La solución contra el
mal aliento y la baja venta de chocolates durante el verano se le ocurrió al
padre de uno de los poetas más importantes de Estados Unidos.
Armando Enríquez
Vázquez
En el centro de Estados Unidos, al final de siglo XIX se
producía una importante cantidad de miel y azúcar producto de los arces de la
región o como también se les conoce maples. La historia de la miel de arce y su
extracción se remonta a los grupos indígenas y a través de ellos los
colonizadores europeos conocieron el dorado y dulce líquido que vertimos sobre
los hotcakes.
En una familia dedicada este negocio nació en noviembre de
1872 Clarence A. Crane. Se empleó en el negocio familiar y se casó con una
mujer llamada Grace Edna Hart en 1898. Tras un breve cortejó de dos meses. El
matrimonio que sufrió de problemas, discusiones y varias separaciones, los
Crane se divorciaron finalmente en 1917, tuvo un hijo que nació un año después
del casamiento y que estaba destinado a convertirse en un importante poeta norteamericano; Hart Crane. En
1903 Crane decidió independizarse del negocio familiar, para crear el propio,
dedicándose también a la miel de arce. Clarence aprendió muy bien, y demostró
ser un excelente empresario porque para 1909 que vendió su empresa se había
convertido en uno de los principales productores de miel de arce en el mundo.
Pero vendió buscando iniciar un nuevo negocio por lo que fundo una chocolatera en
1911 a la que llamó Queen Victory
Chocolate Company, en la ciudad de Cleveland.
A Crane no le costo mucho ver que las ventas del chocolate
bajaban durante los meses de verano debido a que el producto se derretía y no
había manera de mantenerlo con una consistencia adecuada, entonces decidió
crear un producto alterno para compensar la baja en las ganancias.
Entonces compró una maquina con la que observó que los
manufactureros de pastillas medicas elaboraban su producto, Crane decidió, dado
que las cuestiones marinas estaban de moda. Hacer un hueco en el medio de la
tableta, creando de esta manera un dulce que asemejaba a los salvavidas que se
comenzaban a instrumentarse en los barcos. El nombre que le puso a su producto
fue Pep-O-Mint Life Savers. Las pastillas se vendían solo en sabor menta y su
presentación era en un tubo de cartón como las pastillas medicinales de la
época. Crane ideó un slogan para sus dulces: For that Stormy Breath (Para ese aliento tormentoso) y la envoltura
tenía a un marinero arrojando un salvavidas a una muchacha a punto de ahogarse
en el mar.
Una leyenda urbana que circuló sobre las Salvavidas decía
que el hoyo en el medio de la pastilla había sido ideado por Crane tras la
muerte por asfixia que una hija de él había experimentado al atragantarse con
un caramelo. Gracias a este pequeño agujero cualquiera que se atragantara con
una Salvavidas podía continuar respirando. Aunque totalmente falsa la historia
sirvió como publicidad para el caramelo.
En 1913, un empresario de nombre Edward John Noble se acercó
a Crane para venderle la idea de un empaque de papel y aluminio para las
mentas, en lugar de comprar la idea del empaque, Crane le vendió a Noble los
derechos de las Salvavidas por dos mil novecientos dólares.
Crane entonces emprendió una nueva aventura en la industria
dulcera y en 1916 fundó, en Cleveland, Crane
Chocolate Company que cinco años después ya tenía sucursales en Nueva York
y Kansas City.
Clarence Crane murió el 6 de julio de 1931. Al año siguiente
su hijo Hart Crane, poeta, que había llevado una vida tormentosa, se lanzó a las
aguas del Golfo de México desde la cubierta del barco Orizaba para no volver a ser visto de nuevo.
El empaque con aluminio fue muy bien recibido por el
consumidor y las ventas de Salvavidas aumentaron en los siguientes años. En
1918 un nuevo sabor de menta fue lanzado a la venta y se conoció como el Wint O
Mints. En 1929 se lanzaron los primeros tres sabores frutales; limón. Lima y
naranja, en 1935 aparece por primera vez el icónico empaque con cinco sabores
frutales. Añadiendo cereza y piña a los tres sabores establecidos.
En 1938 apareció el sabor mantequilla-ron. Durante los años
de la II Guerra Mundial Las Salvavidas eran otro de los dulces que los soldados
norteamericanos podían encontrar en sus raciones alimenticias.
En 2004 la empresa pasó a formar parte de
Wrigley`s y en 2012 el caramelo con el agujero cumplió sus primeros cien años
de vida.publicado en thepoint.com.mx el 15 de junio de 2008
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