La historia del café soluble se remonta al siglo XIX en Nueva Zelanda,
pero fue en Brasil donde surgió la marca más importante de este tipo de
productos.
Armando
Enríquez Vázquez
Hace tan sólo unos días a viajar en
Metro en una de estas gélidas mañanas, me topé con un cartel que me gustó por
original y dircto. En la estación del Metro CU al bajar las escaleras rumbo a
los andenes hay una gran manta en la que se lee: ¿Empezaste con Nescafé? Debajo de la frase vemos dos teclados de
computadora uno tiene la palabra No y
el otro la palabra Si. El primero es
un verdadero desorden en cuanto al acomodo de las teclas, ninguna está en el
lugar que acostumbramos, mientras que el segundo tiene su aspecto habitual.
En la esquina inferior derecha un
bote de Nescafé y la frase Empieza un
mejor día. La publicidad es clara, las cualidades del café están ahí,
mantenernos despiertos gracias a la cafeína, el estimulante que encontramos en
los granos de café.
El mensaje del poster es muy claro,
y para los desmañanados que abordan el sistema colectivo de transporte Metro,
la idea de antes de llegar a su destino consumir café para estar a la altura
del día puede resultar atractiva.
Siempre me ha llamado la atención
por qué había que convertir el café en una bebida barata y soluble. Hace
décadas en México decir Nescafé era sinónimo de la bebida de grano y en muchos
restaurantes de tipo popular al ordenar un café, ponían frente a uno a una taza
de agua caliente acompañada del frasco de Nescafé y una azucarera, hasta que
llegaron los establecimientos donde el grano se muele en presencia del cliente
y otros cuya oferta de productos pocas veces tiene que ver con la bebida.
Nestlé forma parte importante de la
historia del desarrollo del café soluble que habría de terminar con la
invención de Nescafé, cuyo nombre es de hecho una mezcla de las palabras Nestlé y Café, en la década de 1930, pero casi cincuenta años antes el
primer café soluble del mundo ya había sido inventado.
En 1889 un neozelandés de nombre
David Strang obtuvo la patente por su café soluble. Strang era dueño de un
expendio de café y especias en la ciudad de Invercargill. Invercargill es una
de las ciudades situadas más al sur del mundo, fue fundada en 1856 por John
Turnbull Thomson, un ingeniero civil inglés que recorrió la parte sur de Nueva
Zelanda. El polvo de café soluble de Strang fue un éxito en la ciudad de
Invercargill, no así en el resto del mundo donde los exigentes catadores de
café lo rechazaron por su sabor y la historia olvidó el invento de Strang que
junto con el mismo inventor cayeron en el olvido.
A pesar de la existencia de Strang
y de su marca de café instantáneo, durante casi todo el siglo XX se acreditó al
japonés Satori Kato, residente de Chicago con la invención y la primera patente
en Estados Unidos para elaborar café instantáneo en 1903. Kato presentó su
invento en la exposición Panamericana de Buffalo, Nueva York en 1901. En el
folleto comercial que se repartió durante la exposición El café Kato prometía que
su café era una verdadera maravilla para amas de casas, estudiantes solteros,
cazadores, soldados y todos aquellos amantes del café, por la simplicidad que
representaba su preparación. El café del japonés tampoco logró tener un éxito
comercial.
En la década de los años treinta
del siglo pasado el gobierno brasileño pidió al científico suizo Max
Morgenthaler, un destacado ingeniero en alimentos, y la firma suiza Nestlé
desarrollar una formar para sacar provecho de los excedentes de su cosecha
cafetalera, para evitar que esta se echara a perder. Morgenthaler perfeccionó
la técnica de Kato y logró después de siete años de investigación, crear un
café en polvo, soluble en agua caliente que de acuerdo con los ejecutivos de la
empresa mejoraba las propiedades del grano de café normal. El producto fue
bautizado con el nombre Nescafé; una mezcla de las palabras Nestlé y café.
Nescafé salió a la venta en 1938
y se popularizó durante la siguiente década gracias a las condiciones de la II
Guerra Mundial, la marca comenzó a convertirse en la principal en Europa y
principalmente entre las fuerzas armadas de Estados Unidos. A lo largo de los
años Nescafé ha presumido de innovar los procesos de fabricación. En 1952
anunció el lanzamiento de un café soluble hecho únicamente con granos tostados,
en 1966 un café con un secado y pulverizado a partir de congelación y sacó del
mercado norteamericano y canadiense a la marca Nescafé, reemplazandola con la
de Taster Choice. En 1994 inventó un proceso al que llamó Full Aroma con el que en teoría mejoró la calidad del café
instantáneo.
Toda la historia de Nescafé se
complementa con las grandes campañas publicitarias en nuestro país en estos
últimos años; desde la taza de café que despierta a México hasta los sencillos
pero efectivos carteles que me llevaron a contar esta historia.
publicado en thepoint.com.mx el 17 de febrero de 2016
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