de las grandes promesas, al iniciar los
entrenamientos para la temporada, Csonka se reportó dos semanas después que el
resto de los Delfines, pues aun tuvo que jugar el juego de estrellas del futbol
colegial. Esto al parecer molestó a un viejo defensivo de los Delfines que
cuando vio llegar al fullback novato, le escupió de tabaco el traje. Según Csonka, tomó entonces al jugador por las
patillas y lo besó. Después de eso nadie se atrevió a molestarlo.
Pero Csonka sabía hasta donde ser osado y cuenta que más
tarde ese primer año, en un partido de pretemporada contra los Osos de Chicago
vio por primera vez a Dick Butkus frente a él y su reacción fue muy sencilla le
regresó el balón a Bob Griese que era en esa época el quarterback de los
Delfines.
- Nunca olvidare la cara de Griese cuando le regresé el
balón. Yo era un campesino palurdo, pero no era tonto. – declaró Csonka años
más tarde.
Csonka jugó tres Superbowls consecutivos con los Delfines y
ganó dos de ellos el VII y el VIII, habiendo perdido el VI. En 1972, Miami
logró la legendaria temporada en la que terminaron invictos, sin perder un solo
juego en la temporada regular, ni en los juegos de play offs. Son hasta la
fecha el único equipo en la historia de la NFL en haber logrado esta hazaña.
Sin embargo acerca del juego del Superbowl Csonka que en esa
ocasión corrió para 112 yardas pero no anotó ningún TD, recuerda acerca de la
famosa jugada del gol de campo que intentó Garo Yepremian.. Hacía el final del
partido en una cuarta oportunidad y con unas cuantas yardas por avanzar, Don
Schula decidió meter su pateador de goles de campo, Garo Yepremian, que no
había fallado un sólo intento de gol de campo a lo largo de la temporada para
cerrar de manera simbólica el juego y la temporada, a esas alturas el marcador
era de 14-0 frente a sus rivales los Pieles Rojas de Washington. El gol de
campo representaba 17-0 en una temporada donde los delfines habían ganado los
17 encuentros de su temporada. Sin embargo Garo Yepremían falló, la patada fue
bloqueada, pero Yepremian recuperó el balón y en su desesperación intentó
lanzar un pase a Csonka, que entraba durante las patadas para bloquear, pero lo
que salió del brazo de Yepremían es algo que difícilmente se puede llamar un
pase y una vez más el balón fue desviado por un defensivo de Washington y no
sólo eso sino que la jugada permitió al esquinero de los Pieles Rojas Mike Bass
interceptar el balón y correr 49 yardas para la única anotación de los Pieles
Rojas en el partido.
- Asesinato,
Asesinato, fue la palabra que cruzó por mi mente. Garo había anotado tantas
veces a lo largo de la temporada, pero haber hecho esa burrada al final, era
como un pecado.- Comentó Csonka muchos años después en una entrevista
radiofónica.
El marcador final fue de 14-7 a favor de los Delfines. Al
año siguiente Miami regresó al Superbowl y Csonka por fin en su tercer
Superbowl anotó dos touchdowns y tuvo su mejor día en un Superbowl con más de
cien yardas por carrera. Eran los años de gloria de Miami, con Griese, Paul
Warfield, Mercury Morris, Jim Kiick en la ofensiva y jugadores como Nick
Buoniconti y Many Fernández en la defensiva. Los años en que otro descendiente
de húngaros llevaba las riendas del equipo, Don Schula. Hombre de carácter muy
fuerte y a veces temido por sus jugadores, no amedrentaba del todo a Csonka
quien cuenta que alguna vez le puso un cocodrilo bebe en la regadera del
entrenador.
Cuando en 1974, se creó la WFL (World Futbol League), el
equipo de los Sureños de Memphis le ofreció a Csonka un contrato de un millón
doscientos mil dólares por tres años. Csonka y otras dos estrellas de los
Delfines; Paul Warfield y Jim Kiick, abandonaron al equipo y a la NFL. La WFL
fue un fracaso y en 1976 Csonka regresó a la NFL, pero esta vez vistió el
uniforme de los Gigantes de Nueva York, donde jugó por tres temporadas y es
recordado por una de las jugadas más ignominiosas en la historia de la
franquicia neoyorquina, cuando el quarterback de los Gigantes Joe Pisarcik faltando
pocos segundos para finalizar el primer juego de la temporada en contra de uno
de sus rivales de conferencia las Águilas de Filadelfia, en lugar de hincarse y
ganar el encuentro, intentó darle el balón a Csonka produciendo un fumble que
recuperaron las Águilas de Filadelfia y anotaron ganando el juego. El encuentro
se llevó a cabo en la casa de los Gigantes y la jugada es conocida como el Milagro de Meadowlands. Según los
fans de ambos equipos esta jugada cambió la temporada que se encontraba a punto
de finalizar para ambos equipos, en las cuatro semanas restantes de la
temporada, los Gigantes terminaron con una temporada perdedora y las Águilas
con una ganadora, que incluyo una nueva victoria para las Águilas sobre los
Gigantes en el partido final de la temporada esta vez en Filadelfia, que los
llevó a un juego de playoff. En 1979, Csonka, regresó a jugar su última
temporada como jugador profesional con los Delfines de Miami. Ese año logró una
de sus mejores temporadas con más de 800 yardas y 12 touchdowns.
A lo largo de su carrera en la NFL, Csonka corrió para 8081
yardas y anotó 64 Touchdowns. Durante toda su carrera como jugador de futbol
americano tanto en la NFL como en la WFL Csonka jugó con el número 39. En 1987
se convirtió en miembro del Salón de la Fama del Futbol Americano.
Actualmente vive en Alaska donde tiene un programa de
televisión.
imagenes: insideflorida.com
sportsillustrated.cnn.com
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